Los cambios que el Mundial de fútbol femenino consiguió en el deporte español... y los que todavía no han llegado
La entereza de las campeonas del mundo tras el beso no consentido a Jenni Hermoso desencadenó una oleada de reacciones en la sociedad y algunos cambios en nuestro deporte.

El 20 de agosto de 2023 marcó un antes y un después en el deporte español. La Selección española femenina de fútbol consiguió, en su tercera participación, su primer Mundial. Aquello cambió la historia, pero no sólo a nivel deportivo. El hito se vio empañado rápidamente por el comportamiento del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, que propinó un beso en los labios no consentido a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas ante los ojos de todo el planeta.
Su conducta y las coacciones posteriores desveladas por este medio desataron algo insólito en nuestro deporte: un grupo de jugadoras, con sus diferencias, se unieron y se mostraron firmes durante más de un mes tras el peor año de su carrera deportiva. Su contundencia y la exigencia de cambios fueron clave para que el deporte español cambiara para siempre.
Unión del vestuario en torno a Jenni Hermoso: el origen del #SeAcabó
Tras la Asamblea de la vergüenza, cinco días después de conseguir el mayor logro de su historia, el primer tuit de Alexia, que se encontraba con algunas jugadoras celebrando el título en Ibiza, desencadenó una unión sin precedentes de un grupo de futbolistas y sus antecesoras. El #SeAcabó llegó para cambiar la estructura del fútbol español o, al menos, intentarlo.
"A la guerra". Era el nombre del grupo de whatsapp al que muchas futbolistas y exfubolistas se unieron aquel 25 de agosto. Casi un centenar. El objetivo era mostrar su apoyo a Hermoso y luchar para que, no sólo no volviera ocurrir, sino dejar un panorama mejor a las nuevas generaciones. Lo hicieron a través de un comunicado conjunto: "Hubo conductas que atentaron contra la dignidad de las mujeres".
Comunicado Oficial. Agosto 25, 2023. pic.twitter.com/4OqhqwwJ8P
— Jenn1 Hermos0 (@Jennihermoso) August 25, 2023
A pesar de que desde la RFEF vistieron de cambios algunas decisiones inmediatas, como la salida de Jorge Vilda, lo cierto es que en todos ellos se repitió la misma dinámica. Fue alguien de la estructura anterior quien ocupó el cargo de los que terminaban su periplo federativo. Ocurrió con Montse Tomé, quien había sido mano derecha del seleccionador, y con el propio Pedro Rocha, quien Rubiales eligió a dedo para quedarse en su cargo tras conocer que sería suspendido por FIFA.
Contundencia ante el órdago de la «nueva Federación» y el 'Cónclave de Oliva'
La primera convocatoria de la Selección supuso un nuevo órdago de la "nueva Federación" a las jugadoras. Montse Tomé, que se estrenaba en el cargo, decidió no escuchar a las futbolistas y convocar, apenas un mes después del Mundial, a jugadoras que, tras intensas conversaciones con la institución, habían manifestado su intención de no volver si no cambiaba la estructura y les garantizaran un espacio seguro.
😰 𝑆𝑎𝑚𝑒 𝑣𝑖𝑏𝑒𝑠 pic.twitter.com/l5de3M4hlI
— Relevo (@relevo) September 19, 2023
Salvo una excepción: la seleccionadora decidió no convocar a Jenni Hermoso para los primeros partidos de clasificación de los Juegos Olímpicos. Su explicación, también excepcional: "hemos decidido que no venga para protegerla". Aquello desencadenó una respuesta contundente de la futbolista, que además de ser la víctima, veía como era excluida de la primera lista de la Selección tras lo ocurrido: "Protegerme, ¿de qué?".
Comunicado en relación a los últimos acontecimientos del día de hoy // Official Statement regarding today's latest events #SeAcabó pic.twitter.com/OXMmfyPGz5
— Jenn1 Hermos0 (@Jennihermoso) September 18, 2023
El resto de jugadoras cerró filas en torno a ella. Ante su negativa, Víctor Francos, por entonces secretario de Estado para el Deporte que no consiguió suspender a Rubiales, aseguró en la Cadena SER que si no acudían, no le "quedaría más remedio que sancionarlas".
La respuesta fue firme: no volverían a vestir la camiseta de la Selección si no se producían cambios que aseguraran un "espacio seguro". La convocatoria más triste de la historia de nuestro deporte dio lugar al 'Cónclave de Oliva'. Allí se negoció hasta altas horas de la madrugada y llegaron a acuerdos que incluían la creación de una Comisión Mixta para tratar la situación y acuerdos de futuro.
En aquellos encuentros ante Suecia y Suiza las futbolistas recibieron el apoyo de las rivales. Lo ocurrido en España tan sólo reflejaba la punta del iceberg con actitudes replicadas en otros puntos del planeta y ante las que las futbolistas, independientemente de la camiseta que defendieran, se plantaron.
La complicidad inicial en la RFEF y las primeras salidas
El desembarco del chárter que traía de vuelta a las campeonas del mundo junto a sus familias, patrocinadores, directivos de la RFEF, representantes políticos y directores de medio, ya dejó alguna pista de lo que sería el comportamiento de los ejecutivos federativos tras lo ocurrido.
El silencio del Director de Integridad de la RFEF.
— Relevo (@relevo) August 21, 2023
📌 Miguel García Caba no responde a las preguntas sobre Luis Rubiales.
🎥 @NataliaTorrente pic.twitter.com/zjkgGZhMNe
Tras tomar declaración a algunos de los empleados, el director de Integridad, Miguel María García Caba, elaboró un informe que exoneraba de toda responsabilidad a Luis Rubiales. Después, Relevo reveló en exclusiva que en aquellas declaraciones estaban altos cargos de la RFEF y el propio Luis Rubiales acompañado de su padre.
Además, desde la RFEF también se publicó un comunicado oficial en el que se señalaba, en la misma línea que el discurso de Rubiales en la Asamblea del 25 de agosto, que había sido ella quien le había levantado del suelo y agarrado con fuerza. Era la respuesta al comunicado de la jugadora en el que aseguraba que el beso recibido nunca fue consentido.
Tras la Asamblea, la RFEF sólo registró una dimisión. Rafa del Amo, vicepresidente y director del comité del fútbol femenino, compartió su dimisión y manifestó ante los medios su desacuerdo con lo ocurrido. Sin embargo, días después se arrepintió y con la salida de Rubiales, se posicionó como una de las manos derechas de Pedro Rocha. Su papel trascendental en la crisis de 'Las 15' parecía haber quedado en el olvido.
Los pasos dados por la institución después de lo ocurrido dejaban claro a las jugadoras que no había visos de cambio. Por ello, tras la convocatoria de Montse Tomé, casi un mes después, mostraron más entereza que nunca. En el 'Cónclave de Oliva' señalaron cuatro áreas que debían reestructurarse. Parecía que desde las instituciones, que conocían perfectamente la situación, necesitaban que fueran las futbolistas una vez más las que asumieran la responsabilidad de indicar cuáles eran los problemas. No había sido suficiente la agresión sufrida por Jenni Hermoso o las coacciones posteriores, la conducta de los directivos ante lo ocurrido, sino que también dejaron sobre ellas la presión de indicar los cambios dentro de una Federación que nunca las trató como merecían. A pesar de las presiones y el cansancio, de las dudas, no se achantaron.
#SeAcabó pic.twitter.com/tV49CkOq4F
— Alexia Putellas (@alexiaputellas) September 15, 2023
En un nuevo comunicado indicaron que exigían la reestructuración del organigrama de fútbol femenino, del gabinete de presidencia, de la Secretaría general, del área de comunicación y marketing y de la dirección de integridad. Además, había algo innegociable: la dimisión de Luis Rubiales, que finalmente presentó su renuncia el 10 de septiembre de 2023.
El primero en cesar fue Andreu Camps, el secretario general de la RFEF, y uno de los implicados en gestionar la crisis de las 15, anterior a la consecución del Mundial. Entonces un grupo de jugadoras ya había manifestado que, si no había cambios, renunciaban por salud mental a jugar en la Selección. Jorge Vilda, con el apoyo de Luis Rubiales,
A Camps le siguió García Caba, director de Integridad. Su papel fue clave para revelar que todos los estamentos federativos estaban al servicio del presidente, independientemente de cual fuera su labor. El tercero en caer fue Pablo García Cuervo, director de comunicación. Según contó este medio en exclusiva, fue el responsable de distribuir el comunicado que la RFEF elaboró, con palabras de Jenni Hermoso que ella no había aprobado ni pronunciado, para tratar de justificar y restar importancia a lo ocurrido. Relevo también desveló que fue Patricia Pérez, la jefa de prensa del equipo femenino, quien le enseñó en presencia de su jefe a Jenni Hermoso el texto elaborado para que lo aprobara.
El paso adelante de Hermoso: se sumó a la denuncia de Fiscalía y su caso se juzgará en la Audiencia Nacional
Tras varias semanas en las que la futbolista había decidido no pronunciarse sobre lo ocurrido, finalmente aceptó el ofrecimiento de la Fiscalía para sumarse a la denuncia presentada en la Audiencia Nacional. Allí declaró, tal y como había confirmado en el comunicado posterior a la Asamblea de Rubiales, que el beso que recibió no fue consentido.
Fue el paso determinante para que el próximo 25 de febrero, tras una fase de instrucción con 18 testigos, se celebre el juicio por un presunto delito de agresión sexual cometido por Luis Rubiales, y otro de las coacciones adelantadas por Relevo, junto a Jorge Vilda, Albert Luque -director de la selección femenina- y Rubén Rivera -director de marketing-.
Será clave que el pasado mes de junio el Tribunal Supremo establecía en una sentencia de otro caso, que un beso sin consentimiento expreso o tácito constituye un delito de agresión sexual al configurar una "intromisión en la libertad sexual" de la víctima. "La clave está en el consentimiento, al punto de que si este no ha concurrido ha habido agresión sexual", dejó claro el alto tribunal, que insistió en que "no es preciso un 'no' de la víctima ante intentos de besar a una mujer". Para que no haya delito, debe consentir". Además, la Sala de lo Penal sentenció que "no se trata ya en la actualidad de evaluar si existió 'oposición de la víctima' al acto sexual".
La postura del Gobierno y los agentes políticos
Durante el trayecto de vuelta de las jugadoras, Miquel Iceta, entonces ministro de cultura y deporte, ya manifestó en RNE que la actitud de Rubiales era "inaceptable". Y añadió: "Lo primero que ha de hacer es dar explicaciones". Aquello llegó como la pólvora al avión que regresaba de Australia y precipitó un vídeo grabado en la escala de Doha donde Luis Rubiales pedía, de forma tibia y a su manera, disculpas: "Hay un hecho que tengo que lamentar y es pues todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde seguramente me he equivocado. Lo tengo que reconocer porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe. Pues bueno, ocurrió lo que ocurrió yo creo que de manera muy espontánea".
Horas después Relevo contó una información determinante: para grabar el vídeo, trató de convencer hasta la saciedad a la jugadora y su familia de forma directa y a través de Jorge Vilda. Como Hermoso se negó, entonces lo intentó con Ivana Andrés, la capitana, que también declinó.
Aunque inicialmente el escándalo trascendió con fuerza en los medios internacionales, que cuestionaron sin paliativos la conducta de Rubiales hacia una de las futbolistas de la Selección, en España el rechazo a lo ocurrido precisó de una evolución que duró días, hasta conseguir un consenso por un gesto que no se podía tolerar.
Ocurrió lo mismo a nivel político. Mientras inicialmente las declaraciones del Gobierno dejaban entrever cierto malestar, no mostraban la contundencia que reclamaba lo ocurrido. Tras la Asamblea de la vergüenza -no durante los cinco días previos después de que sucediera todo- el CSD elevó una denuncia contra Luis Rubiales por abuso de autoridad y actos notorios y públicos que atentaban a la dignidad o decoro deportivo. A aquella denuncia se sumó Miguel Ángel Galán, presidente de la Fundación Transparencia y Democracia en el Deporte. Después, Yolanda Díaz anunció que Sumar haría lo propio de la mano del sindicato FUTPRO. También se adhirió Liga F y Xavier Estrada Fernández, exárbitro internacional.
Si la ley del deporte hubiera sido regulada a tiempo -no se hizo hasta finales de 2023-, al TAD, en cuyas filas militaba y milita Jaime Caravaca, sobrino de uno de los abogados externos de la RFEF- no le hubiera quedado más remedio que abrir expediente sancionador a Luis Rubiales como infracción "muy grave", y no simplemente "grave" como hizo en su momento, amparándose en una ley de los años 90. Esta diferencia no es baladí, pues fue determinante para que el CSD no pudiera suspender provisionalmente a Rubiales, y tener que esperar a que el TAD resolviera el expediente meses después. De hecho, fue FIFA quien suspendió a Luis Rubiales el 26 de agosto, mientras que no fue hasta noviembre, tres meses después, cuando el Consejo Superior de Deportes (CSD) hizo lo propio a través del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
El cambio social no tardó en llegar. El acoso sufrido por Jenni Hermoso y el plantón de las jugadoras desencadenó concentraciones en apoyo de las futbolistas bajo el lema del #SeAcabó que dieron la vuelta a diferentes puntos de la geografía española.

Resistencia y... ¿cambios suficientes?
Ante cada petición de cambio, las jugadoras encontraron una resistencia que sólo su firmeza pudo combatir. Sin embargo, un año después, la reflexión sigue encima de la mesa. ¿Se hicieron todas las mejoras que se tenían al alcance y se debían realizar?
El Gobierno tuvo en su mano, el pasado mes de enero con la Orden Ministerial firmada por Pilar Alegría, reformar el sistema asambleario que el anterior presidente del CSD, Víctor Francos, había prometido. Sin embargo, optaron por seguir dando el poder a las federaciones territoriales que, no sólo en la de fútbol, sino en el resto de disciplinas, deciden los procesos electorales. Eso impide la regeneración del deporte español que queda en manos de los de siempre. Es exactamente lo que ha ocurrido en la RFEF donde, a pesar de que insisten en el cambio de gestión, la línea continuista de Luis Rubiales es indiscutible.
Además, en la RFEF continúan Ana Álvarez, quien fuera directora de fútbol femenino, y el mencionado Rafa del Amo, que a pesar de presentar su dimisión, sigue presidiendo el Comité Nacional. Respecto a Albert Luque y Rubén Rivera, ambos imputados por las coacciones a Jenni Hermoso, no fue hasta el pasado mes de abril cuando Pedro Rocha decidió apartarles de su cargo tras la petición de la Fiscalía de un año y medio de cárcel, inhabilitación y una orden de alejamiento a la jugadora.
A pesar de que las propias futbolistas reconocen que algunas de las condiciones básicas del equipo han mejorado, lo cierto es que aún se mantienen algunas diferencias. La prima por ganar el Mundial de ellas fue de ellas fue de 246.000 euros, mientras que el premio de los jugadores tras hacerse con la reciente Eurocopa es de 400.000.
Hace unas semanas, Relevo adelantó que la RFEF había llegado a un acuerdo extrajudicial con Jorge Vilda por el que le pagó 1,8 millones de euros, por el contrato prometido por Luis Rubiales en la Asamblea de la vergüenza, a pesar de que no fue ratificado por la Junta Directiva ni se llegó a redactar. A semejante cantidad, la RFEF había desembolsado 500.000 euros -el doble de las jugadoras- como premio al seleccionador por ganar el Mundial.
Cuando la selección sub-21 de Santi Denia coincidió en Las Rozas con el conjunto de Montse Tomé, que sigue en el cargo a pesar de seguir las directrices que puso a las futbolistas entre la espada y la pared, la RFEF decidió que fuera la Selección femenina la que se trasladara a los Ángeles de San Rafael para comenzar su concentración de cara a los JJ.OO de París.
La llegada de un nuevo director deportivo también favoreció el regreso al equipo de Patri Guijarro, una de las jugadoras que renunció al Mundial y a seguir en la Selección. Sin embargo, la dimisión de Markel Zubizarreta a los meses de llegar a la institución ha frenado la vuelta de una de las mejores centrales del mundo, Mapi León, que aún trabaja para superar lo que su renuncia supuso para ella.
Tampoco hicieron cambios en el protocolo de acoso sexual que la RFEF tiene aún vigente, y cuyo email de recepción no funcionaba. El Observatorio de Igualdad, al que pertenecían Thais Enríquez y Lydia Valentín por recomendación de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) y amigo íntimo de Luis Rubiales, no denunció lo ocurrido. La exnadadora sigue en la estructura federativa, mientras que la halterófila salió al no haber participado un sólo día durante sus tres años y medio de contrato de la actividad federativa.
Ni una denuncia presentada por lo ocurrido en el ente federativo cuyo seguro de responsabilidad civil contratado para los directivos abonó, el pasado mes de mayo, 130.000 euros de fianza por las Responsabilidades Civiles derivadas de la causa que juzgará al expresidente, por un delito de agresión sexual y otro de coacciones junto Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque. Mientras, Jenni Hermoso ha asumido el pago de sus abogados en la causa y es AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) -no FUTPRO como pareció en sus inicios- quien asesora y defiende sus intereses en la Audiencia Nacional, tras presentarse como acusación particular.
En cualquier caso, las futbolistas marcaron, no sólo con el Mundial conseguido, sino con su actitud de unión, firmeza y contundencia, a una generación. Su principal objetivo, más allá de buscar responsables, era garantizar un espacio seguro para las generaciones futuras. No se cansaron de repetirlo.