MUNDIAL DE CATAR

Jorge Célico: las claves que cambiaron el fútbol ecuatoriano

Ecuador se ha consolidando como una potencia emergente apostando por el proceso formativo que inició en una generación Sub-20. El técnico argentino repasa con Relevo este crecimiento.

Jorge Célico celebra el tercer puesto en el Mundial Sub-20 de la selección ecuatoriana./GETTY
Jorge Célico celebra el tercer puesto en el Mundial Sub-20 de la selección ecuatoriana. GETTY
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Algo ha cambiado en Ecuador. Mientras el país es noticia internacional por situaciones dramáticas relacionadas con la seguridad y la delincuencia, el fútbol se ha erigido como uno de los pocos temas con el que los ecuatorianos pueden sacar pecho. El país se ha paralizado y durante semanas solo se hablará del Mundial de Catar. Mañana los ojos del mundo estarán puestos sobre ellos y la selección catarí en el partido inaugural contra Ecuador de un torneo en el que los ecuatorianos sueñan con mejorar su mejor participación, conseguida en 2006 con unos octavos de final. 

La clasificación al Mundial de Catar, el triunfo de Independiente del Valle en la Copa Sudamericana o el excelente rendimiento de varios jóvenes en Europa permiten ondear la bandera tricolor con orgullo. Parece mentira que así sea, cuando hace solo cuatro años, la selección pasó uno de los peores momentos de su historia. A las puertas de cerrar las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018, Gustavo Quintero, entonces seleccionador, fue despedido.

Asumió el cargo Jorge Célico, quien recientemente había conseguido el triunfo en el Sudamericano Sub-20 y había colocado a Ecuador en la tercera posición de un Mundial Sub-20. Sin embargo, su paso por la absoluta fue testimonial. Después llegó la vergüenza. Varios meses sin técnico y una posterior contratación de Antonio Cordón como director deportivo y de Jordi Cruyff como seleccionador, quienes dimitieron antes de llegar a debutar, y una búsqueda excesivamente larga de sustituto.

Cuando parecía que el fútbol ecuatoriano se desangraba, llegó la mayor sorpresa. "Esto es la culminación de un trabajo, de creer en un proceso". Así habla Jorge Célico de la actualidad tricolor, consciente de que él es una de las personas más influyentes en el excelente momento de la Tri. "Jorge ha hecho un trabajo importante con los juveniles, más allá de que muchos no estuvieron en Polonia (Mundial Sub-20). Vinieron y surgieron". Lo asegura el también argentino Gustavo Alfaro, seleccionador ecuatoriano.

Cuando el actual técnico aterrizó en el país, la Federación le encargó a Célico realizar una asesoría para ponerle al día. La sintonía fue inmediata. Hoy, jugadores como Moisés Ramírez, Jackson Porozo, Diego Palacios, José Cifuente o Gonzalo Plata, todos ellos titulares en aquella selección Sub-20, debutarán en un Mundial. Ecuador es la tercera selección con la media de edad más baja entre los 32 participantes, con 25,6 años, lo que demuestra la gran apuesta por la juventud.

Cinco jugadores de la actual selección ecuatoriana pertenecen a la generación que logró el oro sudamericano Sub-20 y el bronce mundial de la categoría.

"En juveniles, si bien los títulos te llenan de orgullo y es muy lindo, lo más importante es que los chicos puedan seguir creciendo, que hagan grandes carreras y puedan aportar a la selección mayor", analiza Célico para Relevo. El argentino admite, con algo de vergüenza, que el trabajo realizado en las inferiores ha sido clave.

Hoy en día no sorprende ver a Piero Hincapié (20 años) como un jugador capital en el Bayer Leverkusen; a Gonzalo Plata (21 años) liderando el ataque del Valladolid; a Moises Caicedo (20 años) o Pervis Estupiñán siendo figuras del Brighton; al Anderlech firmando a un joven Nilson Angulo (19); al Ajax interesándose e incorporando a un joven de 17 años como Patrickson Delgado o incluso al portero Moises Ramírez pasando por la cantera de la Real Sociedad.

Aquel éxito en la selección Sub-20 fue "un punto de inflexión", y el mejor ejemplo de que el futbolista ecuatoriano estaba capacitado para competir a esos niveles. "Después de aquello se ha visto cómo muchas instituciones le están dando valor a las formativas, invirtiendo en infraestructuras y entendiendo que el futuro le pertenece a los jóvenes". Si a esto le sumas Independiente del Valle, "el caso de mayor éxito a nivel de clubes", es lógico que Ecuador haya hecho clic.

Los jugadores ecuatorianos celebran el tercer puesto en el Mundial Sub-20. GETTY
Los jugadores ecuatorianos celebran el tercer puesto en el Mundial Sub-20. GETTY

La apuesta por la formación

¿Qué cambió en el fútbol ecuatoriano? Lo primero de todo fue buscar talento por todo el país, al estilo de Marcelo Bielsa cuando tomó las riendas de la cantera de Newell's. Ecuador es un país polarizado. Económica y socialmente, pero también futbolísticamente. Costa (Guayaquil) y Sierra (Quito, la capital). Barcelona y Emelec son los exponentes históricos de los clubes costeños, mientras que Liga de Quito representaba a la Sierra. Sin embargo, aparecieron jugadores de clubes más modestos y de provincias minoritarias. 

"Hicimos un scouting en todas las provincias, en muchas categorías y con muchos jugadores que ni siquiera habían jugado en Primera. Y un montón de estos chicos han sido figuras", analiza Célico, quien considera que rompieron "el molde" de únicamente seleccionar a los chicos que actuaban en los clubes importantes. "Y eso dio resultado".

En ese sentido, la Federación le otorgó plenos poderes y le permitió realizar varios microciclos con los jugadores, ya que estos no debían competir cada fin de semana con los clubes más importantes. Fue un periodo muy largo de preparación, de casi un año y medio, en el que hicieron varios viajes por Sudamérica. "El de Argentina fue clave para perder el miedo escénico. Empatamos los dos partidos y allí los chicos se dieron cuenta de que estábamos cerca. Supuso un cambio de mentalidad".

"La infraestructura es algo en lo que hay que crecer, sobre todo a nivel de formativas. Hay una metodología pero se necesitan espacios físicos adecuados correctamente para formar gente".

Jorge Célico Ex seleccionador Sub-20 y absoluto de Ecuador

Los éxitos posteriores en el Sudamericano Sub-20 y la tercera posición en el Mundial de la categoría abrieron definitivamente los ojos de un fútbol que hasta entonces estaba precarizado. "Había que apostar por los procesos", aseguran a Relevo desde la Federación. Ahora existe una estructura más fuerte, con categorías desde Sub-13 a Sub-19, con muchas competencias a nivel provincial y una mejor formación desde muy pequeños.

Mucho más que físico

El fútbol ecuatoriano ha vivido históricamente rodeado de adjetivos relacionados a la condición física. Rápidos, fuertes, potentes... Y, claro, también adaptados a la altura. Los 2.800 metros de altitud de Quito han sido una fortaleza histórica en las Eliminatorias Sudamericanas, pero el actual conjunto de Gustavo Alfaro ha sido capaz de ir más allá, con muchos futbolistas que actúan en Europa.

"Hoy no se llevan los alambrados por delante, tienen pausa. Hay un crecimiento importante que ha permitido ordenar todo porque el talento siempre ha existido en Ecuador. El biotipo, la potencia, la velocidad, la saltabilidad hoy están ordenados desde lo táctico y desde lo mental", asegura Célico, quien cree que son "futbolistas muy atractivos para todos los mercados".

Una potencia sudamericana

Todo esto ha llevado a Ecuador a ser considerado como una potencia en el fútbol sudamericano. A nivel de clubes, donde están presentes en las últimas rondas tanto de la Copa Libertadores como de la Sudamericana, y a nivel de selección. "Ahora mismo le está superando a Chile o a Colombia. En Eliminatorias han demostrado estar por encima de ellos. Ecuador ha dado un paso adelante y se ha clasificado, no digo fácil, pero con comodidad. Desde fuera se le está viendo de otra manera", dice Célico convencido.

"Espero es que estos chicos se asienten con este paso que necesitan en el Mundial. Aunque sea un golpe, pero que les haga crecer".

Jorge Célico Ex seleccionador Sub-20 y absoluto de Ecuador

Aun así, el ex entrenador de la selección cree que el "Mundial llega pronto" a una generación demasiado joven. Por eso, cree que hay que ser "cautos" y no "desesperarse". "Hay que tener paciencia para entender que esto es un proceso, en el fútbol es difícil porque la gente te mira de costado cuando hablas de procesos, pero hay que entender que las cosas no se hacen de un día para otro, las cosas llevan sufrimiento, llevan golpes y altibajos… Puede ser que el Mundial sea un golpe, pero lo que debe ser es un paso más en este proceso de crecimiento que está teniendo Ecuador".