El Mundial acabó por confirmar las sospechas de Montse Tomé sobre Jorge Vilda: "No hablamos desde la Asamblea..."

Durante el Mundial del 2023 —a día de hoy, todo lo que pasó en Australia y Nueva Zelanda sigue generando cierta curiosidad—, la relación profesional entre Jorge Vilda (el seleccionador nacional durante el torneo) y Montse Tomé (su segunda) se rompió. A juzgar por las palabras de Montse Tomé en 'El Cafelito' de Josep Pedrerol, la personal corrió la misma suerte. "No hablamos desde la Asamblea (la del "No voy a dimitir"), confesaba hace unas horas frente a Josep Pedrerol.

El entrenador madrileño y la seleccionadora asturiana pasaron de ser uña y carne a ser nada. Fue, precisamente, su mayor hito juntos, la conquista del único Mundial en la historia del fútbol femenino español, el que dinamitó su relación.

Hace unas horas, en una entrevista inédita con Josep Pedrerol, Montse Tomé recordó aquella etapa. Lo de inédita es porque, hace unos meses, hubiese sido imposible imaginarse a Montse Tomé —poco amiga de los medios de comunicación— sentada enfrente del popular periodista deportivo.

El Mundial no fue fácil para nadie. Por unas circunstancias o por otras, nos marcó a todos. A Montse Tomé le cambió la vida y acabó por confirmar sus sospechas sobre Jorge Vilda. "El Mundial fue un momento de decir: 'Pf, estoy ya... para descansar. Porque veía que igual habría que buscar otro camino. Y, al final, pues mira, se decidió así y aquí estoy", confesaba Montse Tomé.

Montse Tomé, consciente de la mala prensa de Jorge Vilda y basándose en sus propias experiencias, quiso distanciarse del madrileño desde el primer momento. "Yo no soy Jorge Vilda, soy una persona diferente", afirmó en su primera rueda de prensa como seleccionadora nacional.

Ambos se conocieron en 2018. La asturiana se preparaba para ser entrenadora y Jorge Vilda se fijó en ella. "Bueno, yo empecé en 2018. Saqué el curso de entrenadora en la RFEF con muchos exjugadores. No nos conocíamos de nada, hice un buen expediente en ese grupo. Para mí, era la oportunidad. Cuando fui al curso dije: 'Este es mi momento'. Éramos 25 chicos y tres chicas: Laura del Río y Natalia Pablos", recordaba. "Jorge me vio y un día me llamó", añadió. Después de seis meses de prácticas, Montse Tomé se convirtió en la segunda de Jorge Vilda.

El Mundial, que llegó con el conflicto de 'Las 15' todavía coleando y con el vestuario roto, subió las pulsaciones. "Yo formaba parte de un rol diferente al de ahora, era la segunda entrenadora, quien gestionaba el equipo era otra persona, yo sí que veía que había cosas que podía mejorar", confesaba Montse Tomé. Ambos empezaron a distanciarse. La derrota ante Japón (España cayó de forma estrepitosa, 4-0) hizo saltar todo por los aires. Jorge Vilda empezó a tomar decisiones de forma más independiente y desoyendo, más veces de las habituales, a su cuerpo técnico.

"Las jugadoras saben que no soy lo de antes. Ahora, decido yo", afirmó Montse Tomé, más empoderada que nunca. "Tengo a ocho personas conmigo, incluyéndome a mí. Tomar decisiones es una cosa diferente [...] Es verdad que yo entré en la RFEF de la mano de Jorge, pero he aprendido cosas de estos cinco años. Con el tiempo he ido pensando cada vez más diferentes. Creces y hay cosas que te gustan más o menos y tú tienes tu propia naturaleza", sentenció.