MUNDIAL FEMENINO

De Catar a Nueva Zelanda, así ha cambiado la 'foto' del palco de España en el Mundial

La Casa Real, el CSD, la Liga F o el Barça, grandes desaparecidos en la Copa del Mundo femenina.

Jorge Vilda, seleccionador español, Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y Rafa del Amo, antes del debut de España ante Costa Rica en el Mundial femenino. /GETTY
Jorge Vilda, seleccionador español, Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y Rafa del Amo, antes del debut de España ante Costa Rica en el Mundial femenino. GETTY
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

Wellington.- Una misma grada. Dos mundos diferentes. Mientras la pelota rueda y el fútbol decide, el otro Mundial femenino se juega en los palcos. Aunque en ellos el 'partido' empieza cuando abajo, en el campo, el balón se detiene. La emoción del verde se convierte en negocio en esa esencia de lo que muchos llaman fútbol moderno. Aún así, el ambiente no llega a esa dimensión que se adquiere en estos entornos en el fútbol masculino. Lo que se vive en Nueva Zelanda o Australia tiene más diferencias que similitudes con lo que se coció en las lujosísimas salas VIP de la última Copa del Mundo masculina en Catar.

Y no hablamos de lo puramente económico, pues la disparidad de ingresos hacen de este aspecto algo esperado y lógico. Sin entrar en que sea lo justo o no. Se trata de esa sobredimensión que toca temas políticos o empresariales y que alcanza otra cuota difícil de descifrar. En el fútbol femenino, con excepciones y una realidad cambiante también en este sentido, todo ello se simplifica.

Hay networking, tal y como lo llaman los que 'viven' en las salas de reuniones, pero su objetivo no llega a niveles tan altos como en el masculino. Para entender todo esto, echamos un vistazo a los palcos durante los partidos de la Selección, tanto en Catar como en Nueva Zelanda, sede de España en la Copa del Mundo femenina.

Una de las diferencias está en la lista de invitados. Si bien es cierto que la distancia hace más complicado cuadrar la agenda en uno u otro caso, el interés tampoco ha sido el mismo. Para el debut en ambos torneos, ante Costa Rica en los dos casos, Catar ganó por goleada en la presencia de personalidades públicas de gran relevancia. Empezando por la Casa Real, representada por el rey Felipe VI, y terminando por un mayor número de representantes institucionales de Ligas, clubes o incluso jugadores dentro del programa FIFA Legends. Pocos quisieron perderse la ostentosa 'fiesta' del fútbol en Catar.

La sensación ha cambiado para el estreno de la Selección de Jorge Vilda, en el que apenas hubo representantes de este grupo de leyendas de la FIFA. De hecho, sólo asistió al palco VIP una española, Vicky Losada, recordada entre otras cosas por anotar el primer gol de España en un Mundial en Canadá 2015. A la exjugadora del Barça le acompañaron varias ex de otros países.

Tampoco estuvo en el debut, pero sí en el encuentro ante Zambia en Auckland, el exfutbolista Juan Pablo Sorín, que es uno de los pocos representantes masculinos del FIFA Legends en este Mundial junto a Christian Karembeu. Esto contrarresta mucho con lo que ocurrió en el último Mundial masculino, puesto que hubo muchos más exfutbolistas en Catar. De hecho, incluso se organizó un torneo durante la disputa de la Copa del Mundo en el país árabe.

Las ausencias: Casa Real, Liga F, Barça...

Por su parte, tampoco hubo ningún representante de la Casa Real y apenas asistieron miembros de entidades que pertenezcan al fútbol español. Ni rastro de la Liga F, CSD o de clubes como el Barça, campeón de la Champions, así como la poca asistencia de representantes de jugadoras o la ausencia de sindicatos a nivel nacional. Por contra, y entre los asistentes, destacó la presencia de Ana Rossell, del Real Madrid femenino, que fue a saludar a sus jugadoras después del estreno en el Mundial. En el apartado de políticos la personalidad de mayor nivel fue el embajador de España en Nueva Zelanda, Miguel Bauzá y More.

En cuanto al panorama internacional, en el palco del España-Costa Rica de esta Copa del Mundo hubo personal especializado en fútbol femenino de FITPRO, sindicato a nivel mundial de las futbolistas, además de miembros de FIFA. Desde el propio presidente, Gianni Infantino, que no ha estado en todos los encuentros de España pero sí que ha asistido a algunos, hasta la secretaria general, Fatma Samba Diouf Samoura, o la encargada del fútbol femenino, Sarai Bareman.

¿Y la RFEF? Lo cierto es que el ente federativo ha desplazado a una gran delegación hasta Nueva Zelanda. La más multitudinaria para una cita femenina. A la cabeza de ella, Luis Rubiales, que no se ha perdido ni un partido de España y que acompaña a las jugadoras en el día a día, asistiendo a muchos de sus entrenamientos. Junto a él en el palco sobresalen dos nombres: Rafa del Amo y Ana Álvarez, presidente del Comité Técnico del Fútbol Femenino y directora de esta sección en la RFEF. A ellos les acompañan otras personalidades del ente federativo.

Una línea que siguen sus rivales. Tanto Costa Rica como Zambia tuvieron al presidente y miembro de su federación en el palco. En el caso de Japón fue más reseñable, puesto que hubo una gran representación de la federación y liga femenina del país nipón. Aunque aquí también entra la mayor cercanía de país asiático con Nueva Zelanda que el resto de sus rivales de grupo.

Todos quieren estar en el palco VIP de EE. UU.

En general, los palcos no suelen estar vacíos. En otras palabras, se cumple el expediente y las invitaciones cubren las plazas disponibles con políticos o grandes empresarios de la zona. No obstante, hay selecciones como Estados Unidos que, sin ser anfitriona, ha colgado el 'no hay billetes' con gran antelación a sus partidos.

El equipo de las barras y las estrellas genera un gran revuelo a todos los niveles. Desde el impacto mediático hasta sus palcos. "Es el más parecido al masculino en cuanto a personalidades y más politiqueo", cuenta a Relevo uno de los invitados al palco del Estados Unidos-Países Bajos. Un partido en el que, además, hubo una gran representación neerlandesa. La razón fue que hay una gran comunidad asentada en Nueva Zelanda, por lo que se realizaron varias acciones especiales.

¿Qué se come y cómo son los palcos del Mundial?

Y, ahora, al . ¿Qué se come en los palcos del Mundial? De todo. Hay sushi, perritos calientes, carne, empanadas argentinas... Lo cierto es que los que han estado en ellos coinciden en que la alimentación no es la ideal para una 'operación bikini'. Son comidas servidas por un catering y suele estar en la sala central del palco. Esto varía de uno a otro.

Casi todos suelen organizarse en torno a una sala grande, como por ejemplo el estadio de Auckland donde España jugará los octavos de final ante Suiza. En él encontramos mini palcos que dividen a las personalidades según su estatus, con una zona central para los presidentes. De hecho, estos tienen una habitación aparte para charlar en el descanso y en la previa de partidos. Luego, los hay más 'humildes' como el de Hamilton o algunos que, como el de Wellington, donde la Selección cayó hace apenas unos días ante Japón, que está muy dividido en salas que se comunican.

Esto en cuanto a Nueva Zelanda, que también tiene sus diferencias con Australia. Algunos incluso hablan de dos Mundiales muy diferentes en uno, con un mayor impacto mediático en el segundo de los dos países. De hecho, FIFA organizará un gran evento previo a la final en Sídney, tal y como acostumbra en los últimos Mundiales femeninos, con personalidades y selectos invitados del mundo del fútbol femenino.

Ahora bien, ¿Está teniendo mayor impacto este Mundial que el de 2019? Por el momento, se ha mejorado a medias. No hay tantos europeos por la distancia, pero sí que se han movilizado muchos representantes del fútbol femenino asiático. Eso en los palcos. En la calle, el ambiente se ha quedado a medio gas en Nueva Zelanda, lo que se contrarresta con la mayor euforia que se vive en Australia. Cosas del negocio...