MUNDIAL DE CATAR

Scaloni, un tipo común a la altura de Menotti y Bilardo

El título conseguido en Catar encumbra a un entrenador que con su perfil bajo se ganó poco a poco a todo un país.

Scaloni arenga a sus jugadores durante la prórroga. EFE/
Scaloni arenga a sus jugadores durante la prórroga. EFE
Marcos Durán

Marcos Durán

Lionel Sebastián Scaloni ya es historia para el fútbol argentino. Y no solo para el fútbol, para todo un país. Con el título conseguido en Catar se une al olimpo de César Luis Menotti y Carlos Bilardo. Llegó la tercera y llegó el tercer técnico campeón del mundo. Tras años de debates entre dos de lo más grandes, de menottismo y bilardismo, ahora llega Scaloni y con la enseñanza de Bilardo y la confirmación de Menotti le da al pueblo argentino la alegría más grande de los últimos 35 años.

Scaloni vivió el campeonato del mundo con la emoción al borde de estallar en todo el momento. Afortunadamente sus padres, que habían sufrido problemas de salud durante toda la Copa América del año pasado, están mejor. Ambos se encuentran en Mallorca descansando y no pudieron viajar a Catar. El hermano del jugador se quedó en Pujato, el pueblo que vio nacer a los Scaloni y que mostró muestras de agradecimietno continuas durante todo el torneo.

Los que sí viajaron a la cita fueron su mujer y sus dos hijos. El mayor, Ian, tiene 11 años. El más pequeño, Noah, 6. A ambos se les vio corretear con los hijos de los jugadores al término de la final e incluso Ian durante la concentración compartió mesa de ping pong con el mayor de los Messi. Elisa Montero, mujer del entrenador, también estuvo en Catar. De perfil bajo, es su primera gran aparición con su marido en público.

Como decíamos antes, Scaloni estuvo con las emociones a flor de piel durante todo el torneo. Y, ayer, explotó en lágrimas tras el penalti tirado por Montiel. En la rueda de prensa posterior, lo mismo. Y la razón fue que en su pueblo, Pujato, no estaban para festejos. "No tenemos pensado festejar si somos campeones del mundo. Todo será en su momento. Ya habrá tiempo para hacerlo", dijo el alcalde del pueblo.

Agustín Fratini, de 27 años, falleció en un accidente de tráfico hace unos días y Scaloni quiso homenajearlo. Justo después del partido ante Países Bajos, el entrenador pidió la palabra en rueda de prensa: "Mando un fuerte abrazo a la familia Fratini y a la familia Franceschetti. Lo que tendría que ser un día feliz, termina siendo muy lamentable".

Situación de contrato incierta

A pesar de que Claudio Tapia, presidente de la AFA, había anunciado la ampliación de contrato de Scaloni, lo cierto es que la firma entre el entrenador y el máximo mandatario todavía no se dio. El futuro de Scaloni al frente de la selección de Argentina es incierto, aunque todo apunta a una continuidad, como dejó entrever ayer en la rueda de prensa posterior a la final.

Ascenso meteórico

Lo de Scaloni no es casual. El resultado puede ser positivo o negativo, pero el trabajo es algo que se ve. Cuando estaba terminando su carrera futbolística en Italia, él se decidió por sacarse el carné de entrenador. El carné lo hizo en la RFEF durante dos años, el carné UEFA Pro, el máximo que se puede conseguir. Gregorio Manzano, que lo tuvo de jugador en Mallorca, ya avisaba de que lo veía como futuro entrenador.

Se retiró en Italia porque decidió que no estaba físicamente bien para jugar en el fútbol argentino, sabiendo todo lo que demanda ese tipo de campeonato, más físico. Y no quiso. Prefirió quedarse en Europa, en su Mallorca de adopción, viendo fútbol. Cuando pudo, se fue a entrenar a los infantiles de Son Caliu y después se unió al cuerpo técnico de Sampaoli en el Sevilla y posteriormente en la selección argentina, donde fue el enlace entre equipo y cuerpo técnico.

L'Alcudia, primer éxito

En el torneo juvenil que se juega en este pueblo de la provincia de Valencia, Scaloni vivió su primer torneo con una selección argentina. Fue la Sub-20, sí, pero se vieron cosas que se ven ahora: la clave es la unión y el sentimiento de pertenencia.

A partir de ahí, Tapia le dio las llaves de la selección mayor durante seis partidos, hasta 2018. Esos fueron sin Messi y en 2019, en la fecha FIFA de marzo, llega Messi tras unos partidos de descanso y comienza de verdad el ciclo de Messi en la selección... con derrota.

Scaloni con sus hijos en L'Alcudia tras ser campeón.  AFA
Scaloni con sus hijos en L'Alcudia tras ser campeón. AFA

Desde entonces, la formación de un grupo fiel fue la clave de éxito. Eso y el sentido de pertenencia del grupo. Los 45 días vividos en la Copa América, aislados en Ezeiza debido a la pandemia, terminaron de fortalecer al equipo, ganando la Copa América contra Brasil en Maracaná.

Después, la Finalissima contra Italia en Wembley. 50 mil argentinos en Londres. La comunión del equipo con la hinchada cada vez mayor. Y Scaloni lo sabía. Tras el partido contra Brasil en San Juan, habló con Messi y le dijo que la gente se estaba ilusionando mucho. Messi le dijo que había que seguir. Y siguieron, hasta ahora, hasta la gloria.