El tabú de las mujeres agentes de futbolistas: "Hay machismo; siempre me preguntan si soy la madre del jugador"
La presencia femenina de representantes no crece al ritmo de otros sectores... pero en España hay varias excepciones.

Rafaela Pimienta, agente de Haaland, sueña con ser la primera persona en cerrar un traspaso cercano a los 1.000 millones. Margarita Garay lleva décadas manejando las carreras de Javi Martínez, Ceballos o Rubén Castro. La inflexible Natalia Simeone machaca al Atlético en cada renovación del Cholo. Son ejemplos de peso y que simbolizan el inicio de un cambio, pero que no ocultan una realidad evidente: los despachos siguen siendo el techo de cristal de las mujeres en el mundo del fútbol.
En la representación, un sector copado por hombres, la incorporación de figuras femeninas todavía se cuece a fuego lento. El esquema de varias de las grandes agencias repite un patrón común: medio centenar de trabajadores, ninguna mujer. El crecimiento es lento y el proceso promete extenderse en el tiempo, pero, poco a poco, en España empiezan a surgir figuras que prometen acabar con el tabú. Margarita Garay fue la primera en obtener la licencia FIFA hace ya más de una década y sigue ocupando un puesto de dirección en Bahía Internacional, la empresa de Petón, pero le ha surgido competencia.
Bibian Weggelaar, catalana de origen neerlandés, es directora internacional de PHSport y agente de promesas como Iker Bravo (Real Madrid) o Txus Alba (Barça Atlètic). Andreína Arenas, de You First, representa al Cucho Hernández (ex de Getafe o Huesca, ahora en la MLS) y antes de instalarse en España dirigió una agencia en Sudamérica; E.L., en estos momentos de baja laboral, llevó a jugadores de Madrid y Barça que ahora se labran un hueco en equipos Champions. El camino para abrirse paso no es fácil ("siempre me preguntan si soy la madre del jugador"), pero luchan por romper los prejuicios: "Sólo falta un poco de confianza en nosotras mismas; estamos en ese punto en el que parece que todo se presta un poco más".
De contar los fichajes en 'Sport' a fabricarlos
Weggelaar acaba de sellar la última cesión de Bravo al Madrid, pero antes también participó en la salida de Dani Alves a la Juventus y en su posterior traspaso al PSG. Tiene años de experiencia y un background al alcance de pocos… con el periodismo como punto de partida. "Estudié Comunicación en Holanda, pero también me gustaba mucho el periodismo. Me saqué la espinita con unas prácticas en Mundo Deportivo. Después de unos meses me llamó el Sport y me ofreció empezar a trabajar con ellos. Casualidades de la vida, coincidió con el período del Barça de los tulipanes… y yo era la única que hablaba neerlandés", cuenta a Relevo.

La casualidad del idioma le abrió las puertas de aquellos equipos de Rijkaard y Van Gaal. "En esa época el periodismo era muy diferente al de ahora, estabas muy cerca del jugador: les acompañabas en los viajes, convivías con ellos en los hoteles... Me fui a giras, stages, partidos de Champions, cubrí fichajes… Fue un período muy divertido". Su inquietud, pese a todo, le llevó a pegar un giro de timón después de la Eurocopa 2000. "Lo dejé todo y me fui a Los Ángeles a estudiar Cine. Sé que es difícil de entender, pero era mi otra gran pasión", reconoce entre risas. Fue un paso efímero -un año y medio- antes de regresar a la industria en la que se mueve como pez en el agua.
"Decidí volver y retomé el periodismo, de nuevo pegada al día a día del Barça. Me fue muy bien: hice contactos internacionales, conocí a gente de clubes, de la UEFA… pero en 2008 decidí que ya le había sacado todo lo que podía al periodismo. Me estuve replanteando qué hacer hasta que un representante le habló de mí a la persona que me abrió las puertas de este mundo: Rodri Baster, el propietario de Promoesport, una de las agencias más valiosas del mundo. Me planteó la opción de trabajar con él para abrir el departamento internacional. Me lancé sin saber exactamente dónde me metía, pero el trabajo me enganchó mucho", revela con detalle.
Aquello, después de tantos vaivenes, fue un paso definitivo. Tres años después de unirse a Promoesport, su teléfono volvió a sonar. Al otro lado, una estrella ahora en horas bajas: Dani Alves. "En esa época Dani constituyó su propia empresa de representación y me ofreció ir a trabajar con él. Estuve nueve años allí, durante la época del Barça de Guardiola. Después nos lo llevamos a la Juve y posteriormente al PSG", cuenta Weggelaar, que decidió iniciar su camino en solitario antes de cumplir una década con Alves: "Cuando se fue a París ya teníamos a jugadores como Edgar Badía o Puado. Ves, más a menos, que ya sabes llevar el día a día de una empresa, que ya tienes claro cómo quieres trabajar. Acordé con la mujer de Dani, Dinorah, que cuando volvieran a Brasil dejaría la agencia y me pondría por mi cuenta. Y así fue… hasta unirme a PH hace unos años".
Ahora, al lado de Bravo, Alba u Oriol Soldevila, casi villano del Barça en Copa, vive otra "experiencia bonita y muy exigente". Antes, con Footballab, cerró en 2020 la llegada de Arthur Melo al Camp Nou en el trueque por Pjanic. Su influencia sigue aumentando mientras espera que cada vez sean más las mujeres que imiten sus pasos. "Perfiles como Margarita o Rafaela ayudan muchísimo a normalizar el rol de la agente. No creo que haya un complot para que las mujeres no podamos entrar. Las cosas, simplemente, tienen que ir sucediendo con naturalidad. Ahora estamos en un punto en el que parece que todo se presta un poco más para ir rompiendo ciertas barreras".
Ojeras, confusiones y las barriadas de Medellín
En You First, la agencia española con mayor valor de mercado y con más futbolistas en Primera, existe otro caso especial: Andreína Arenas, representante del Cucho Hernández o el portero Wuilker Faríñez, que esta temporada jugará la Champions con el Lens. "Me encargo del mercado sudamericano y de revisar a qué jugadores podemos traer de Colombia, Venezuela o Ecuador. Yo no he buscado este camino, pero mi trabajo me ha ido abriendo puertas y demostrando que las mujeres también podemos llegar".
Lo natural de su evolución lo prueban sus inicios, alejados del deporte: se licenció como ingeniera industrial, cursó un máster en marketing y trabajó durante casi seis años en BBVA. "He consumido mucho fútbol desde pequeña. En 2014 me surgió la oportunidad de llevar la gestión de un proyecto de cantera en Medellín y no me pensé dos veces lo de dejar el sector bancario. En paralelo apareció la posibilidad de crear una agencia de representación… y así empezó todo esto", detalla con humildad y obviando algún pequeño detalle: su visión y liderazgo le condujeron pronto al puesto de directora de la agencia de representación de Juan Quintero (ex de River) o Adalberto Peñaranda.
"No diré que lo he tenido difícil, pero me lo he labrado todo a base de mucho esfuerzo. Me he metido en las barriadas más complicadas de Cali y Medellín para reunirme con padres, para ver jugadores, pasar calor… cosas que ni te imaginas. En Sudamérica, el único problema que he tenido como mujer es el de la seguridad física, los sitios donde te metes, pero también lo puede tener un hombre", apunta. Su capacidad para detectar talento le condujo pronto al siguiente paso. "Álvaro Torres (director de fútbol mundial de You First) me dijo que me tocaba ser agente y que querían que viniese en este rol. Así lo hicimos".
Ahora, además de acompañar a Cucho o Faríñez, explota su ojo clínico para sumar talento a su empresa. "Voy mucho a torneos sub-17 o sub-20, estoy en la búsqueda constante de proyectos que se puedan adaptar al fútbol europeo. Debes tener la habilidad de detectar qué futbolista puede destacar aquí". Su presencia, pese a todo, sigue causando cierta extrañeza: "En el Sudamericano Sub-20 de enero había 70 tíos y sólo dos mujeres: Andrea Orts (scouting del Espanyol) y yo. Claro que llamas la atención, pero poco a poco te vas haciendo un nombre y la gente te ubica. Saben quién eres y dónde están tus jugadores. Tener el respaldo de futbolistas como Cucho, de acompañarlos y de que rindan aquí, y de hacer operaciones que funcionan, sirve para que los clubes te vayan validando. ¿Qué otra cosa puede pasar? Que de repente te confundan con la madre del jugador. Me ocurre muy a menudo. '¿Es tu hijo?'. 'No, no, no, yo soy el agente'", confiesa entre risas.
Ella también confía en que la incorporación de agentes femeninas será "un proceso natural", aunque todavía quede mucho por andar. "¿Qué falta? La confianza de la empresa, como la que ha tenido You First conmigo, y un poco de lo mismo en nosotras. Hay una apertura y poco a poco saldrán más mujeres. Yo he conseguido ganarme la confianza con mi trabajo, los resultados y la validación. Eso te va abriendo puertas", apunta después de otra madrugada con ojeras para presenciar una exhibición del Cucho con Columbus Crew: "Es lo que tiene tener jugadores en la MLS y en Copa Libertadores, que te toca trasnochar. Lo de Cucho es algo muy importante para mí. Lo trajimos desde Pereira al Pirineo a pasar frío con 18 añitos y nos recorrimos toda España juntos. Bajar a un estadio de Estados Unidos con él a recoger un MVP… hace que todo el esfuerzo haya merecido la pena".
El machismo y el olvido del jugador
E.L., ahora de baja laboral por asuntos médicos, pone como condición no revelar su identidad para participar en este reportaje. Exagente de perlas de La Fábrica y La Masia que ahora brillan en la Sub-19 y la Sub-21, ella también conoce como nadie los entresijos del sector. "Dejé a toda mi familia en Barcelona para prepararme como Dios manda. Hemos sacado a jugadores del barrio y los hemos llevado al Madrid, pero después se olvidan de ti. Nadie se acuerda del trabajo que has hecho con el futbolista de la base. Yo he puesto dinero por ellos. Cuando el bombón está abierto, entonces vienen las multinacionales y te lo comen", traslada con frustración.
"Es muy loable que el jugador cambie, pero hay muchas formas de hacerlo. Jorge Mendes empezó con Nuno y con Cristiano y se han mantenido junto a él durante mucho tiempo, pero hoy en día los futbolistas no son fieles a nada. Te hablo de jugadores que han dormido en mi casa, que se han ido de vacaciones con mi hijo, no de un número", añade. Todos esos factores le han provocado el desencanto con un mundillo que ahora ve con cierta distancia: "El machismo existe, por supuesto. Me ha pasado de estar con mi marido y que se dirigiesen a él en lugar de a mí. Y también me han confundido infinidad de veces con la madre del jugador".
Es un ejemplo más de una mujer con cierto peso en el mundillo. Nuria Bermúdez, que tiene próxima su incorporación a una cantera madrileña, según ha podido saber este medio; Wanda Nara, esposa y agente de Mauro Icardi; o la propia Dinorah Santa Ana, ex de Dani Alves, son otras de las figuras femeninas que han asaltado las mesas de negociación para romper barreras. La brecha también está ahí… y ellas luchan por cerrarla.