Messi no es el mismo de siempre... pero es lo que necesita Argentina
El capitán de la selección albiceleste jugó tocado y no tuvo tanto peso en el juego, como sí lo tuvo en todo lo demás.

Con un gesto, Messi demostró por qué es Messi. "Nos vamos adentro, no jugamos", quería decir con su mano derecha. Y todos sus compañeros fueron detrás de él, siguiendo al capitán, al líder, al comandante, a su guía espiritual.
Minutos antes, todos lo habían seguido en la dirección opuesta, con el objetivo de llegar a las gradas donde estaban los argentinos para apaciguar los ánimos y buscar a sus familiares. Cuando llegaron, los policías brasileños seguían pegando palazos y porrazos a los aficionados, en tanto que Paredes, Otamendi, De Paul y, sobre todo, 'Dibu' Martínez intentaban escalar para evitar los golpes. El portero incluso llegó a tener contacto con uno de los policías.
Cuando terminó el encuentro, Messi se puso delante de los micrófonos y declaró: "Lo vivimos mal porque veíamos como le pegaban a la gente. Ya lo habíamos visto con la Policía, con lo que pasó en la final de la Libertadores, otra vez reprimiendo a la gente con los palos. Había jugadores que tenían la familia ahí". Más claro imposible. Antes que el partido, su gente. Volvió del vestuario y lo primero que hizo fue hablar con Rodrygo, sin antes no dejarle un recado, ante lo que el brasileño se mostró sorprendido.
Simplesmente surreal o que aconteceu hoje no Maracanã.
— ⚽ (@DoentesPFutebol) November 22, 2023
O dia que precisarmos acompanhar nossos times na Argentina, será mais hostil ainda. Somado ao que foi na Libertadores também.
📹 @_igorrodrigues pic.twitter.com/wFEArYpOtW
Messi no firmó un buen partido, esa es una realidad. Antes del descanso tuvo que ser atendido por los servicios médicos debido a unas molestias en el abductor de su pierna derecha. El estar parado durante media hora tras el calentamiento no le hizo bien al '10', que no viene con mucho ritmo futbolístico debido a que su club no está en competencia activa en estos momentos.
Volviendo al episodio anterior, Messi demostró ser el referente que todos pedían años atrás y que lleva varios años apareciendo. Desde aquella vez en la Copa América de Brasil 2019, el Messi más caudillo aparece seguido. Y esta ocasión no iba a ser menos: "Nosotros no podíamos hacer mucho, veíamos como le pegaban a la gente, como los tiraban para atrás. Podría haber pasado una tragedia, por eso cuando se calmó un poquito decidimos ir para adentro". Messi se llevó a su gente y todo se calmó para volver a empezar más tarde.
Dentro del campo, Messi no fue Messi. No recibía en condiciones y siempre estaba rodeado. Buscaba una y otra vez los espacios, pero sus compañeros no lo encontraban. En alguna ocasión había respiro, pero siempre había un brasileño para rechazar el disparo.
En esta ocasión, Argentina tuvo que sobrevivir durante muchos minutos sin el acierto del '10', lo que habla bien del equipo que rodea al argentino. Esta selección es campeona del mundo en gran parte gracias a Messi, pero todos los futbolistas tienen mucho que ver y eso se vio en el Maracaná en el día de ayer, cuando Argentina sacó el carácter de las grandes noches y rompió un récord que parecía imposible de quebrar tras 69 años.
خروج القائد مع زملائه
— Messi World (@M10GOAT) November 22, 2023
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Las grandes noches de Messi irán desapareciendo poco a poco, el equipo lo irá necesitando cada vez menos sobre el campo, pero la realidad es que la mera presencia del '10', tanto dentro de la cancha como en el vestuario, es imprescindible: "Messi es el único que puede jugar en estas condiciones, estaba tocado, pero lo necesitábamos", dijo Scaloni en rueda de prensa. Con esas palabras, todo estaba dicho. El Messi más líder apareció, pero esta vez no fue a través de su zurda mágica.