MUNDIAL DE CATAR

El cambio "defensivo" de Scaloni que les hace atacar mejor

En el minuto 49, el técnico de la albiceleste metió a Lisandro Martínez por el Papu Gómez y eso les permitió empezar a ser más ofensivos.

Lisandro Martínez ha sido clave con su corte defensivo /Getty
Lisandro Martínez ha sido clave con su corte defensivo Getty
Albert Blaya

Albert Blaya

Hay muchos movimientos y decisiones que sirven para romper con tópicos que llevan siéndolo desde que el fútbol es fútbol. Scaloni levantó las sospechas de gran parte de los aficionados con un cambio a priori extraño: minuto 49, 1-0 a favor y Lisandro (central) entrando por el Papu Gómez (atacante). Ante una inferior Australia, la gente empezó a preguntarse si ese cambio tan defensivo no era ser demasiado conservador. Y la realidad es que desde la entrada de Lisandro, Argentina empezó a atacar más y mejor.

No es extraño que Argentina salte al verde como lo hizo ante Australia: contemplativa, demasiado pendiente de no perder pelotas que le comprometan y con tan poco movimiento que a veces parece un futbolín. Pasó ante México y Arabia, y aunque ante Polonia fue distinto, se debió en gran medida al pobre partido de los polacos. Australia entendió cómo lograr que se jugase a lo que querían y Argentina estuvo, durante mucho tramo del encuentro, sin ideas.

Con las entradas de Enzo, Julián y Papu Gómez ante la ausencia de Di María, Argentina buscó replicar el mismo plan que ante Polonia. Spoiler: no funcionó. Con Enzo metido entre centrales para tener un 3x2 ante la doble punta rival, a Argentina le faltaban referencias interiores y, más relevante, desmarques a la espalda de la defensa para que los espacios empezasen a aparecer. Obsesionados con no perderla, Argentina jugaba sin atacar a pesar de tener a Messi, Papu, Julián o Mac Allister.

El gol de Messi ante Australia desata la locura en Argentina.ATLAS

Lisandro y la línea de tres

De repente, Scaloni metió a Lisandro. El central del United, que está haciendo un gran año, pasó a formar línea de tres con Otamendi y Cuti Romero y ese movimiento aparentemente defensivo y criticado en el instante por gran parte del aficionado, se transformó en un trampolín que ayudó a Argentina a tacar mejor. Porque si hasta ese momento Argentina había intentado subir un edificio escalón a escalón, con la aparición de Lisandro y el consiguiente dibujo en 3-5-2, empezaron a subir con ascensor.

La sustitución tuvo un impacto revelador. Como cuando lanzas una piedra en un estanque y ves que el efecto tiene consecuencias más allá del primer vistazo. Nahuel y Acuña empezaron a jugar más arriba, una altura que disuadió a los volantes australianos para saltar, lo que empujó 15 metros arriba a Argentina. Además, Enzo ya no tuvo que ir entre centrales y la presencia de un tercer central le regaló más libertad para ser ese centrocampista mandón y con movilidad que se ve en el Benfica. Messi empezó a sonreír.

La decisión de Scaloni lleva preguntas implícitas. ¿Tendrá continuidad con Di María? ¿Es el mejor plan de inicio? ¿Es más una solución puntual? Con el retorno de Ángel al once, algo que se dará ante Países Bajos, lo lógico es pensar que Argentina regresará a lo que ha venido trabajando, pero siempre está bien manejar opciones distintas en torneos cortos, demuestra flexibilidad y capacidad adaptativa.

En el fútbol, una defensa de tres centrales tiende a decir más de cómo quieres atacar que de cómo quieres defender. Es ganar a un jugador extra por si te presionan, empujar a tus futbolistas de más calidad arriba y tener un sostén mayor en caso de pérdida. Scaloni enseñó que la teoría "cambiar a un delantero por un central es un cambio defensivo" no tiene sentido si no atiendes al contexto.