MUNDIAL FEMENINO

¿Qué pierde una jugadora por no ir a un Mundial?

Para muchas futbolistas, acudir a la cita aportará más ingresos económicos que los percibidos durante toda la temporada con sus clubes.

Trofeo del Mundial femenino. /FIFA
Trofeo del Mundial femenino. FIFA
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

El Mundial femenino será para las jugadoras una oportunidad de oro. Literalmente. Además del renombre que aporta a nivel deportivo, la cita proporcionará un suma muy significativa de dinero para todas las participantes. Sobre todo, tras la gran subida de premios que anunció la FIFA a principios de junio. Para entender lo que supone esta medida, un dato clave: habrá cientos de futbolista que podrán cobrar más por jugar la primera fase que durante toda la temporada en sus clubes. Nunca se había repartido tanto dinero a nivel mundial para esta categoría.

Pero, ¿de cuánto estamos hablando? ¿Cuánto dinero pierden jugadoras como Mapi León o Patri Guijarro al no ir al Mundial? Vayamos directamente al grano. O, mejor dicho, a las cifras. Una futbolista cobrará 30.000 dólares (28.000 euros) por participar. Es decir, disputar la fase de grupos. Esto es como mínimo. Pues este dinero irá creciendo según se avance en el Mundial. Si esta misma jugadora alcanza los octavos de final, ingresará 60.000 euros y, si hablamos de cuartos, la cuantía asciende a 90.000 dólares.

La cosa no queda ahí. La futbolista cuyo equipo acabe en cuarta posición se embolsará 165.000. Mientras, ser tercera equivaldrá a 180.000 dólares, colgarse la medalla de plata a 195.000 dólares y acabar como campeona dejará un total 270.000 dólares en los bolsillos.

Esto supone un gran impulso económico para las jugadoras, pues estos premios dejan una subida de casi el 300% con respecto al Mundial de 2019 en Francia y un 700% más en comparación con el de 2015 en Canadá. Aunque no son las únicas beneficiadas. La FIFA ha repartido también 31 millones de dólares entre las federaciones en concepto de fondos de preparación.

Acuerdo jugadoras-RFEF

Ahora bien, ¿qué pasa con el acuerdo económico entre las jugadoras y la RFEF? Sigue en pie, pero no es adicional, sino que se 'fusiona' con este dinero. Antes de explicar esto último, vayamos al principio. Hace justo un año, en junio de 2022, la entidad presidida por Luis Rubiales firmó un acuerdo "histórico" con las capitanas de la Selección femenina, Alexia Putellas, Irene Paredes y Patri Guijarro.

Sin ofrecer cifras concretas, se expuso una igualdad de condiciones económicas con el equipo masculino. Aunque esta equiparación no se refiere a la cuantía que perciben ellos y ellas, sino que hace alusión al sistema de reparto. A los porcentajes.

Como novedad, las jugadoras dejarán de recibir dietas en sus partidos como internacionales a cambio de un mayor porcentaje en las primas que percibe el equipo por los premios UEFA o FIFA y en los ingresos por los derechos de imagen. Tal y como ocurre en la Selección masculina.

En otras palabras, las futbolistas se embolsarán una parte proporcional de lo que ingrese la Selección tras participar en un torneo internacional. A esto, se sumarán ingresos por los patrocinios del equipo nacional, siendo esta cuantía también fijada a nivel porcentual.

¿Qué ocurre ahora? Las jugadoras cobrarán la cantidad que sea mayor entre lo negociado con la RFEF y lo que propone FIFA. Se hará una discriminación positiva siempre ya que, lo que ha hecho el máximo organismo del fútbol mundial, es establecer unos mínimos de ingresos según sus premios. Si luego hay otra federación que quiera dar más, bienvenido sea. Pero no habrá dos vías de ingresos, sino que las futbolistas recibirán un único monto de dinero. Una cifra total de todo, al igual que ocurre en el fútbol masculino.

A estos ingresos, habría que sumar patrocinios individuales de cada jugadora. Pero aquí sí que es imposible dar una aproximación real porque ni los datos son públicos, ni todas las jugadoras tienen los mismos contratos. Cierto es que suma otro motivo económico de cara al Mundial. Y, en este sentido, hay que apuntar que para ellas este es un gran factor. Sus sueldos son mucho más bajos que en el caso de los jugadores y, al igual que ellos, tienen una carrera profesional corta. Así que, sin ninguna duda, la Copa del Mundo sería como un 'Gordo' de la Lotería para ellas cada cuatro años.