Messi mete a Argentina en la pelea

Argentina es Messi y Messi es Argentina. Hoy la albiceleste era visitante en Lusail, siendo goleada en las tribunas por los mexicanos. Los de Scaloni estaban nerviosos, se veía en los pases y los controles, el 'Tata' Martino conoce ese nerviosismo que sufren los jugadores de un país tan futbolero como Argentina cuando necesitan un resultado a favor en un momento crucial y planteó un partido inteligente. Pero como Argentina es Messi, el genio apareció. Di María, que nunca se escondió, le dio un pase para que el rosarino controle y saque un zurdazo cruzado para el recuerdo. El Messi de Brasil 2014 aparecía de nuevo y el grito de 45 millones de argentinos florecía.

Lo pedíamos todos y para Scaloni fue el primer cambio del partido. Su gran momento en el Benfica no pasa desapercibido para el cuerpo técnico y el ex River está respondiendo. Contra Arabia Saudí fue de lo mejor y contra México liquidó el partido con un segundo gol y posterior festejo para su historia, con abrazo incluido con Lionel Messi.

Otra vez se lleva este capítulo el jugador del Atlético de Madrid. No está con confianza y Argentina lo siente. Es verdad que la pidió en el primer tiempo, pero siempre recibió de espaldas, mal perfilado. Es el verdadero termómetro del equipo de Scaloni y si él está mal, a la selección argentina le cuesta. En el segundo tiempo lo siguió intentando el del Atlético de Madrid, con menos errores que en el primero y más liberado tras el gol de Messi, pero con mucho que mejorar en el próximo encuentro.

El amigo Albert pedía cambios al descanso. Eran necesarios, Argentina no arrancaba y el componente emocional mataba cualquier esquema táctico. Los controles y pases mostraban el nerviosismo del equipo de Scaloni. El técnico argentino no se animó finalmente a cambiar en el descanso, esperando a una reacción con los mismos once en su charla técnica. La primera sustitución del partido fue la de Enzo Fernández, algo que también pedía Blaya. Y tenía razón el bueno de Albert.

Lionel, me gustaría parafrasear al Diego en estos momentos, pero estas humildes líneas no me lo permiten. Para decirlo un poco más fino: los que no confiaron en tu aparición en partidos como el de hoy, no entienden nada. El primer tiempo fue malo de todo el equipo, pero tu aparición sirvió para que Argentina se despierte y eso demuestra el liderazgo. Ahora nos queda otra final, te esperamos.

El 'Fideo', cuando más hacía falta y las piernas temblaban, agarró la pelota y manejó el partido. Era la vía de escape para los de Scaloni en un primer tiempo gris. Su gambeta y ganas de ganar el partido le daba aire al equipo albiceleste. El premio del jugador de la Juventus llegó con su asistencia a Messi en el gol que abrió el partido. La ovación que se llevó de los miles de argentinos en Lusail fue totalmente merecida.