MUNDIAL DE CATAR

Tite ya entiende que entrena a Brasil

El seleccionador brasileño asume el giro ofensivo de un equipo con un gran caudal en ataque. El 'jogo bonito', el mejor homenaje a Pelé.

Tite celebra bailando el gol de Richarlison./Efe
Tite celebra bailando el gol de Richarlison. Efe
Samuel Silva

Samuel Silva

Brasil respira optimismo. Ni el estado de salud de Pelé, todo un símbolo para el país, frena la euforia de la 'canarinha', un combinado que transmite confianza. Tite, un seleccionador que fue acusado de conservador en otros tiempos, ha entendido a la perfección el nivel de jugadores de los que dispone. El 'jogo bonito' que siempre caracterizó a Brasil, aunque hace tiempo que se perdiera, vuelve a estar presente en sus partidos. Hasta los reiterados bailes se entienden dentro de esa felicidad que desprende el conjunto brasileño.

Aficionados brasileños celebran el pase a cuartos de final.Efe

El regreso de Neymar, la gran estrella pero sin llegar a la dependencia que pueda existir en Argentina con Messi o con Mbappé en Francia, elevó el nivel del conjunto brasileño. La apuesta de Tite en este Mundial pasa por potenciar la calidad de sus atacantes, a diferencia de campeonatos anteriores. La propia convocatoria, criticada por el alto número de futbolistas ofensivos, iba encaminada a aprovechar ese desequilibrio que tiene Brasil en el ataque. "Es el líder del equipo. Cada uno tiene una cualidad llamativa, pero es el que realza a los demás. Cuando un equipo necesita buscar a un jugador, sabe que tiene ahí a uno diferencial", indicó Tite sobre la vuelta de Neymar.

Lejos queda ese doble pivote que Tite empleó en 2018. Casemiro y Paulinho -Fernandinho apareció en algún partido- eran inamovibles en una selección que esperaba más atrás y que prefería salir al contragolpe. El planteamiento es ahora bien distinto. Sin descuidar las tareas defensivas, que quedan en manos del eje más experimentado -Marquinhos, Thiago Silva y Casemiro-, Brasil trata de aprovechar la calidad y el desborde de jugadores como Neymar, Vinicius, Raphinha o Richarlison, o también de esa segunda unidad que conforman Rodrygo, Martinelli o Antony, además de que Lucas Paquetá ejerce esa función de pegamento entre la medular y el ataque.

Raphinha, Vinicius, Lucas Paquetá y Neymar bailan tras un gol. Efe
Raphinha, Vinicius, Lucas Paquetá y Neymar bailan tras un gol. Efe

Las pruebas llegan revisando el vídeo. El primer gol partió de Paquetá, que pasó a Raphinha que centró atrás para la llegada de Vinicius. El segundo fue un penalti sobre Richarlison que anotó Neymar. El cuarto partió de nuevo de Lucas Paquetá, que pasó a Richarlison, este lanzó a Neymar que abrió más el campo para la internada de Vinicius; este se paró, miró y le puso el balón a la llegada de segunda línea de Paquetá que acabó anotando. Combinaciones entre los cinco magníficos que practican un fútbol total.

Otro ejemplo llegó en el tercer tanto. Tras el malabarismo con la cabeza de Richarlison, entre Marquinhos y Thiago Silva, los dos centrales, habilitaron al delantero, que irrumpió en el área para batir al meta coreano con un remate perfecto, antes de ponerse a bailar con Tite. "Hay que ver el atrevimiento ofensivo que tiene este equipo. Posee un gran desborde, también hay disparo, que es impresionante. Pero no hay que olvidar que esta generación ha sido trabajada por profesionales desde la base. Hay que destacar el trabajo de todos", señaló el técnico brasileño.

En un fútbol en el que la mayor parte de las selecciones optan por defender y cerrar los espacios interiores, Brasil ofrece un fútbol distinto, más en consonancia con su historia y también con los gustos de los espectadores. "Los equipos están cerrando los carriles centrales del campo, con un juego más ancho. Los equipos con mejores extremos tienen más posibilidades de ganar el Mundial", dijo Arsene Wenger, director de desarrollo global del fútbol de la FIFA, que pareció estar definiendo a esta Brasil de Tite.

La 'verdeamarela' se ha plantado en cuartos de final elevando su nivel cada vez que lo ha necesitado. El poderío ofensivo del conjunto que maneja Tite ha invitado al técnico a dejar atrás el corsé de otros tiempos para liberar a sus futbolistas. Brasil es más Brasil que nunca y eso la coloca como la gran favorita en esta Copa del Mundo.