Cuatro millones de personas y la Albiceleste en helicóptero en la fiesta argentina en Buenos Aires
La capital se echó a la calle en masa para terminar de demostrar la pasión del país por el título mundial.

Entre cuatro y cinco millones de personas se tiraron a las calles de Buenos Aires para terminar, si es que alguna vez terminan en los próximos cuatro años, con los festejos por la consecución del tercer título Mundial de Argentina. El fervor se apoderó de la ciudad bonaerense, con familias enteras caminando por las autopistas de la ciudad en busca de 'La Scaloneta'.
Ya a primera hora, cuando la selección apenas había partido de la ciudad deportiva de Ezeiza, cuartel general de la Albiceleste, una marea albiceleste, con camisetas de Messi y banderas, inundó las calles y se volvieron a repetir imágenes de personas colgadas de lo alto del monumento, al que contemplan 68 metros de altura. Más avanzado el día, incluso, se pudieron ver imágenes de hinchas saltando desde puentes hacia el capó del autobús. Se cifran en tres decenas los heridos tras las celebraciones.
Festejos de la @Argentina: 2 personas saltaron de un puente para entrar al micro de la selección, uno pudo ingresar pero otro no lo logró. El micro no pudo realizar el recorrido que tenía previsto a raíz de la multitud que salió a las calles. Las Autopistas y puentes, colapsadas. pic.twitter.com/lnQNtzrcoD
— Nueva Data (@NuevaDataOk) December 20, 2022
Así se llevaban al hospital al loco que se tiró desde el punte y le erró al micro de la Seleccion. 😒pic.twitter.com/ZZmvzaPZLJ
— Boca Juniors - La12Tuittera (@la12tuittera) December 20, 2022
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La comitiva avanzó hacia el emblemático Obelisco de la ciudad pero, tal y como anunció en Twitter el presidente de la AFA, Chiqui Tapia, las fuerzas de seguridad recomendaron no introducir el autobús entre la muchedumbre allí reunida, para evitar posibles incidentes. El autobús paseó por donde pudo durante más de seis horas, hasta que quedó colapsado en un punto de la ciudad donde no pudo ni girar hacia el Obelisco ni hacia la Casa Rosada. Al no poder acceder al núcleo de la congregación de compatriotas, la AFA, en consonancia con las fuerzas de seguridad, decidieron girar hacia un helipuerto y sobrevolar el Obelisco en dos helicópteros de la policía, para poder agradecer así a los allí presentes.

El Gobierno de Alberto Fernández había declarado el 20 de diciembre, fiesta nacional para que el pueblo argentino expresara su más profunda satisfacción con la selección nacional "y pronunciarse en favor del deporte y la patria". Nadie dudó en salir a festejar y disfrutar de una alegría que, según explicaban a Efe, "necesitábamos".
"Otra vez Dios se había vuelto argentino", gritaba la multitud que tuvo que cambiar de escenario cuando se enteró que el autobús con los campeones ya no pasaría por el Obelisco sino que acabaría en el balcón de la Casa Rosada, donde en principio no estaba previsto acudir. Había caos. El trayecto de la caravana de la selección se cambió en más de cinco ocasiones, y casi todas las rutas quedaban colapsadas o intransitables.
Pero nada podía evitar que los argentinos continuaran saltando y cantando, y recordaran los momentos dolorosos, entonando esa canción que se ha hecho famosa bajo el título de "Muchachos" que describe lo bueno y lo malo de este país: "En Argentina nací, tierra del Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas que jamás olvidaré". Era un día histórico para cantar, para reír, para gozar. "No te lo puedo explicar porque no vas a entender las finales que perdimos cuantos años las lloré". Este martes 20 de diciembre no lloraban y si lo hacían era de felicidad. "Papa Lionel" les había dado lo que había deseado desde 1986, y lo que él perseguía desde hacía 16 años. La fiesta solo había comenzado. En cada ciudad donde nacieron los campeones les estaban preparando otro festejo. Todo un día, un mes, un año que será inolvidable para los argentinos, para vivir unos días con locura.