Modric lo volvió a demostrar: "Soy croata pero juego como un brasileño"
El crack del Real Madrid fue el mejor contra Brasil a sus 37 años, imponiendo su calidad y carácter ante los malabaristas brasileños.

En 2018 y justo al ganar la final de Champions de Kiev contra el Liverpool, Luka Modric posó en una foto con todos sus compañeros brasileños del Real Madrid. Alguien le gritó: "Luka, tú eres croata". Y Modric respondió: "Sí, pero juego como un brasileño". Este viernes, cuatro años después y en el Mundial de Catar, Luka Modric ha sido el verdugo de Brasil, capitaneando a una selección inmortal.
Modric tiene 37 años, dicen las revistas. En el campo de los cuartos de final le volvió a dar igual. El croata se impuso al tiempo y la fatiga; Modric se impuso a Casemiro, rodeado de un equipo mancomunado que desafió hasta ganar, al elenco de malabaristas brasileños. La leyenda del Real Madrid, de técnica impoluta, de giros de carioca, demostró de nuevo que también es el mejor a la disputa, que no se rinde nunca.
Don LUKITA MODRIC 🤍
— RGMadrid (@RGMADRID14) June 29, 2022
- ¡Luka, tú eres croata!
- Si, sí pero juego como brasileño. pic.twitter.com/LEgFiROwcc
"Estuvimos casi perdidos cuando nos marcaron. Todos nos dieron por muertos, pero otra vez se vio que nosotros nunca nos rendimos. Con nuestra mentalidad fuerte pudimos ganar", comentó al término del partido. Modric es el único futbolista que siempre lleva en su petate el gen del Real Madrid, que ahora ya es el gen balcánico, en semifinales de otro Mundial.
Never. Give. Up. pic.twitter.com/Rv3C6bZrB6
— Luka Modrić (@lukamodric10) December 9, 2022
El centrocampista blanco y arlequinado también lucha por coronarse como el mejor medio de la historia. Reúne todas las facetas: la técnica, el físico, la actitud y la mentalidad ganadora. "Nadie nos daba por favoritos antes del Mundial, que llegásemos tan lejos. Entre nosotros hemos tenido fe, confianza y hemos hecho un equipo", dijo el croata ante los micrófonos. Un equipo más en el que Modric lidera, hasta sus defensas ya golpean con el exterior, y ya amenazan con acabar con su siguiente rival.