Las decisiones de Vilda que han empujado a España a la final
La entrada de Salma Paralluelo por Alexia marcó el segundo tiempo.

Se puede decir que la Selección Española se plantará en una final del Mundial por primera vez en su historia sin la mejor central ni la mejor mediocentro del mundo y con la actual Balón de Oro muy lejos de su nivel anterior. El mérito es triple teniendo en cuenta que España perdía una parte muy relevante de su columna vertebral y algunas de las futbolistas más determinantes del mundo. Jorge Vilda, al que será difícil catalogarle los méritos absolutos en todo este proceso, sí tuvo el acierto para virar la semifinal ante Suecia justo cuando peor pintaba. Al César lo que es del César.
Alexia Putellas, la futbolista más importante del último lustro, no está siendo la jugadora diferencial que España necesitaría. No se la debe culpar. La jugadora llegaba al Mundial sin ritmo competitivo, solo jugando minutos finales con el FC Barcelona para que fuese cogiendo sensaciones de nuevo. Vilda la puso de titular en los dos amistosos previos, con una carga de minutos a la que Alexia no estaba acostumbrada, y su rendimiento durante el Mundial ha sido el propio de una futbolista sin confianza ni ritmo a la que le ha costado dejar huella en los partidos.
Profundidad para tener control
Ante Suecia, Vilda apostó por Aitana y Alexia como interiores, pero en ningún momento de los primeros 56 minutos pudieron tener continuidad ni presencia en las zonas en las que son decisivas. Alexia apenas pudo entrar en juego en campo contrario, quedando alejada de espacios en los que España la pudiese aprovechar, y Suecia, que priorizaba apretar en el centro del campo ante las recepciones de las interiores españolas, vivía muy cómoda. Un dato lo atestigua: pese a que España tuvo más posesión (62% vs 37%), solo dio 7 pases más que Suecia en el último tercio.
Vilda corrigió lo que no funcionaba con un cambio que en realidad fue doble: la entrada de Salma Paralluelo no como extremo, manteniendo ahí a Mariona Caldentey, sino como referencia en la punta del ataque, situando a Jenni Hermoso como interior, la posición que más rédito le ha dado durante el Mundial. Con este doble cambio, Vilda logró el efecto deseado en el partido y España pasó a tener llegadas y a hacer que Suecia tuviese que empezar a correr hacia atrás.
Salma para cambiar el partido
Con solo 19 intervenciones desde su entrada, Salma fue la futbolista que más disparos logró (4) de toda la Selección. Su velocidad y su capacidad para ganar metros en conducción o tras desmarque vertical, añadieron un reto distinto para las centrales rivales al cambiar por completo el perfil de delantera a la que se enfrentaron. En vez de ir a buscar la pelota lejos como hacía Jenni, Salma las hundía con su velocidad, regalando espacios y tiempo para el resto de jugadoras.
A partir de ahí, y añadiendo el cambio de posición de Hermoso, España pasó a atacar con más peligro y recurrencia. Las piezas estaban ordenadas. Jenni encontró más situaciones para generar peligro (nadie creó más ocasiones que ella, con 3) y España atacó con más sentido, creyéndose que el gol podría llegar. El 1-0 es una prueba de ello: centro de Jenni desde la posición de interior que caza Salma Paralluelo en el punto de penalti.
Paralluelo ha demostrado ser un recurso que se puede convertir en discurso una vez entra en el campo, porque sus capacidades físicas y técnicas son tales que tienen la capacidad de imponerse en el escenario de partido que se encuentre. Jorge Vilda deberá decidir de cara a la final: ¿Salma como recurso pese a ser la heroína de la semifinal, o seguir confiando en lo que da resultados?