Musiala retrata el punto débil de la Selección: esto debe aprender España para el Mundial
El futbolista del Bayern fue el más destacado en el partido y es uno de los nombres propios de Alemania en este Mundial de Catar.

Jamal Musiala volvió a llevarse las luces de su equipo en un partido internacional. Lo que debería ser anómalo ya no lo es tanto y el jovencísimo Jamal fue la pieza del engranaje que hizo que España no estuviese cómoda durante algunos tramos de partido. Ante España, el rol de Musiala fue muy particular y, sobre todo, fue una prueba de lo que la Selección de Luis Enrique se puede encontrar en este Mundial de Catar.
El jugador del Bayern es un futbolista que llena el ojo. Posee una coordinación de pies brutal para las piernas que tiene (largas, muy delgadas) y sus movimientos se suceden a muchísima velocidad, lo que complica saber qué pasa en el directo. Es un jugador de repeticiones, de cámara lenta. Ante España, su repertorio de controles orientados, cambios de ritmo y movimientos sin balón, maravillaron al mundo del fútbol. Matthaus dijo que "puede ser el nuevo Messi. Llevo dos años enamorado de su fútbol". ¿Por qué todos alucinaron con él?
El ataque de Alemania es muy fluido y agresivo. Es un equipo que no va a dar siete pases si puede dar tres y buena parte de la culpa la tiene ese joven futbolista que habla alemán con acento inglés, un jugador tímido que "se transforma" cuando salta al verde en palabras de Hoeness, su técnico en Juvenil. Partiendo como extremo en el perfil zurdo, Jamal es un futbolista que provoca ilusiones ópticas en el rival. Sus movimientos dicen lo contrario de lo que realmente quiere hacer. Por eso cuando baja a buscar la pelota realmente lo que quiere es que llegue lejos.

Y aquí nace una pregunta que hasta la fecha la Selección de Luis Enrique no había tenido la necesidad de contestar. ¿Cómo responder ante futbolistas que, como Musiala, empiezan muy arriba pero en determinados momentos rompen para generar una ventaja en campo propio? España demostró no estar del todo preparada en su presión para sobreponerse a estos movimientos y Musiala logró una jugada ganadora que a punto estuvo de costarle el gol a la Selección.


España no negocia la presión en campo rival. Luis Enrique no entiende de contemporizar y Alemania, que era el combinado europeo que más disparos hizo en transición en la fase clasificatoria para el Mundial, le puso preguntas que el combinado nacional deberá responder si quiere seguir avanzando. ¿Cómo controlar estos descensos? Con una presión al hombre, Luis Enrique exige a sus centrales ser enormemente valientes en sus persecuciones y Musiala testó a Rodri para llevarlo muy lejos, provocando que en determinados momentos este no le siguiese y se generase un cortocircuito general.

A pesar del muy buen partido de Busquets, hay situaciones que le son casi imposibles de controlar y una de ellas es esos movimientos de jugadores a los que no ve porque los tiene a su espalda. Musiala es escurridizo, un futbolista enérgico y eléctrico que puede trazar distintos movimientos en una misma jugada y buscar recepciones muy altas a la espalda del pivote rival. Aunque España se protegió bien, si Musiala lograba recibir a la espalda de Busi, nacía un problema de difícil solución. La ausencia de Gavi acentuó este problema.
Japón es una selección que comparte algunas similitudes con Alemania. Juega sin extremos abiertos y sí con futbolistas que buscan recibir en espacios interiores (Kubo, Kamada, Minamino) para acelerar desde esta zona. Será un buen reto para ver si España le prestó la suficiente atención a Musiala en el partido para aprender de ello.