ESPAÑA CAMPEONA DEL MUNDO

Las tres claves que llevaron a España a su primer Mundial

La final de Aitana Bonmatí, el nivel de Mariona Caldentey y el uso de las bandas.

Aitana y Mariona Caldentey celebrando el título. /AFP
Aitana y Mariona Caldentey celebrando el título. AFP
Albert Blaya

Albert Blaya

La Selección Española hizo historia y lo logró en el partido más completo y redondo de todo el Mundial, uno en el que el plan de partido tuvo su efecto deseado y que cuando Inglaterra asumió riesgos y cambió y ajustó desde el banquillo, las jugadoras de Vilda supieron minimizar los posibles problemas con personalidad y un fútbol de anestesia que les llevó a su primer Mundial. El partido, que empezó con dudas y un poco de nervios, sirve para ilustrar todas las virtudes que ha tenido el conjunto nacional durante este torneo.

El encuentro tuvo distintos tramos en los que en la gran mayoría fue España quien logró poner su sello personal, neutralizando el juego directo de Inglaterra con una gran anticipación para evitar quedar expuestas y un juego muy fluido en el que España logró desmantelar la línea de cinco defensas de Sarina Wiegman girándola constantemente, con superioridades que iban desde los primeros pases hasta el último.

El Mundial de Olga Carmona y Ona Batlle es consagratorio y eleva a ambas laterales a un peldaño superior al que estaban antes. Ambas, de distinta forma, fueron una de las claves más relevantes del partido para que España tuviese, prácticamente siempre, una superioridad manifiesta a la hora de encarar la última línea de Inglaterra. ¿Cómo?

Volcando el juego hacia fuera para atraer a Inglaterra hacia los flancos, obligando tanto a Carter como a Bright a bascular mucho hacia su derecha, algo que España aprovechó para poder hundir al bloque rival y encontrar a las jugadoras de más calidad en pasillos interiores. El papel de las laterales fue clave, ya que apareciendo siempre por sorpresa doblando tanto a Caldentey como a Alba Redondo, se generaba una situación de 2x1 con las carrileras rivales que le regalaba a España toda la frontal.

La jugada del 1-0 nace de un robo de Tere Abelleira sobre Lucy Bronze, que deja la defensa descolocada y dibuja, en el perfil zurdo de España, un 2x1 con Mariona y Olga Carmona.  TVE
La jugada del 1-0 nace de un robo de Tere Abelleira sobre Lucy Bronze, que deja la defensa descolocada y dibuja, en el perfil zurdo de España, un 2x1 con Mariona y Olga Carmona. TVE
Es clave que Mariona conduzca y vaya fijando a su par para permitir que Olga tuviese libre toda la banda, y con Salma Paralluelo dentro del área, tanto Carter como Bright quedaron fijadas.  TVE
Es clave que Mariona conduzca y vaya fijando a su par para permitir que Olga tuviese libre toda la banda, y con Salma Paralluelo dentro del área, tanto Carter como Bright quedaron fijadas. TVE
Las tres claves que llevaron a España a su primer Mundial

El gol condensó todo lo que España hizo bien: robo pillando a Inglaterra descolocada, Tere Abelleira leyendo dónde debía ir la acción, y Mariona Caldentey y Olga Carmona contemporizando de forma perfecta el 2x1.

Sería injusto que el talento y rendimiento de Mariona Caldentey quedaran en un segundo plano. Que en el Barça y la Selección sea contemporánea de jugadoras como Alexia Putellas o Aitana Bonmatí, que acaparan premios individuales y portadas, no ayuda a ponderar en su justa medida su valor futbolístico. Bien sea como extremo, interior o incluso falso 9. La balear es jugadora de partidos grandes y la final del Mundial lo atestigua: fue clave para cansar al rival y esconderles el balón.

Como extremo, Mariona es una futbolista que tiene dos habilidades importantísimas: retiene la pelota con mucha seguridad, usando su cuerpo y su técnica, y sabe cuándo regatear para regalar tiempo y espacio a las futbolistas que esperan dentro... y las que le doblan por fuera. Con Jenni como interior y una Tere Abelleira que tendió siempre a caer por esa zona, Mariona fue en realidad una interior de banda, una jugadora a la que pasarle la pelota para que el equipo se ordenara sin mayor dificultad.

Nadie dio más pases que ella (55), generó dos ocasiones de gol, completó dos regates y recuperó 9 balones. Cifras que apuntan la anomalía de Mariona Caldentey, una futbolista inclasificable que siempre acerca a su equipo a ganar.

Para Aitana Bonmatí el elogio es ya su normalidad más absoluta. Pep Guardiola, el mejor técnico de este siglo, le ha clasificado como la versión femenina de Andrés Iniesta, algo que es tremendamente acurado y apunta a la dimensión futbolística de la catalana. Es jugadora de partidos grandes. De momentos importantes. Y volvió a demostrar por qué es la mejor centrocampista (y futbolista) del mundo.

Aitana es sinónimo de ventaja. Cualitativa, asociativa y cognitiva. Piensa antes y más rápido y ejecuta con la misma velocidad. Ante Inglaterra, su forma de moverse por todo el último tercio dejó a Inglaterra sin respuestas, porque asumía siempre el reto que le lanzaban y se hacía imponente en la frontal, retrasando la posición de las defensas y permitiendo que Batlle y Redondo subiesen 15 metros su altura. Con ella, España siempre estuvo más cerca del gol.

Además, fue la jugadora que completó más regates (6/7) y la que más pases dio en el último tercio (23). Esa influencia en la zona donde se cuecen las habas es la que la eleva por encima del resto, porque el balón no le quema. Su sinergia con Batlle apunta manera, y ante Inglaterra, fue constante el desdoblamiento de Aitana hacia línea de fondo para llevarse a su marca y permitir que siempre existiese un pase más. Su final nos muestra que para ser la mejor no hace falta marcar ni asistir: basta con jugar mejor que el resto.