MUNDIAL DE CATAR

Mislav Orsic, el 'juguete' que casi se rompe y encontró su camino en Corea

Uno de los jugadores clave para que Croacia esté en semifinales tuvo una eclosión tardía en el fútbol de élite.

Mislav Orsic celebra el penalti que marcó ante Brasil. /EP
Mislav Orsic celebra el penalti que marcó ante Brasil. EP
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Kylian Mbappé tiene 23 años, Phil Foden 22, Joao Félix 23, Enzo Fernández 21, Vinicius 22, Gakpo 23... La nómina de jóvenes talentos que ya son auténticas estrellas del panorama futbolístico mundial es interminable. Cada vez los jugadores llegan antes a la élite, bien porque ahora la preparación en la adolescencia es mejor, bien por la necesidad de crear constantemente nuevos ídolos. El caso es que las próximos Balones de Oro ya son absoluta élite en la autoridad. Sin embargo, todavía hay futbolistas que tienen una eclosión tardía y uno de ellos es el croata Mislav Oršić.

A muchos de los que hayan leído ese nombre ni siquiera les sonará. Y hasta cierto punto es normal. El balcánico no juega en un gran club europeo, aunque sí que está habituado a disputar la Champions League. Tampoco recibe cada domingo la atención mediática de una gran liga porque juega en su país de origen. Y ni siquiera es una joven promesa, ya que en su carné de identidad pone que está a punto de cumplir los 30 años. Sin embargo, es uno de los futbolistas más talentosos del combinado croata y ante Brasil, en cuartos de final, fue clave para que su equipo avanzase hasta las semifinales.

Oršić ingresó al terreno de juego en el minuto 114 y con la selección sudamericana por delante en el marcador. Zlatko Dalic, su seleccionador, gastaba su última bala en él, un extremo veloz y habilidoso con una corta carrera internacional. Tres minutos después y tras una buena jugada individual, asistió a Petkovic para que lograse el empate y forzase la tanda de penaltis, donde además anotó el último que lanzó su país. Su felicidad era máxima y su popularidad estaba por las nubes, pero no siempre fue así.

Hace poco más de una década, el extremo nacido en Zagreb era una de las muchas perlas croatas que se estaban formando en el Inter Zapresic, una de las mejores academias del país. Su nombre pronto comenzó a sonar entre los grandes clubes croatas, pero Oršić decidió hacer las maletas y probar suerte en Italia, concretamente en el Spezia de Serie B, donde apenas tuvo participación. Una única temporada y vuelta a casa, al Rijeka. Era verano de 2014 y por fin estaba en uno de los grandes clubes de su país.

Pero lo que parecía que iba a ser el camino perseguido por él desde niño se volvió a truncar. Un mes después salió cedido al Celje esloveno, donde permaneció media temporada. Y de ahí pasó al Jeonnam Dragons de Corea del Sur. Tenía 22 años y todo parecía indicar que iba a ser un nuevo 'juguete roto', uno de tantos. Pero Oršić tenía otros planes. En el país asiático brilló y año y medio después fue traspasado al Yatai chino, donde también exhibió sus cualidades. En 2017 regresó a Corea para jugar en el Ulsan Hyundai y en 2018 recaló en el Dinamo de Zagreb, su actual club.

Explosión definitiva

En la capital croata encontró su lugar y su fútbol por fin se dio a conocer. Más si cabe con actuaciones como la de marzo de 2021, cuando con un histórico hat-trick eliminó al Tottenham de José Mourinho en los octavos de final de la Europa League. Fue su llegada definitiva a la fama. Desde entonces, han sido muchos los clubes europeos que le han seguido de cerca y que aumentaron su interés tras la última Eurocopa en la que incluso logró anotar un gol frente a España.

Antes de sus actuaciones más brillantes, un equipo de LaLiga le siguió muy de cerca. El Celta trató de hacerse con sus servicios en el mercado de invierno de 2019. Felipe Miñambres y la secretaría técnica del conjunto vigués manejaban muy buenos informes del futbolista croata, que sin embargo apostó por seguir en el Dinamo para seguir potenciando su carrera. Hoy, con 30 años, está recogiendo los frutos de su trabajo y su paciencia y su próximo reto no es uno cualquiera, son las semifinales de un Mundial.