Último, a 11 de la salvación y aún no ha fichado: el desastre del Almería condiciona su mercado

El Almería busca refuerzos a la desesperada para tratar de remontar su situación en Liga, con una permanencia que se antoja complicada (están a 11 puntos) y un bagaje en la primera vuelta poco esperanzador (cinco empates, 14 derrotas y ninguna victoria). Pese a la complejidad de conseguir la salvación, los andaluces tratan de cerrar entre tres y cuatro incorporaciones para mejorar su imagen y pelear hasta el final por seguir en Primera.

Su gran problema, precisamente, es lo poco atractivo que puede resultar para muchos futbolistas fichar por un equipo en una dinámica tan negativa. El caso de Nacho Vidal (28 años) es un buen ejemplo de ello. El club quiere mejorar el lateral derecho (Pubill sale de una lesión de cuatro meses, Mendes se ha ido a la Copa África y Pozo es más extremo que defensa) y puso sus ojos en el jugador de Osasuna, pero se encontró con un 'no' por respuesta del alicantino, consciente de la delicada posición de los de Garitano y del evidente riesgo de descenso.

Vidal, clave en los esquemas de Arrasate en temporadas anteriores, ha quedado relegado a un rol secundario este curso (apenas ha jugado el 5% de los minutos). Con Rubén Peña por delante, la irrupción de Jesús Areso también ha afectado a su participación y le condena a ser, por ahora, el tercer lateral derecho en las preferencias del técnico. Pese a eso, en las oficinas de Tajonar están más que satisfechos con su profesionalidad y rendimiento en los entrenamientos y no tienen ninguna intención de abrirle la puerta si él no lo solicita. Este domingo fue titular en Copa.

La negativa de Vidal a salir al Power Horse Stadium es sólo un ejemplo de las complicaciones que se puede encontrar el Almería en esta ventana de contrataciones. A diferencia de algunos de sus rivales directos, como el Granada (ya ha cerrado tres incorporaciones, más la vuelta de Arezo) o el Celta (firmó libre a Jaílson), los indálicos todavía no se han movido para satisfacer las exigencias de Gaizka Garitano, que se mantiene en el cargo pese a su mal balance de resultados.

Sobre la mesa, además, están bajas como la del extremo Marciano, con varios intereses de equipos de Segunda que buscan su cesión hasta final de temporada. La Copa África hace otro roto al entrenador vasco, que pierde a Mendes y al propio Marciano (están concentrados con Guinea-Bisáu) y al mediocentro Iddrisu Baba, convocado con Ghana, y se queda con todavía menos efectivos para el próximo partido ante el Girona. El calendario tampoco se lo pone fácil: después de la visita de los de Míchel viajarán al Bernabéu...