Mosqueo entre los socios del Real Madrid por la eliminación de la 'mini-Asamblea'
El club, sin dar explicaciones, ha prescindido de la reunión que la directiva celebraba junto a los socios compromisarios días antes de la Asamblea.
El próximo sábado 11 de noviembre se celebra en el pabellón de baloncesto de la Ciudad Deportiva del Real Madrid la Asamblea Ordinaria de cada año, además de una Extraordinaria en la que se votarán tres puntos clave para el futuro cercano. Sin embargo, muchos de los socios compromisarios acudirán a la misma mosqueados. Los últimos movimientos del club, alejándose de su masa social, no acaban de convencer a los legítimos dueños de la entidad.
El último, la eliminación de la reunión que solía mezclar a los socios compromisarios con la directiva en Valdebebas. Era habitual que, unos días antes de la Asamblea, trabajadores del club y socios se mezclaban en un cóctel. En el mismo, el presidente Florentino Pérez y el resto de de la Junta charlaban con la gente. Resolvía sus dudas, consultaba sus ruegos y les daba alguna que otra exclusiva, normalmente relacionada con los fichajes. Desde el otro lado, los socios mostraban su apoyo, especialmente cuando los resultados deportivos acompañaban.
Pero, sin motivo aparente, este año no se celebrará. A los muchos socios que se han puesto en contacto con el club preguntando por la mini-Asamblea (así la llaman entre ellos) se les ha comunicado que no había nada decidido. Normalmente se celebraba el martes o jueves anterior. Con la fecha encima, la mayoría se resignan, convencidos de que no disfrutarán de esas horas con el presidente y el resto de su séquito. Uno de los pocos momentos en el que podían considerarse dueños del club, eliminado por los que mandan y sin explicación. Relevo se ha intentado poner en contacto con varios miembros del equipo de comunicación del club y con responsables del departamento de socios para consultar el motivo de la no celebración, pero sin encontrar respuesta.
Bien es cierto que Florentino había mostrado su enfado por lo sucedido en las últimas ediciones. El presidente, en la confianza de la Ciudad Deportiva, comentaba información confidencial con los aficionados que, al día siguiente, se publicaba en la prensa. Sentía como si estuviese dando una rueda de prensa cuando el objetivo era celebrar una reunión informal. Él mismo se lo comentó en la edición pasada. "No os digo nada porque si no mañana lo veo en los periódicos", comentaba medio en broma medio en serio.
Parte de la masa social empieza a quejarse, viendo cómo el club se aleja cada día más de ellos. Ahora, ni siquiera los que no son compromisarios pueden acudir a la Asamblea. Antes se habilitaba una zona para aquellos que quisieran verla en directo, pero desde el COVID se eliminó la posibilidad. Y lo peor de todo es que ni siquiera pueden verlo por la televisión ya que el canal del Real Madrid sólo emite el discurso inicial del presidente.
El sábado, en Valdebebas, socios y directivos se verán las caras, pero unos enfrente de otros. Florentino y su equipo presentarán sus cuentas a votación y, aún más importante, pedirán aumentar el endeudamiento para la construcción del estadio. También el bautismo de la ciudad deportiva, que llevará a partir de ahora el nombre del presidente. La teoría dice que no tendrá problemas para sacar la Asamblea adelante, pero el runrún entre los fans empiezan a crecer y la relación es cada día más distante.