El retrato de la jugadora que ha sostenido el fútbol femenino hasta saborear su explosión: "El cambio económico me llegó hace cuatro años"
Cristina Martín-Prieto, delantera del Benfica y de la Selección española, personifica mejor que nadie la clase obrera del fútbol femenino español.

A Cristina Martín-Prieto —14 de marzo de 1993, Sevilla— la 'fama' le ha llegado con 32 años. La delantera del Benfica se crio en una casa en la Barriada Juan XXIII, en Sevilla. Su padre era soldador, ya no trabaja, y su madre continúa siendo limpiadora en el hospital Virgen del Rocío. Sus dos hermanos son transportistas.
Martín-Prieto empezó a dedicarse por completo al fútbol, dejó su puesto de encargada en un supermercado, porque apenas veía a sus padres, no porque le saliera a cuenta. Porque salirle a cuenta, realmente, empezó a salirle hace cuatro años, cuando fichó por el Sevilla. La andaluza es una de las de toda la vida. Empezó marcando goles en el Sporting Huelva, cambió el club de Manoli y Antonio por el Costa Adeje, se mudó de Tenerife a Sevilla y sigue currando en el Benfica.
Ahora, y después de haberlas vivido de todos los colores, saborea la explosión del fútbol femenino. Tiene conciencia de clase, sabe de dónde viene y cuando le preguntan por el primer capricho que se dio confiesa que invitar a su madre a comer. Debutó con la Selección el año pasado y ya lleva dos goles, que han valido seis puntos. Dice que la primera vez que vio su nombre en la lista de Montse Tomé tuvieron que pellizcarla.
¿Cuánta mierda, perdón por la expresión, ha comido Cristina Martín-Prieto para llegar hasta aquí?
Mucho. La verdad es que mucha. Como me decías, al principio, no teníamos esto, ¿no? Teníamos que ir en autobús, con el colchón, con la almohada debajo del brazo. La progresión ha sido bonita, porque para mí, al final, miro para atrás y ha sido dura, pero ha sido bonita.
En un equipo con tantas estrellas, entiéndeme bien lo que te voy a decir, es como que tú representas a la futbolista de clase obrera.
(Se ríe) Yo creo que, al final, todas hemos currado mucho para estar aquí. Independientemente de que comparto vestuario con jugadoras que están en clubes que han sido profesionales antes, quizá, que yo, porque a lo mejor estaba en otro club con menos medios. Pero hemos sido todas un poco pioneras de la progresión que ha tenido el fútbol femenino en España. Y ya te digo, yo me siento orgullosa. Como tú estás diciendo, yo veo a veces a esas fotos (la del Sporting Huelva de Instagram) y digo, joder, que yo iba antes así y ahora pudiendo ir un poco mejor, más cómoda, la verdad que es un orgullo.
Tengo la sensación de que somos muchos los que se alegran de todo lo bueno que te está pasando.
Sí, mira, eso sí tengo que decirte que sí. Incluso en esta llamada, en la anterior también, que entré después por la lesión de Amaiur, me llegaron millones de mensajes de personas que dices, joder, que no es tu entorno familiar. Me llegaron millones de mensajes de que se alegraban.
La delantera del pueblo...
(Se ríe) El otro día lo estuve hablando con Esther, que siempre he hecho lo mismo, siempre he marcado goles. Eso para mí no es nuevo. Que se hayan alegrado muchísimas personas por mí, la verdad es que también es algo muy bonito. Es señal de que he hecho las cosas bien o ando haciendo las cosas bien.
En todo este tiempo jugando al fútbol, ¿te ha dado tiempo a construir algo más?
Estoy construyendo... Tú lo sabes bastante bien, yo compaginaba el fútbol y el trabajo (empezó de encargada de un supermercado). Entonces bueno, a través de eso he ido construyendo porque no sabía cuándo el fútbol se iba a hacer profesional, cuándo no, si iba a durar, si no. Entonces, como no sabes qué corta o qué larga va a ser tu carrera, porque a mí me ha venido tarde, aunque estoy en mi segunda juventud, pero me ha venido tarde, tienes que ir mirando. Y, bueno, estoy construyendo un futuro fuera de lo que ya he construido sobre el campo.
¿Se puede saber?
No, ya lo sabrás (se ríe).
Dices que a ti todo esto del foco te ha venido tarde.
Sí. Llevo un par de años que estoy viendo que es ahora, ¿no? El boom, y es lo que te he dicho antes, llevo haciendo goles desde siempre, desde los cuatro años. Yo lo he aprovechado, lo estoy aprovechando todo. Incluso, ayer, también me dijo Vicky que aprendía de mí, y ya le dije que no, que es al revés. Yo soy la que sigo y tengo que coger las cosas suyas, ¿no? Sí, me ha llegado ahora, pero estoy muy contenta.
Cuándo tu cabeza hizo clic y dijo: «Apuesto solo por el fútbol»
Pues llega un momento que mis padres vienen a Tenerife (cuando ficha por el Costa Adeje, en 2017) y se piden un mes de vacaciones. Y resulta que solo los pude ver dos días. Entonces, yo me dije, ¿merece la pena esto? Porque no sé tampoco lo que me queda de vida con mis padres. Entonces, llega el momento en el que hablo con el trabajo, obviamente, yo fui allí por el fútbol, y les dije: 'Mira, te doy un mes para que te busques a otra persona".
En ese momento no se cobraba tanto. Pero pude ahorrar y ya tenía cosas en mi cabeza, planes. Entonces, fue ahí y fue justamente en enero, el 1 de enero.
No fue por dinero, fue por pasar más tiempo con tu familia.
Es que nos pasaba tiempo con personas que habían ido allí por mí, que eran mis padres. Entonces, no. Estaba viendo que habían perdido su tiempo. Ellos habían llegado en octubre. Yo dije: 'No puedo no darles mi tiempo y soy su hija'.
¿Y cuándo llega el cambio económico? Que piensas que ya puedes ahorrar, plantearte una vida viviendo de esto.
A nivel económico, quizá, cuando ya llegué a Sevilla. En los primeros meses, mi madre me pidió que viviera con ella, después de mucho tiempo. Y, al final, pues al vivir en casa vas ahorrando, vas teniendo, yo ya traía yo también algo ahorrado. Ha sido desde hace cuestión de poquito tiempo, de cuatro años.
Cuatro años.
Sí... Pero antes, como decía, yo pagaba, ¿no? Antes pagaba y ahora me pagan. Al final, bueno, es un cambio. He vivido esta transformación y la verdad es que estoy muy contenta. También, siempre me he estado siempre administrando o guardando. Entonces, bueno, creo que he ido haciéndolo bien también y que mis padres me han ayudado.
¿Cuál fue el primer capricho que pudiste permitirte?
Como tal, de cosas así grandes, no. Porque no soy así, pero quizá para mi familia. El poder de que tenga una vida un poquito mejor. Que no sea todo trabajar, aunque mi madre quiere seguir trabajando, pero es más bien para mi familia, y quizás pues lo típico, llevármela a comer y poco más.
La última vez que hablamos, en octubre, te pregunté qué darías por ir a la Selección. ¿Cómo fue cuando te viste en la convocatoria?
Es verdad que fui a la de Oliva (la primera lista de Montse Tomé). Pero, para mí, la que tú dices es la primera que yo cuento. Pues estaba entrenando y vino el de comunicación del Benfica y para ese entrenamiento y decide decirnos que hay una persona que va con su selección. Yo pensé que sería una de las portuguesas y cuando dijo mi nombre... Se me saltaron las lágrimas, todas las compañeras se alegraron por mí, y era como, joder, cumplí el sueño.
¿Te comiste mucho la cabeza cuando no te llamaron para la anterior convocatoria, la de los partidos ante Bélgica e Inglaterra? (Martín-Prieto entró con la concentración ya empezada por la lesión de Amaiur)
Claro. Al final, todas queremos estar aquí y trabajamos para estar aquí, entonces... No verme en esa lista fue como... Como que parecía que había dado un paso atrás. Pero yo sabía que el trabajo lo tenía hecho, que todas queremos estar aquí y que era decisión de Montse. No pudo ser la primera, pero bueno, no pasa nada, dentro de 3 días vino la llamada.
¿La Eurocopa te quita el sueño? ¿Haces muchas cábalas con la lista?
Hay veces que sí, no te voy a mentir (se ríe). También te digo que tengo dos hermanos que... (se ríe). Que creo que ellos son los que más, al final siempre me van diciendo. Creo que el sueño sería más de ellos que mío si voy a la Eurocopa, imagínate (se ríe). Entonces están ahí pendientes y me van dando información, me van diciendo, pero hay veces que sí me quita el sueño porque sería ponerle la guinda, ¿no? Porque no sé lo que me queda.
De momento has marcado dos goles que han valido seis puntos. ¿Dónde tienes la camiseta del gol contra Canadá?
La tiene mi padre, además bien expuesta (se ríe). Tú entras en casa y es lo primero que ves. Lo bueno es que ha cambiado la foto de la comunión por esa, que es lo bueno.