El volcán Mbappé estalló: doblete en 97 segundos y Bota de Oro

El hat-trick del francés no fue suficiente para que los galos levantasen su segundo Mundial consecutivo. Acabó con ocho goles.

Mbappé, con la Bota de Oro del Mundial. /REUTERS
Mbappé, con la Bota de Oro del Mundial. REUTERS
Manuel Amor

Manuel Amor

La final del Mundial de Catar quedará ligada para siempre a la exhibición de Leo Messi, pero bien podría haber sido recordada como el día que Kylian Mbappé reventó las jerarquías y se encumbró como el mejor jugador del planeta. El francés marcó un hat-trick antológico para transportar a su selección a la prórroga, pero su acierto no fue suficiente para que los galos levantasen su segundo título consecutivo. Al menos, se lleva la Bota de Oro (ocho tantos) y el reconocimiento de todo el mundo del fútbol.

Cuando el volcán Mbappé estalló, todo parecía perdido para Francia. Los galos entraron mal al partido y Deschamps, enfurecido, no se esperó ni al descanso para retirar del campo a Giroud y Dembélé. De su tridente solo respetó a la única pieza capaz de ganar la partida en un movimiento: Kylian Mbappé. Su encuentro estaba siendo más bien discreto, pero le bastaron 97 segundos para neutralizar la ventaja de Argentina y devolver a la vida a Francia.

La acción que inició la reacción fue un penalti de Otamendi sobre el revulsivo Kolo Muani. Mbappé, lanzador más que fiable desde los once metros, esquivó la estirada del Dibu y convirtió el 2-1. Le bastaron unos segundos para marcar el segundo: recibió un envío de Thuram (otro de los salidos de banquillo) y empató con una magnífica volea. Su celebración, cargada de rabia, evidenció que él tampoco se creía lo que estaba ocurriendo.

Sus cifras en los Mundiales están solo al alcance de los elegidos. Su hat-trick le sirve para superar a leyendas como Villa, Thomas Müller o Batistuta y colocarse como el sexto máximo goleador de la historia del torneo (12, igualado con Pelé). Por delante le quedan Messi y Fontaine (13), Gerd Müller (14), Ronaldo (15) y Klose (16). A este ritmo, todo apunta a que les dará caza más pronto que tarde. También se convirtió en el segundo futbolista que marca tres tantos en una final (el inglés Geoff Hurst lo hizo en 1966).

Perseguía la precocidad de Pelé

En el caso de que Francia hubiese levantado el título, Mbappé se hubiese convertido en el segundo jugador más joven de la historia en apuntarse dos coronas mundiales a su palmarés. Lo hubiese logrado con 23 años y 363 días, mientras que el brasileño lo consiguió con 21 años y 237 días. Solo uno de los mejores futbolistas de la historia lo habría logrado antes que él... y eso ya habla de la magnitud de sus conquistas.