Vilda salvó un 'match ball' y tachó otra tarea pendiente en la Selección

Auckland.- El fútbol son momentos. Ante Suiza, Jorge Vilda tuvo el suyo como seleccionador de la Absoluta. Las dudas cayeron sobre él tras el desastre ante Japón (4-0) en la fase de grupos. "No es el momento de hablar de eso", dijo al ser preguntado por si temía por su futuro ante de los octavos de final. El técnico, señalado por el planteamiento ante las niponas, se despojó de cualquier interrogante a golpe de pizarra y personalidad ante Suiza (5-1).

Vilda se mostró seguro de "revertir la situación" desde el banquillo. Los hechos hablaron por sí mismos. Con un once revolucionario, en el que había cinco cambios, el técnico no dudó en cambiar piezas claves en su alineación. Dejó en el banquillo a la mejor jugadora del mundo, Alexia Putellas, su hasta ahora portera titular, Misa Rodríguez, y dio otros toques de atención para dejar claro que todas pueden ganarse el puesto de titular. "Tengo 23 balones de oro", indicó el entrenador tras la goleada frente a las suizas.

La sorpresa con su planteamiento fue mayúscula. La reacción de su equipo aún más. España saltó al campo exponiendo su mejor versión ante una Suiza que quedó anulada en apenas unos minutos. Esa "negatividad" que apuntaba el propio Vilda tras la mala imagen frente a Japón fue una motivación tanto para él como para su equipo. 

"Todos salimos reforzados", dijo Esther en zona mixta tras la victoria ante Suiza, con la que España pasó a cuartos de final de un Mundial por primera vez en su historia. La delantera andaluza, que volvió a la titularidad, destacó el buen trabajo realizado desde el cuerpo técnico: "Se ha notado el cambio del equipo. Hemos salido con intensidad, garra y las ideas más claras. Necesitábamos volver a jugar".

Sin duda, Vilda ha dado un golpe sobre la mesa. Tras meses en los que su figura ha estado en el foco por el conflicto de 'Las 15', el técnico español llegaba a este Mundial con la exigencia de demostrar su valía en el banquillo. Los primeros partidos de la fase de grupos dejaron ciertas dudas, pero terminaron con victoria. Aunque fue el partido ante Japón, con el pase a octavos ya en el bolsillo, el que dio un golpe de realidad a las españolas.

Si querían seguir soñando en este Mundial, tenían que cambiar el chip. Lo hicieron, con un vestuario que supo reponerse de los errores. A ello se sumó un planteamiento con el que Vilda se lució. Su equipo mostró verticalidad y supo controlar los tiempos del partido. Incluso ante las adversidades, con un gol en propia de Laia Codina, el equipo se repuso con grandeza para poner rumbo a cuartos con las sensaciones renovadas.

Este triunfo refuerza la figura en el banquillo de Jorge Vilda, que alabó a sus jugadoras: "Es mérito de ellas" El técnico español, que superó por primera vez una eliminatoria con la Absoluta, se siente respaldado por la RFEF y por su presidente, Luis Rubiales. Este viajó a Nueva Zelanda para acompañar al equipo durante su concentración en este Mundial femenino y ha estado muy presente en el día a día de la Selección.