Las lecturas subliminales que deja un nuevo éxito de la Selección que ya amenaza a Mbappé y a Francia
El rey de la portería, el difícil regreso de Iñigo, el nuevo rol de Morata... España marca las pautas de lo que se verá en la Final Four de Alemania.

De forma agónica, pero España ya está en la Final Four de Alemania. La Selección superó a una aguerrida Países Bajos en una eliminatoria que necesitó una prórroga y penaltis para decidirse. Pero el resultado fue el mismo que los últimos años. La victoria de un equipo acostumbrado a la épica y que cuenta sus partidos por triunfos. De la Fuente lo consiguió a pesar de las bajas, gracias a mantenerse firme en sus ideas. De hecho, este parón deja muchos mensajes, algunos de ellos subliminales, de cara a lo que viene: luchar por la segunda Liga de Naciones consecutiva y mantener la racha triunfal tras la Eurocopa.
Para empezar, la portería. Nada cambia para el míster, que sigue con Unai Simón como referente bajo los palos. Hubo quien pensó que el del Athletic dejaba su titularidad en el aire tras la operación de muñeca. Nada más lejos de la realidad, volvió a jugar con su club y el seleccionador lo llamó en cuanto tuvo la oportunidad. Durante la eliminatoria contra Holanda, volvió a justificarse. Dos paradas en la ida y siete en la vuelta para confirmar su regreso. Y sobre todo, una tanda de penaltis que lo coloca entre los mejores deteniendo penas máximas: adivinó cuatro de seis, palmeó dos y paró uno, el decisivo para llegar a la final.
Otro indiscutido es Le Normand. El hispano-francés vive una temporada de adaptación en el Atlético e incluso ha perdido el puesto en algunos partidos en favor de Lenglet. Por ello, esta convocatoria tenía aroma a examen para él. Debía demostrar si mantenía el nivel del pasado verano o cedía en favor de un compañero. Respondió con creces en un entorno en el que nadie le discute. Se vio su mejor versión en ambos partidos e incluso jugó el segundo magullado del tobillo después de un golpe en la ida. No sólo seguirá yendo, sino que huele a titular junto a Laporte en la Final Four.
En el otro lado de la balanza, Iñigo Martínez. Al del FC Barcelona se le abrían las puertas de España dos años después de su última convocatoria y con el Mundial de 2026 en el horizonte. Unas molestias lo bajaban de la lista a última hora y, una semana después, se confirma que sus opciones son ahora incluso más bajas que antes. Ya estaban por delante Le Normand, Laporte, Vivian, Cubarsí o Pau Torres, pero también le ha adelantado un Huijsen que ha sido la revelación de este parón. Cada vez se antoja más difícil que Iñigo se vuelva a poner la camiseta de la Roja. Él sí quiere regresar, pues tiene la vista puesta en el Mundial del año que viene, pero esta última molestia resta notablemente sus opciones.
En lo futbolístico, el seleccionador dejó señales de lo que quiere y lo que no de su equipo. Para empezar, que Pedri es muy importante, pero tanto como Dani Olmo. El problema: que no quiere mezclarlos sobre el terreno de juego. Prácticamente no han coincidido con España y tanto en Róterdam como en Valencia volvió a demostrar que no le gusta juntarlos -entró uno por el otro en el segundo tiempo de ambos partidos-. El inamovible es Fabián, que lo jugó prácticamente todo.
Tiempos difíciles para los extremos... y para Morata
También se vio en estos dos partidos que cualquier extremo que vaya a la Selección tiene muy difícil jugar. Con Lamine Yamal y Nico Williams a este nivel, los Bryan Zaragoza, Bryan Gil o Yeremy Pino deben aprovechar cada minuto que tengan para demostrar que pueden aportar. De hecho, el seleccionador cambió al del Barcelona en Róterdam pero para meter a Oyarzabal, un futbolista con características muy diferentes a la de un extremo puro.
😝 ¡¡TOCA VOLVER A CELEBRAR!!
— Selección Española Masculina de Fútbol (@SEFutbol) March 24, 2025
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Respecto al vasco, sus acciones suben mientras que las del capitán Álvaro Morata bajan notablemente. El madrileño es indiscutible para el cuerpo técnico, pero la edad (32 años) y el haberse ido a una liga menor como la turca no pasan en balde. Dejó dudas en el primer partido y ni siquiera jugó la vuelta. Por ello, y viendo el nivel de un Oyarzabal que también tiene vitola de líder en la Selección, lo sucedido en estos cuartos de final invita a intuir que se van a pelear el puesto de nueve en la Final Four.
Porque el último de los mensajes que ha querido mandar De la Fuente es que nadie tiene el puesto asegurado y que no piensa tener en su equipo 'titulares por decreto'. Se ha animado a sacar del once a Morata o a Pedri. También a cambiar a Lamine u Oyarzabal. En dos partidos ha utilizado a 20 futbolistas, y no por una cuestión de repartir minutos sino porque realmente confía en todos sus pupilos. Sus decisiones, que a veces pueden parecer arriesgadas, casi siempre salen bien y vuelve a salir reforzado del parón. Tanto él como una Selección que opta a su tercer título en tres años.
Ahora, la Francia de Mbappé y compañía (5 de junio en Stuttgart). Otro reto para el equipo nacional con el recuerdo de haberles eliminado en la última Eurocopa pero, algo más lejano, el aroma a revancha de esa Nations League de 2021, en la que con Luis Enrique todavía en el banquillo cayeron en la final por 2-1 con cierta polémica. Cuatro años después se vuelven a citar en el torneo continental con dos generaciones frescas y algún repetido. Lo que sí ha cambiado es el estatus de esta España, que parte como favorita en una Final Four en el que otras tres potencias, Alemania, Portugal y la ya citada Francia, quieren bajarla del trono.