"Contigo hubiera sido diferente, querido Sadio"

Prometía mucho el partido entre Senegal y Países Bajos en los prolegómenos. Dos selecciones que plantean sus partidos al ataque, con jugadores de claro perfil ofensivo y dos entrenadores valientes. Pues nuestro gozo en un pozo. Ambos equipos se respetaron desde el pitido inicial. De hecho, se respetaron mucho. Lo que tendría que haber sido un encuentro de ida y vuelta se convirtió en uno que se disputó en el centro del campo, donde la fortaleza de los africanos contuvo el mayor talento de los europeos. La primera mitad se hizo dura.

Poco o nada cambió tras el descanso. Las posesiones eran largas y apenas se asumían riesgos. Solo alguna incursión aislada de algún intrépido al que no seguían sus compañeros rompió algo los esquemas de los dos entrenadores. La primera hora nos la podíamos haber ahorrado. Por fortuna, un pase genial de Frenkie de Jong acompañado de una mala salida de Mendy permitió que viésemos un gol en el tramo final. Klaasen, ya sobre la bocina, anotó el segundo. Algo es algo.

El Senegal - Países Bajos era el primer partido del Mundial que enfrentaba a dos equipos con opciones reales de estar en octavos de final. Ni Catar ni Irán las tienen y sus encuentros ante Ecuador e Inglaterra no tuvieron mucha historia. Pero el de esta tarde era distinto, y se notó. Las dos selecciones se respetaron mutuamente hasta límites un poquito exagerados. El riesgo no existía porque una derrota en el primer duelo del torneo puede llevarte a tener que hacer las maletas antes de tiempo. Y con ese miedo conviviremos el resto de la primera fase.

Frenkie de Jong estaba pasando sin pena ni gloria por el primer partido del que debería ser su Mundial por talento, edad y nivel de su selección. Alguna que otra pérdida suya en salida de balón provocó alguna de las ocasiones senegalesas en la segunda mitad. Estaba demasiado solo en el centro del campo y sus compañeros no lo encontraban. Pero el jugador del Barça es muy bueno, y los que son muy buenos acaban apareciendo. Un centro medido a la cabeza de Gakpo sirvió para que el combinado tulipán se llevase tres puntos cruciales para estar en octavos de final.

"Contigo hubiera sido diferente, querido Sadio". Mané ha tenido que ver el debut de Senegal desde el sofá de su casa. Todavía convaleciente de la operación a la que tuvo que ser sometido hace unos días y que le apartó del Mundial, la estrella de Senegal habrá sufrido al ver que sus compañeros han competido de principio hasta casi el final contra Países Bajos. ¿Qué les ha faltado? Algo de mordiente arriba, precisamente de lo que va sobrado el jugador del Bayern. Una pena, porque la lesión duele un poquito más hoy.

¿Es realmente tan bueno De Light como se ha dicho en los últimos años? Cuando salió del Ajax en 2019 media Europa parecía que peleaba por él. Acabó en la Juventus para convertirse en el reemplazo de Chiellini y Bonucci, ya entrados en años, pero en el momento de ocupar definitivamente su lugar salió traspasado al Bayern el pasado verano. En Alemania no ha podido mostrar todo el fútbol que parecía tener e incluso en varias acciones se le ve pesado y lento. Ni siquiera su buen pie le está salvando. Hoy ante Senegal volvió a dar muestras de ser un jugador más y estar por detrás de Ake o Van Dijk en cuanto a la importancia en la 'Oranje'. Todavía es joven, pero…

A menudo aparecen comentarios durante cada Mundial sobre el bajo nivel de algunas selecciones. Es habitual que aficionados e incluso periodistas critiquen la presencia de combinados asiáticos o africanos, que tienen tanto derecho o más a estar en la cita como Francia, España, Argentina o Brasil. Lo que es difícil de igualar por muchas de las favoritas a llevarse el trofeo es el ambiente que generan en las gradas. La bancada del estadio Al Thumama fue una fiesta, en parte por la afición neerlandesa pero sobre todo por el colorido de los senegaleses, que entienden el fútbol como una fiesta y trasladan su buen ambiente a cualquier rincón del planeta. La realidad es que es un lujo tenerlos en el Mundial.

Históricamente las selecciones africanas apostaban por contrastados entrenadores europeos para afrontar las competiciones importantes. Sin embargo, en los últimos años ha habido un cambio de guion y se le ha dado prioridad a los técnicos locales. Aliou Cissé, jugador histórico en Senegal, fue uno de los primeros en asentarse en una de las potencias futbolísticas de África, y su trayectoria en el banquillo por ahora avala aquella decisión. Clasificado para los Mundiales de 2018 y 2022, conquistó la última Copa de África celebrada en Camerún. Además, ha dotado a Senegal de una consistencia defensiva difícil de vislumbrar en un combinado con tanto talento en ataque. La realidad es que está para dar el salto a un equipo europeo.

Me alegro mucho por Louis Van Gaal, un entrenador al que echaremos mucho de menos en el mundo del fútbol.