MUNDIAL DE CATAR

El desmontable estadio 974 sigue intacto y su futuro es una incógnita

El templo catarí, que albergó siete partidos del Mundial, continúa en pie y aún no hay planes para su desmontaje.

El estadio 974, uno de los más llamativos del Mundial, aún sin desmontar. /Relevo
El estadio 974, uno de los más llamativos del Mundial, aún sin desmontar. Relevo
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

El Mundial de Catar también ha sido único por sus estadios. Situados todos en un radio de unos 75 kilómetros a la redonda, sus instalaciones han deslumbrado al mundo por su gran innovación. Aunque, sin duda, el más original de entre los ocho templos del fútbol durante este último mes ha sido el estadio 974, que se desmontará para ser reutilizado en otro lugar. Pese a que en redes sociales ha corrido el rumor de que ya han empezado las obras, lo cierto es que sus instalaciones siguen intactas y aún no se ha definido el plazo o fecha para que empiece a desmontarse.

Diseñado por un arquitecto español y construido completamente con contenedores de transporte y acero modular, es el primer estadio de fútbol cubierto y que alberga partidos de una Copa del Mundo totalmente desmontable. Esto ha hecho que sus instalaciones tuviesen un gran atractivo para periodistas y aficionados. Ahora, el templo catarí agota sus últimos momentos de vida en Doha antes de poner rumbo a un futuro futbolero en otro país. Tras disputarse en él su último partido, el Brasil-Corea del Sur, el templo catarí albergará el próximo 16 de diciembre un concierto y un evento de moda, el Qatar Fashion United by CR Runway.

En homenaje a la tradición de comercio y navegación mundial de Catar, su nombre hace alusión al prefijo numérico del país del Golfo Pérsico. No obstante, la cifra 974 no solo se refiere a este código. También es el número exacto de contenedores de envío utilizados en la construcción. Situado en el puerto de Doha, muy cercano al principal aeropuerto de la capital catarí, es el estadio más cercano al mar.

El estadio 974 sigue intacto y sin desmontar.

Aunque será por poco tiempo, puesto que el estadio 974 tiene planes fuera Doha, donde dejará un legado eterno. Los contenedores y la superestructura de este templo, donde se jugaron seis partidos de fase de grupos y uno de octavos de final, serán reutilizados. En su lugar, quedará un centro para actividades sociales y un centro de negocios. Por su parte, los contenedores se enviarán a otro país para que vuelvan a dar vida a otro estadio.

Todavía no se ha comunicado oficialmente donde irán estos contenedores, pero se ha hablado de dos posibilidades: un país africano o Uruguay, si finalmente consigue ganar la candidatura para el Mundial 2030. Sea donde sea su destino o futuro dará paso a algo inédito en el fútbol: que un estadio tome vida en otro lugar del mundo. El 974 abre una nueva era sostenible en la reutilización de materiales en los estadios.