El Celta se vuelca con la Selección femenina y acaba con una norma inquebrantable en favor de las campeonas del mundo

Vigo. - La Selección española femenina juega este martes en Balaídos un partido clave en sus aspiraciones de estar en la próxima final four de la Nations League, un torneo en el que es vigente campeona. Lo hará frente a Portugal, a la que ya se midió el pasado viernes en tierras lusas. De hecho, la cercanía entre ambos destinos (entre Oporto y Vigo apenas hay una hora y media por carretera) y las facilidades puestas por el Celta han hecho que el combinado nacional no pase por Las Rozas entre los dos compromisos.

Desde que se supo que Vigo sería el escenario de un partido oficial de la Selección en este mes de abril, el club celeste se volcó con la RFEF para que la estancia en tierras gallegas fuese lo más agradable posible. Su presidenta, Marián Mouriño, se encargó de acoger a la seleccionadora nacionalcuando dio la rueda de prensa en la que desvelaría la convocatoria, que hizo desde Balaídos, y se reunió, junto a otros miembros del club, con la seleccionadora para hablar del proyecto de As Celta. Ahí prometió que la mano del Celta estaba más que tendida, algo que ha quedado claro estos días.

El club le ha abierto de par en par las puertas de sus instalaciones. Sábado y domingo, las jugadoras de la Selección se han estado ejercitando en la nueva y moderna ciudad deportiva que el equipo tiene en Mos. Allí, las internacionales han podido disfrutar del gimnasio, los diferentes terrenos de juego y todo el material que utiliza la primera plantilla del Celta día a día. "Desde que llegamos nos han tratado increíble. Las instalaciones del Celta todas comentamos que son una pasada", apuntó este mismo lunes Claudia Pina.

Y para ello, el Celta ha roto una norma autoimpuesta desde que en 2020, el año de la pandemia, estrenase su ciudad deportiva. En aquel entonces quedó claro que el vestuario del primer equipo es impenetrable. Ningún otro conjunto de categorías inferiores ni el filial tienen acceso al mismo, estén o no presentes los futbolistas de Primera División. De hecho, a pocos menos, el club instaló una puerta simbólica a pocos metros con un lema muy claro: 'O teu esforzo e sacrifico abrirán esta porta' (Tu esfuerzo y sacrificio abrirán esta puerta), destinado a todos los jóvenes de la cantera que sueñan con llegar al primer equipo.

Ese lugar sagrado se ha cedido durante dos días a las jugadoras de la Selección, que han podido disfrutar de un espacio amplio y diáfano en el que poder estar mucho más cómodas que en el resto de vestuarios que tiene la instalación. Allí, incluso, han tenido a su disposición una piscina para poder recuperarse mejor tras un entrenamiento. Desde hoy, esa estancia volverá a estar ocupada íntegramente por los jugadores del Celta, pero durante 48 horas cambió el color celeste del equipo vigués por el rojo de la Selección femenina.

Balaídos también se ha adaptado a las exigencias del combinado de Montse Tomé. Las jugadoras españolas se cambiarán en el vestuario del Celta, mientras que las portuguesas lo harán en el que habitualmente está destinado para los equipos que ejercen de visitantes en Vigo. Durante algún momento se valoró enviar ahí a las futbolistas nacionales y a las lusas a una tercera estancia disponible pero más pequeña, aunque rápidamente se decidió que España utilizaría todas las comodidades de las que disfruta el Celta.

A mayores, los trabajos del club en satisfacer las necesidades de España se han trasladado a los banquillos. Claudio Giráldez siempre utiliza en de la derecha, mientras que Tomé tiene por costumbre elegir el de la izquierda, así que los operarios han tenido que trasladar parte de la tecnología que hay en esa zona del terreno de juego para que los análisis salgan a la perfección. El Celta se ha volcado con la Selección femenina y ha puesto todo de su parte para que el partido de este martes signifique una nueva victoria para las nuestras.