El fútbol de calle le mantiene el pulso a la academia
Las últimas corrientes metodológicas apartaron del juego al gambeteador.
![Musiala durante un partido del Mundial./AFP](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202212/10/media/cortadas/Musiala-Rb26KQCcrXDxVih1mzTOC1O-1200x648@Relevo.jpg)
Jorge Valdano nació en un pueblo que tenía poco más de 10.000 habitantes, allá donde "el fútbol crecía de manera silvestre, en la calle", cuenta él mismo. La vida era algo esférico, comenzaba y terminaba en el balón. No había ni una canasta. "Ahora la hierba de las canchas está impecable, se juega a baloncesto y hockey, se practica la natación… Hay un avance social, pero éste le cambió al fútbol su escenario formativo", relata.
A las semifinales del Mundial se han presentado cuatro selecciones cuyo fútbol nació en escenarios antagónicos. El de Argentina y Marruecos se fraguó entre callejones. El de Francia y Croacia, en la academia. La penúltima ronda del torneo es también el choque entre dos culturas de fútbol. Los peloteros de este Mundial comparten relato de supervivencia: intentan escapar de la narrativa preponderante de un fútbol metodológico que ahoga a estrellas.
"Hay dos culturas enfrentadas. La de la CONMEBOL, donde se trabaja mucho el uno contra uno, y la europea, que se basa en la posesión", explica Ginés Meléndez, quien fuera coordinador de las categorías inferiores de la Selección española durante dos décadas y que, por tanto, fue el padre deportivos de todos los campeones del mundo. Los dos universos comparten inicio y fin: nacen en la calle y desembocan en las academias. En la transición, según Valdano, Europa le ganó la partida a Sudamérica. "Europa no sufrió demasiado, siempre tuvo algo de académico. En el cambio también está implícito el dinero: hacen falta instalaciones, entrenadores con un sueldo digno… y en el sur es mucho más difícil de conseguir", cuenta el argentino.
El riesgo de perder la esencia
En el trayecto, Sudamérica se acercó peligrosamente a la desnaturalización. "Por querer copiar muchas cosas que se hacen en Europa, se perdió el potrero, donde nos hacíamos más fuertes", comenta Ariel Mitchaloutsos, del área de metodología de River Plate. "Al final te quedas a medio camino: no respetas tu cultura futbolística y tampoco alcanzas a Europa", añade.
El Barça de Guardiola escribió un nuevo orden mundial llevando el juego de posición y la posesión al epicentro de los debates futbolísticos. Se cambió la forma de defender y también de atacar. En el camino hacia la imitación nacieron narrativas extremistas que olvidaron las áreas, allá donde los resultados se cocinan.
![Neymar regatea a Livakovic en el gol de Brasil en cuartos. AFP](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202212/10/media/cortadas/Ney-U83484878175gUf-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
"Hemos llegado a la aberración de que los equipos asumen más riesgos para salir desde atrás de los que asumen para llegar a la portería contraria", explica Valdano. "Hemos exagerado los entrenamientos a uno o dos toques, incluso sin porterías. El resultado son multitud de jugadores en toda Europa que controlan y pasan a la perfección, pero no vas a encontrar regateadores", añade.
"Los regateadores eran ultra necesarios en el siglo pasado, en la actualidad y lo serán dentro de cien años"
Entrenador de fútbolRubén de la Barrera, entrenador con experiencia en la Real Sociedad entre otros equipos, ahonda en la reflexión. "Como antes las exigencias a nivel defensivo eran diferentes a las de hoy, nos empezamos a creer que los extremos tenían que jugar por dentro, que tenían que tener características asociativas", relata. Para De la Barrera, los regateadores se perdieron por el camino, fueron engullidos. "Eran ultra necesarios en el siglo pasado, en la actualidad y lo serán dentro de cien años. Independientemente de cómo evolucione el fútbol. En ellos radica la diferencia", explica el entrenador, con experiencias recientes en Albacete y Deportivo de La Coruña.
"En una competición como un Mundial, si no tienes futbolistas diferenciales puedes ganar porque así es el fútbol, pero es mucho más complicado", continúa De La Barrera. "Me ha faltado ver regateadores. Jugar tanto con el balón te permite ser muy amplio, pero a veces también te hace ser poco profundo", añade Meléndez. El Marruecos-España fue un ejemplo paradigmático.
Marruecos como paradoja
Regragui, con tan solo ocho partidos como seleccionador de Los Leones del Atlas, logró que sus piezas más talentosas se creyeran su discurso. "Yo nunca había visto a Ziyech o Boufal defendiendo y desplegándose con ese esfuerzo físico durante todo un partido", revela Rabie Takassa, jefe de ojeadores de la selección marroquí.
El norte de África siempre regaló al fútbol atacantes que jugaban con mocasines. Mahrez o Salah son algunos ejemplos recientes. Regragui encorsetó a sus bailarines para potenciar a Marruecos. "El fútbol de calle nos daba elogios, pero no resultados", remarca Takassa.
![Boufal gambetea a Gonçalo Ramos. AFP](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202212/10/media/cortadas/Boufal-Ramos-U78872754124kuY-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
La migración y la vigilancia europea del talento marroquí apuntó en la lista de Regragui a 17 futbolistas europeos. Su esencia cultural, el callejear con el balón, sin embargo, no desaparece. "El jugador marroquí siempre comenzará jugando en la calle", cuenta Takassa. "Es una cuestión cultural. También económica. Mucho talento se pierde por el camino porque los clubes exigen cuotas anuales para entrar a las canteras", añade. Cada regate de los Ziyech, Boufal o Abde es un acto de rebeldía, el orgullo de sus raíces.
"El fútbol está globalizado, hoy en día nacen buenos jugadores en cualquier lugar. Musiala podría ser argentino o brasileño. Por la gambeta, la picardía, la técnica individual… Y nació en otro continente", comenta Mitchaloutsos, del área técnica de River.
España y los límites de la metodología
"España murió en mil pases", comenta Valdano sobre la reciente caída ante Marruecos. La Roja se topó una y otra vez contra los de Regragui y solo Nico Williams logró sacudir el encuentro. La falta de futbolistas diferenciales, para Michaloutsos, es la herencia de años trabajando sobre una metodología que "piensa en el modelo por encima de la individualidad". "La táctica nunca va a estar por encima del jugador", justifica el de River. "El talento necesita una organización que le permita expresarse", suma a la teoría De la Barrera.
![Nico Williams se marcha del lateral marroquí. AFP](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202212/10/media/cortadas/Nico-Williams-U45818472771rBq-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
El fútbol se olvidó del jugador diferente para construir equipos fuertes, bloques compactos. Y cuando las fuerzas se igualaron en las pizarras, se acordó de la figura del regateador. Pocos responden a la llamada de emergencia. La pérdida del fútbol de calle, por razones sociales y económicas, dejaron al gambeteador en la lona.
"La academia hace mejores a los mediocres, pero mediocriza a los distintos"
Campeón del mundo con Argentina"Estamos en un momento de transición, en una tendencia imparable hacia la pérdida de libertades de los jugadores diferentes. La calle cuidaba al jugador diferente, ahí tenía mucho prestigio. En cambio, la academia hace mejores a los mediocres, pero mediocriza a los distintos, a los excelentes", cuenta Valdano.
Un Mundial no marcará hacia qué modelo se encaminará el fútbol durante los próximos cuatro años porque un puñado de partidos no es muestra suficiente. "Además el 90% de los equipos priorizan no equivocarse", añade De La Barrera. Lo que sí ha demostrado es que la calle sigue fabricando peloteros, pero las academias se resisten a ponerles la alfombra roja. Algunos gambeteadores aún mantienen el pulso a la academia.