Mbappé se pone a la altura de Zidane para orgullo de Francia

Una montaña rusa de sensaciones. No es el Rayo de Paco Jémez ni el Betis de Setién, es la Francia de Didier Deschamps, el primer equipo clasificado para octavos en el Mundial de Catar. Hay que frotarse los ojos para comprobar cómo el actual campeón del mundo ha cambiado la receta en estos últimos cuatro años. La solidez de antaño ha dejado paso a un fútbol vertiginoso, con un enorme talento en la delantera, pero frecuentes lagunas defensivas.

Dinamarca había vencido en las dos últimas citas en la Nations League, ese torneo de veraneantes de invierno creado por la UEFA, en dos choques en junio y en septiembre. Era la bestia negra de los Bleu. El guion estaba preparado otra vez para un empate. Christensen a la salida de un córner igualaba el gol inicial de Mbappé, en jugada con Theo Hernández. Los nórdicos daban la talla. Pero Kylian volvió a aparecer de la nada para finalizar con su muslo una asistencia magistral de Griezmann. Victoria y clasificación para Francia. A los daneses sólo les vale un triunfo contra Australia.

Los azules son candidatos a todo con su proyecto de cuatro caras: el PSG, Catar, Francia y Mbappé. El tetraedro diseñado en París se exhibió en Doha. El nuevo Bernabéu seguirá teniendo un viejo sueño, verano a verano.

El astro del PSG apareció cuando más lo necesitaba su selección. Dos goles en el segundo tiempo para clasificar a su equipo y firmar la friolera de 31 tantos en 61 partidos con los Bleu. Ya es el séptimo realizador histórico de la selección francesa, empatado con Zinedine Zidane. Atrás quedan Jean-Pierre Papin y Just Fontaine. Sus siguientes víctimas en la tabla serán Trezeguet (34 tantos) y Benzema (37). Es cuestión de tiempo. A sus 23 años está llamado a derribar todas las barreras y los récords. Y también a dar la murga cada verano con su siguiente destino laboral. Al menos, no es competencia de uno en Infojobs, lo suyo va por otro lado.

En los días previos al Mundial, los periodistas galos afearon a Deschamps que llevase ocho centrales, de nueve defensas, en su convocatoria inicial. La ausencia de carrileros les inquietaba. También, que no citase a más centrocampistas ofensivos como Nabil Fekir. Con el paso del tiempo, viendo la ruleta rusa de Francia, se entiende completamente al seleccionador. El entrenador, mediocentro defensivo en su época de pelotero, se tiene que morder hasta las uñas de los pies viendo que su equipo es lo contrario a su ideal. No hay contención, no hay pausa. Es una bendita locura, con un potencial tremendo en la delantera y desequilibrios constantes en defensa, un tiovivo con el que jamás hubiésemos identificado a un equipo de Deschamps. Visto lo visto, yo habría llevado a nueve centrales.

Ver a Christian Eriksen lucir su guante una vez más en una gran cita no deja de emocionarnos. El centrocampista del United sacó el córner que finalizó con el gol del zaguero del Barcelona Christensen, aunque el empate poco durase. A sus 30 años parece un veterano de guerra , tras el monumental susto de aquel 12 de junio de 2021 con su desmayo frente a Finlandia. Pero es joven, con toda la vida por delante. De hecho, si fuera español tendría muchas papeletas para vivir todavía en el nido materno y algunas para estar dándole al mus en el bar de la universidad. Nació el día de San Valentín de 1992. Que su fútbol no deje jamás de enamorarnos.

El jugador del FC Barcelona se pasó tres pueblos con una entrada a Victor Nelsson en el 42 del primer acto. Sus tacos impactaron en el tobillo del danés y vio la amarilla. Sus rivales protestaron enérgicamente. La clásica tarjeta naranja que puede caer a un lado o a otro dependiendo de cómo se haya levantado el colegiado esa mañana. El árbitro polaco Marciniak pasó una buena noche e indultó al hoy lateral galo. En Francia se ha debatido durante los últimos días si Koundé daba la talla en la banda. No hay una conclusión clara. El runrún continuará otra semana.

El delantero entró en la última media hora en sustitución de Olivier Giroud. Marcus, hijo de Lilian, tiene 25 años. Su padre, ex del FC Barcelona, presente en las gradas, ya calza 50. Parece que fue ayer cuando jugaba. Todo va demasiado rápido en la vida, como la Francia de Deschamps. El ritmo frenético que marcan las nuevas tecnologías se apodera del fútbol y de nuestro día a día. En el metro, todos agachan la cabeza para ver el último like de la vecina del quinto. En el césped, todos persiguen la sombra de Kylian, en realidad aumentada. Didier no tiene apenas tiempo para poner pausa. Y a Thuram senior le falla el físico. Que se pare el mundo. Yo me bajo del andamio.