Así fue la selección de Rumanía de 1994 que lució en el Mundial de Estados Unidos

Para los rumanos el recuerdo es imborrable: el mejor papel de su selección absoluta de fútbol quedó grabado a fuego en la memoria de todos los aficionados del país gracias a una victoria épica frente al de Argentina en el Mundial de Estados Unidos de 1994 en octavos de final que tuvo un protagonista estelar, Gheorghe Hagi, conocido popularmente como "el Maradona de los Cárpatos" y que pasó por España.

Hagi era el capitán y la estrella de aquel equipo que dirigía Anghel Iordănescu, que después pasó a ser senador en el Parlamento de Rumania, pero había otros futbolistas de muy buen nivel como los defensas Dan Petrescu y Gheorghe Popescu y el delantero Florin Răducioiu.

Rumanía venía de llegar hasta octavos en el Mundial anterior, el de Italia 1990, del que fue eliminado por Irlanda en tanda de penaltis. El entrenador de aquel equipo que ya tenía a Hagi como conductor era Emeric Jenei, considerado uno de los mejores técnicos de la historia de su país junto con Iordănescu, Ştefan Kovács y Mircea Lucescu.

Hagi fue el referente de la selección rumana en tres Mundiales (Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998). También el capitán del equipo en las Copas del Mundo de 1994 y 1998 y es considerado el mejor futbolista de la historia de su país.

En el Mundial de Estados Unidos 1994, Rumanía jugó la primera fase en el Grupo A junto a Colombia, Suiza y la selección anfitriona. Debutó en el Estadio Rose Bowl de Pasadena (Los Ángeles) el 14 de junio de 1994 con un triunfo sobre Colombia por 3-1 con dos goles de Răducioiu y uno de Hagi, pero en el segundo partido sufrió un traspié importante con Suiza: un 1-4 preocupante que puso en duda la clasificación a octavos. El único gol lo marcó otra vez Hagi.

Pero el equipo se recuperó con una victoria frente a la selección local, Estados Unidos, con un ajustado 1-0 (gol del por entonces defensa del Genoa Dan Petrescu) y pasó a la siguiente fase del Mundial como puntero de su grupo con seis puntos. Le tocó en suerte un rival difícil, la selección argentina, que impactada por la exclusión de Diego Maradona por el famoso caso de dóping, apenas fue el mejor tercero del Grupo D, donde terminó con el mismo puntaje (6) de Bulgaria y Nigeria.

Y con Argentina Rumanía jugó su partido más inolvidable en un Mundial: con una actuación excepcional de Hagi, que sumó un pase magistral para uno de los dos goles de Ilie Dumitrescu y después marcó el 3-1, le ganó al equipo dirigido por Alfio Basile, que tenía futbolistas de la talla de Redondo, Caniggia y Batistuta.

En cuartos de final se encontró con Suecia, que había acabado segunda del Grupo B en la primera fase, detrás del líder, Brasil. El partido con los suecos, jugado en el Stanford Stadium de San Francisco, terminó 1-1 en los 90 minutos iniciales con goles de Tomas Brolin, gran delantero que jugaba en esa época en el Parma, y Răducioiu, que también marcó en la prórroga, finalizada con un 2-2 (el agónico gol de Suecia a los 115 minutos lo marcó Kennet Andersson) que obligó a decidir en una tanda de penaltis.

En la definición desde los doce pasos marcaron para Rumanía Răducioiu, Hagi, Lupescu y Dumitrescu. Fallaron dos defensas, Petrescu y Belodedici. Para Suecia anotaron Andersson, Brolin, Ingesson, Nilsson y Larsson, mientras que Mild, el encargado de abrir la serie para los nórdicos, desvió su penalti. Fue un final muy peleado, con emociones a flor de piel y que fulminó el sueño de los rumanos. A Suecia le cortó las alas Brasil, que lo eliminó en semifinales con un apretado 1-0 (gol de Romario) y después se consagró campeón venciendo en la final a Italia.