Detrás de la foto de Alexia Putellas y Virginia Torrecilla en la Nations League

Ya había acabado el partido y las jugadoras de la Selección abandonaban, poco a poco, el césped de La Cartuja. Todavía quedaban algunas tomándose las últimas fotos con sus familiares y con sus amigos, presentes en Sevilla para el trascendental duelo. Y, en ese momento, se produjo una de las imágenes más bonitas de la Nations League. La instantánea representaba una de las amistades más sinceras del fútbol femenino español: la de Alexia Putellas y Virginia Torrecilla.

"Yo estaba saludando a Ale, con su familia, con Ainhoa y todos estos, que estaban ahí hablando con ellos, y me dijo Ale: 'Ven, ven vamos a hacernos una foto'", cuenta Virginia Torrecilla en Relevo. Y yo: '¿Dónde?' y me dice: 'Con la copa'. Le respondí que qué iba a hacer yo con la copa y me dijo: 'Sí, sí, ven'", relata.

La RFEF había elegido a Virginia Torrecilla, que tantas veces había defendido la camiseta de España (68), como embajadora de la final de la Nations League. La exfutbolista del Barça, del Atleti y del Villarreal, entre otros, fue la encargada de custodiar el trofeo en los prolegómenos del encuentro y llevarlo al escenario tras el pitido final.

La imagen, con el trofeo de la Nations League, con el cartel de la UEFA que rezaba "Winners" de fondo y con Virginia y Alexia radiantes de felicidad, dibujaba la escena perfecta. Una imagen con la que tantas veces soñó Vir, levantar un título con la Selección, pero desde otra perspectiva.

"El apoyo de Alexia siempre ha sido fundamental en mi vida. Al igual que yo también intento estar en sus momentos más duros y menos felices y eso también es fundamental, porque para mí ella es alguien muy importante", reconocía en Relevo. Ambas se conocieron en el Barça y en las categorías inferiores de la Selección. Desde entonces, se volvieron inseparables. Cuando a Virginia Torrecilla le detectaron el tumor cerebral y se vio obligada a abandonar los terrenos de juego, Alexia Putellas cogió su dorsal, el 14, y prometió llevarlo hasta que Virginia volviese a la Selección.

Cuando Virginia quería tirar la toalla, Alexia la llamó por teléfono, lloró con ella y le dio fuerzas. "Alexia, no quiero hacerme más quimios, me da igual morirme", llegó a decirle. "Me acuerdo mucho de ese día, a Alexia se le caían las lágrimas. Estábamos hablando por Whatsapp y es ella la que me llama y me pregunta que qué tal estoy y yo le digo: 'Estoy muy mal, Ale. Ya no aguanto más'. Entonces, me llamó por teléfono y nos pusimos a llorar con mi madre", relata quien habla de cuando tocó fondo.

La foto con "Ale" no fue la única. "Y, claro, ahí vinieron Jenni e Irene y ahí fue cuando les dije: 'Venga, unas fotos con las dinosaurias' y ya me puse con ellas", se ríe Virginia. al igual que con Alexia, tanto Irene Paredes y Jenni Hermoso forma parte de la vida de la futbolista del Atlético Baleares y de aquella generación que empezaba a despuntar en el fútbol femenino español.

"Me dijeron que estaban muy contentas de verme, que, obviamente, era un momento muy bonito y yo les dije que estaba muy orgullosa de ellas y que felicidades, por todo lo que estaban consiguiendo", relata la exfutbolista del Barça.

"Para mí, es un momento muy especial por todo lo que hemos vivido y porque, al final, yo también me he sentido partícipe de todo ello. Sí que es verdad que lo vives desde fuera, pero con muchas ganas y con mucha ilusión de estos Juegos Olímpicos. Y, sobre todo, porque tengo amigas ahí que me importan y que sé que para ellas también es muy importante", acaba, haciendo propia la frase aquella que dice que las amigas del fútbol son para toda la vida.