MUNDIAL DE CATAR

Casemiro para controlar a Luka Modric: así evita Brasil que se juegue por dentro

La selección brasileña llega a pleno rendimiento a su partido ante Croacia y Casemiro es la pieza clave del engranaje defensivo.

Casemiro para controlar a Luka Modric: así evita Brasil que se juegue por dentro
Albert Blaya

Albert Blaya

Durante muchos años, Casemiro y Modric formaron junto a Kroos una unión ganadora y súper complementaria que cimentó uno de los ciclos más gloriosos del Real Madrid. Cada uno en su rol, todos conscientes de sus fortalezas y debilidades. Donde no llegaba uno, lo hacía el compañero. Y cuando no se tenía la pelota, casi siempre era Casemiro quien llegaba para el resto. Hoy, el brasileño tendrá una misión distinta a la par que estimulante: limitar al que antes se encargaba de relajar. Parar a Luka Modric.

Brasil ha construido una muralla alrededor del círculo central que le permite exponerse, ser muy vertical y atrevido con la certeza de que, pase lo que pase, el gol rival está lejos. Cuando sabes que tienes esa red de seguridad, es más sencillo ir a un bosque vertical. Lo complicado es hacerlo sin arnés. Y Carlos Henrique Casemiro, después de empezar como suplente en el United, ha disipado cualquier duda sobre su rendimiento y está jugando al mejor nivel de siempre. Y eso es una ventaja tremenda.

En el otro lado del ring aguarda la Croacia de Dalic, un equipo que ha avanzado de ronda con sufrimiento y que es mucho menos consistente. Su principal virtud es quizás la más importante que pueda tener un equipo: compiten. De los cuatro partidos disputados, Croacia ha tenido más posesión solo en dos: Marruecos y Japón, dos selecciones que no quieren el cuero. Es decir, a pesar de tener a Modric, Kovacic y Brozovic, les cuesta adueñarse del cuero. ¿Qué significa esto?

Que prefieren correr. Es un equipo que tiene calidad en primeros pases para ser vertical, que con Modric y Kovacic tiene dos jugadores que saben superar presiones y conducir y arriba posee verticalidad con Perisic o Kramaric. Y Brasil no deja correr. En este Mundial no ha concedido ningún disparo en transición y es la selección que más lejos obliga a disparar a sus rivales (20,4 metros). Y ahí Casemiro es crucial.

Situación ante Serbia en la que Brasil ataca con hasta seis jugadores por delante de balón y en la que Casemiro está en posición para poder interceptar una posible pérdida que dejaría desnuda a Brasil  Albert Blaya
Situación ante Serbia en la que Brasil ataca con hasta seis jugadores por delante de balón y en la que Casemiro está en posición para poder interceptar una posible pérdida que dejaría desnuda a Brasil Albert Blaya

Una vez Brasil ataca, Casemiro es un satélite que orbita por todo el ancho del campo analizando una posible pérdida, un error. El trabajo de un mediocentro es siempre anticiparse. Pensar en todos los futuros posibles y, como diría Ancelotti, ser "pesimista" pensando en que algo va a fallar para estar prevenido. Croacia cuenta con jugadores que, si se da una pérdida, pueden romper con facilidad por el carril central en conducción.

Después de que Raphinha pierda la pelota y ante una salida serbia, Casemiro acude atento al corte porque previamente ha detectado dónde tiene que ir, llegando antes y recuperando la pelota.  Albert Blaya
Después de que Raphinha pierda la pelota y ante una salida serbia, Casemiro acude atento al corte porque previamente ha detectado dónde tiene que ir, llegando antes y recuperando la pelota. Albert Blaya

Eso obliga a Croacia a dos cosas. O es un equipo tremendamente preciso en las salidas que tenga, siendo capaz de ganar sus duelos, o deberá buscar rutas alternativas en las que Casemiro no tenga tanto control. Viendo el nivelazo de Marquinhos y Thiago Silva y que Militao cerrará por el perfil de Perisic, a Croacia quizás le toque descansar más tiempo con la pelota, juntar a Modric, Brozovic y Kovacic y alargar posesiones para que Brasil descanse defendiendo, algo en lo que se sienten cómodos, pero también es verdad que no se han enfrentado a un equipo con la calidad de los croatas en la gestión de la pelota.

El duelo será precioso. Casemiro se perdió el cruce decisivo ante Bélgica en el último Mundial y es justo pensar que con él, la exhibición de Hazard hubiese sido menor. Probablemente el jugador del United sea uno de los futbolistas que más y mejor ha rendido en las citas grandes de los últimos años, y ya con 30 años, este cruce mundialista huele casi a definitivo. Esperará Modric, que evitará que este sea su último partido en una Copa del Mundo. Por primera vez, cuando Casemiro le mire no será para darle el balón, sino para quitárselo.