El miedo ahoga a Irán en este Mundial: "El suicidio se está disparando"
La selección, con la mayoría de jugadores en contra del gobierno, y los aficionados iraníes piden ayuda en esta Copa del Mundo.
Miedo, silencio, represión, tristeza... Los y, sobre todo, las iraníes viven un infierno que les ahoga. Y no es un secreto. Irán se marchita en medio de un gran conflicto político y social. Una gran parte de la población se encuentra enfrentada al gobierno en contra del maltrato de las mujeres. Sólo quieren libertad. Y el fútbol ha hecho que esta petición suene más fuerte, con protestas en su último partido. Porque puede que para los iraníes este Mundial sea más importante como altavoz que como juego. Y por ello su fútbol no luce en su mayor esplendor, aunque esto es lo más importante de las cosas menos importantes.
No hace falta hablar con muchos iraníes para denotar el gran malestar y sufrimiento de todo un país, cuya presencia en este Mundial se puso en entredicho. Aficionados, aficionadas, periodistas... hablan con Relevo de la situación y todos, estuviesen o no de acuerdo con las manifestaciones, tenían una idea en común: hace falta un cambio. Una "reforma" que ayude a la población a evolucionar en pro de un país con igualdad de condiciones para ellos y ellas. Todo ello con un miedo generalizado por no ser señalados. "No pongas mi nombre", decía un periodista procedente de Irán. Tampoco querían ser vistos los aficionados.
"Lo siento mucho. Ya sabes, el gobierno. No tienes ni idea de los gobiernos, por suerte", aseguraba una fan iraní a la hora de ser preguntada por si podíamos grabarle. "Only voice", le dijimos. Y funcionó. "Estamos muy contentos de ver que no cantaran. No creían que lo fueran a hacer. Y también el equipo británico, cuando se arrodilla. No importa ganar o perder. Esto es lo importante: la humanidad, la libertad...", añadía más relajada y con una "felicidad" que tachó de extraña.
De fondo, quedan las protestas que están dejando cientos de muertos y de detenidos en Irán. Estas manifestaciones se iniciaron tras la muerte de Mahsa Amini, quien murió mientras estaba bajo custodia policial por usar su hiyab demasiado suelto. Un momento que causó un punto de inflexión en la población iraní, que dijo basta y no ha dejado de luchar desde que esto ocurrió el pasado 16 de septiembre.
Con este contexto, los jugadores de la selección de Irán no contaron el himno en su primer y único partido por el momento en esta Copa del Mundo. Perdieron ante Inglaterra por 6-2, pero su derrota iba más allá. La gran mayoría está en contra del gobierno, con dos o tres que se mantienen al margen en este asunto, según indican periodistas iraníes. Y en una de sus últimas ruedas de prensa en este Mundial, el jugador Ehsan Hajsafi sacó valentía para criticar la situación en su país, con el miedo generalizado de que pueda haber represalias.
"Tenemos que aceptar que las condiciones de nuestro país no son las adecuadas. Nuestra gente no es feliz. Estamos aquí, pero eso no significa que no debamos ser su voz o que no debamos respetarles. Lo que hacemos es para ellos. Debemos luchar y rendir lo mejor que podamos. Espero que las condiciones cambien para alcanzar las expectativas de la gente", expuso el defensa después de que su equipo haya hecho varios gestos en protesta en sus últimos partidos, como taparse el escudo en un amistoso previo a este Mundial.
El Mundial es una «excelente manera» de ser escuchadas
"Me gustaría que todos nos escucharan", asegura otra aficionada de Irán. El deporte y el fútbol es un "buen" canal para ellas y otras muchas mujeres iraníes que quieres ser vistas en este Mundial. "Creo que es una excelente manera para que Irán pueda transmitir sus opiniones al mundo, porque ahora mismo todo está cerrado allí. Así que este deporte es realmente una gran idea para transmitirlo todo", continúa, antes de agradecernos a los medios de comunicación que le demos voz a su causa, que es la de todas y todos.
"Los iraníes estamos muy tristes. La mayoría de la gente quiere una reforma. No quiere una revolución. Una reforma para el hiyab y para la libertad personal", aseguraba un hincha que viajó desde Irán para seguir a su selección en un Mundial en el que debutó con derrota. Este aficionado iba acompañado de su mujer que, emocionada, relató su desesperación con una voz quebrada.
«Soy psicóloga y tengo muchos casos de depresión y ansiedad»
"No interactuamos con los políticos y, realmente, no tenemos libertad en Irán. La gente de Irán no está satisfecha y no es feliz. Soy psicóloga y tengo muchos casos de depresión y ansiedad. Todo tiene que ver con todo lo que vivimos. No es excitación para nuestros hijos. Nuestra economía está tan deprimida y el suicidio se está disparando. Así que necesitamos algunos cambios: régimen, reforma, revolución, cualquier cosa... Pero lo necesitamos en este momento. Nuestro equipo no cantó el himno, pero ya es demasiado tarde".
Otro hombre recurre al discurso de la normalidad después de no posicionarse. "Siempre hemos tenido esto. Irán es un país normal", subrayada, al tiempo que pedía "unión y acusar a los medios artificiales de sacar algo "artificial" de este problema. "Todos somos iraníes, una sola nación. Estamos todos juntos como una nación unida", sentenció, en un entorno que transmite mucha precaución y miedo al hablar sobre este asunto. Por lo pronto, Irán afronta mañana ante Gales (11:00h) su segundo encuentro con la mente lejos de este Mundial de Catar, pero con la motivación de darle a su gente un nuevo aliento de esperanza.