REAL MADRID

Mbappé justifica el empeño de Florentino en su fichaje

El presidente del Real Madrid nunca le ha cerrado la puerta y aún aspira a vestirle de blanco en el futuro.

Mbappé celebra un gol en la final./REUTERS
Mbappé celebra un gol en la final. REUTERS
Sergio Santos

Sergio Santos

Cuando el 21 de mayo el PSG anunció la renovación de Mbappé hasta 2025, el sentimiento entre la mayoría de madridistas fue el mismo: "Las puertas del Bernabéu están cerradas para siempre". Ese pensamiento no incluía al más importante, el presidente. Florentino Pérez, consciente de la vueltas que da el fútbol, prefirió que el tema se enfriase sin sentenciar nada que pudiera condicionar el futuro. El tiempo, poco a poco, le ha ido dando la razón.

La exhibición de Kylian en la final del Mundial, con tres goles y otro penalti más en la tanda, es algo histórico para un futbolista que sólo tiene 23 años. Ningún equipo del mundo podría dar la espalda a un talento tan descomunal que siempre ha manifestado que algún día desea ponerse la camiseta blanca. El presidente es plenamente consciente de ello y por eso lo aparca… de momento. Su 'no' a Mbappé nunca fue definitivo, ni en los momentos de mayor rencor hacia el futbolista por parte de la hinchada blanca. Aquel "este no es mi Mbappé" que deslizó en El Chiringuito escondía un pensamiento, el de que si en el futuro volvía a ser su Mbappé todo podría hablarse.

Esa herida abierta pudo terminar de cicatrizar en Catar si Mbappé hubiera culminado su obra quitándole la Copa del Mundo a Messi. No lo hizo, aunque su recital en el mayor escaparate que puede existir en el fútbol justifica ese empeño de Florentino. La puerta del Bernabéu no está cerrada para Kylian y, mientras siga el actual presidente, no lo va a estar. "La institución está por encima de cualquier jugador", suele repetirse en las oficinas de Valdebebas. Esa frase también se aplica a este caso, porque dar la espalda al jugador que amenaza con dominar la próxima década sería perjudicar al club.

Difícil competir en el mercado

La aparición de los Clubes Estado en el fútbol han dejado al Madrid en desventaja. No puede llegar a las cifras que manejan equipos como PSG o City, ni a la hora de pagar traspasos ni tampoco en los salarios. Por eso, en el Bernabéu juegan una baza: el peso de la historia. El último ejemplo es Tchouameni, porque el club madridista no era el equipo que más dinero ofrecía al Mónaco ni al futbolista, pero su empeño por vestir de blanco le llevó hasta la capital española.

En 2022, Mbappé terminó cediendo al dinero y el poder ofrecido desde París, aunque esa decisión no va a ser eterna. Por eso, Florentino es consciente de que si el Madrid puede competir por Kylian es por la voluntad que siempre ha mostrado el francés por jugar en el Bernabéu alguna vez. Ese es el motivo por que el presidente sigue aspirando a ficharlo algún día: no se puede desaprovechar la oportunidad de que el mejor jugador del planeta quiera jugar en tu equipo…