Dean Huijsen, el 'boquerón' de Ámsterdam nacionalizado entre Málaga y Turín, será fiel a España pese a que Asencio le adelante
El central del Bournemouth se quedó fuera de la lista de De la Fuente. Koeman suspira por él, pero mantiene su palabra a Francis, Tito y Luque.

Dean Donny Huijsen Wijsmuller (Ámsterdam, 14 de abril de 2005) ha sido una de las grandes atracciones esta semana debido a la nueva lista que debía compartir Luis de la Fuente para los cuartos de la Nations League. El central hispano-holandés del Bournemouth, habitual ya en las convocatorias de la Sub-21 de Santi Denia, soñaba con dar el salto con sólo 20 años favorecido por su crecimiento en la Premier y por las bajas de Vivian y Laporte. Sin embargo, el seleccionador ha preferido optar por el madridista Raúl Asencio y abrazarse de nuevo al culé Íñigo Martínez.
El rendimiento de Huijsen en el Bournemouth, a las órdenes de Andoni Iraola, es muy tenido en cuenta por el seleccionador. Y su llamada está al caer. Pese a que comenzó la temporada sin ser fijo, poco a poco se ha ganado el puesto en Inglaterra. Por eso, y según ha podido saber Relevo de su entorno más cercano, llevaba varias semanas ilusionado con la posibilidad de acudir a la Selección, viéndose en las quinielas y cogiendo confianza sobre el terreno de juego. Pero en cualquier caso, no aparecer en esta convocatoria no supone un problema para él como, por ejemplo, ocurrió con Brahim. Estaba dispuesto a esperar porque su decisión es inamovible: va a representar a España cuente o no el seleccionador con él a corto plazo. No estar en Róterdam (ida el 20 de marzo) o Mestalla (23, la vuelta) no mina su moral.
Dean siempre tuvo claro con quién quería jugar. No se trata de una cuestión de gusto o de afinidad, sino de pertenencia. Se siente español y quiere representar la camiseta nacional. Por ello, en cuanto desde la Federación se pusieron en contacto con él abriéndole la puerta, la respuesta fue positiva. Llevaba esperando mucho tiempo ese momento y dejó a un lado a Países Bajos, equipo en el que era capitán en categorías inferiores y con el que llegó a disputar 18 partidos. Estaba convencido de su decisión antes incluso de que apareciera la posibilidad. Ronald Koeman, técnico del primer equipo al que se enfrentará España ahora quería convocarlo cuanto antes. Pero, pese a este mazazo de ver a Asencio en el puesto de Dean, tiene poco que hacer.
No hubo promesas deportivas o económicas como ocurre en estos casos. Con Huijsen, la Federación siguió su política a rajatabla: en España juegan aquellos que quieren hacerlo. Al defensa no tuvieron que convencerlo, pues la predisposición por ambas partes fue total. Tampoco su entorno aprovechó la tesitura para presionar. Podrían haber utilizado el interés de dos grandes potencias europeas para sacar algún tipo de rédito. Nada más lejos de la realidad, todo sucedió de manera sencilla.
Más malagueño que 'tulipán'
A estas alturas, todavía hay alguno que se pregunta por qué este defensa nacido en Ámsterdam, con aspecto de chico del norte de Europa, puede jugar con la Selección. Su padre, Donny Huijsen, exjugador de Ajax o AZ Alkmaar, se mudó junto a toda la familia a Marbella. Dean tenía cinco años y, desde entonces, ha considerado Málaga su casa. Se formó en la cantera del conjunto costasoleño, donde comenzó una carrera que le ha llevado a jugar con España. Recibió la nacionalidad española el 21 de febrero de 2024 gracias a unos trámites rapidísimos.
Después de su formación en el sur, Huijsen dio el salto a Italia con sus 197 centímetros, al ser una de las promesas de la Juventus en categorías inferiores y debutar con el primer equipo en el Calcio en San Siro y ante el Milan. La Roma, que le había comprado por 650.000 euros y lo dejó cedido un año en Turín, lo repescó definitivamente en la temporada 2023-24, hasta que el Bournemouth se fijo en él y pagó algo más de 15 millones de euros por su traspaso. Fue precisamente en Italia hasta donde viajaron por primera vez los responsables de la Federación para convencerle de su futuro con la Selección. Francis Hernández, Tito Blanco y Albert Luque, ya fuera de la RFEF, alternaron los viajes a Italia con otros a Málaga para tratar el tema de la nacionalización con el defensa y su familia.

Según las diversas fuentes consultadas, todo se resolvió bastante rápido para los tiempos que se manejan en estos asuntos que conllevan una nacionalización. Al no ser un jugador con experiencia en el fútbol profesional cuando se trató el paso de la doble nacionalidad, siendo Sub-19, fue más complejo que en otros casos parecidos. A fin de cuentas, había más riesgo por si luego no explotaba. Pero los informes que le llegaron a Francis de algún que otro técnico apoyaban su teoría, así que se decidió a hablar con Albert Luque para hacerle ver que había que ir a Italia para reunirse con el jugador, su representante en aquel entonces y su familia. El objetivo era explicarles el proyecto futuro que tenía pensada la RFEF para él.
El encuentro más importante se produjo en Milán, ya que esos días hubo un accidente aéreo en una exhibición en el aeropuerto de Turín. Antes de ese vuelo de Francis y Tito, y después, se mantuvo el contacto con la familia, para demostrarle confianza y credibilidad. Según los Huijsen, ese trato que luego tuvieron con Lamine, Mateo Joseph o Le Normand, fue decisivo para la respuesta positiva. Y eso que el peso del padre en su país es muy grande. La opinión de Santi Denia, que siempre fue informado de todo, también fue determinante en un trabajo en equipo en Las Rozas. Aseguró que lo llamaría en cuanto obtuviese la nacionalización y cumplió su palabra.
El propio Luque, entrevistado en Relevo la semana pasada, volvió a sacar el nombre de Huijsen: "No es tan conocido pero es el central del futuro. La pareja de centrales del futuro en la Selección la forman él y Cubarsí. Aunque ahí también está Asencio, que está pegando fuerte. Ojo a Huijsen, es un central espectacular. Hubo que ir a Italia y a Málaga para convencer a la familia. Era el capitán de las inferiores en Países Bajos, que no es cualquier cosa. Y Koeman lo quería llevar al primer equipo para que no jugara con España. Lo convencimos y es un logro importante como el de Lamine".
Su valor de mercado actual es de 18 millones de euros y cuentan que los grandes de Europa, entre los que está el Real Madrid, le tienen en sus oraciones. Su inminente debut con la Selección podría suponer que España por fin le conociera (más) y que su precio comenzara a dispararse. De ahí que sus novias estén moviéndose más que nunca.