PAÍSES BAJOS - ESPAÑA

Rafael Louzán se estrena al frente de la Selección con agenda de ministro y al más puro estilo Obama

El presidente de la RFEF viaja con el equipo, tiene cerradas numerosas reuniones estos días y quiere estar encima del fútbol sala en Murcia entre actos protocolarios con Países Bajos.

Rafael Louzán, junto a De la Fuente y los capitanes de la Selección, el pasado lunes en Las Rozas. /RFEF
Rafael Louzán, junto a De la Fuente y los capitanes de la Selección, el pasado lunes en Las Rozas. RFEF
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Se lo dijeron hace tiempo, en un principio dudó al verlo una exageración y ahora ya ha podido comprobar que es la única verdad: ser presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tiene más importancia que ser uno de los ministros del Gobierno.

Con poco más de tres meses en el cargo, Rafael Louzán ya ha podido ratificar que, después de muchos años como político del Partido Popular y como presidente de la Diputación de Pontevedra, es ahora cuando todo el mundo le conoce de verdad y cada uno de sus pasos cobran una importancia nacional y no local. Quizás por eso, y por otras muchas cosas (salario de 378.521 euros brutos, cómoda vida entre Galicia y la capital...) no esté tan claro eso que creen algunos en la RFEF de que puede estar de paso y de que sus verdaderas aspiraciones se centran en ser uno de los escuderos de Feijóo si asalta la Moncloa.

Louzán recibe a la Selección en Las Rozas. Sefutbol

Le está gustando mucho esta experiencia. Hay algunos futbolistas de la Selección, por poner un simple ejemplo, que hasta el pasado 16 de diciembre no sabían ni su nombre y preguntaban confundidos por el sucesor de Luis Rubiales, pese a que había estado como barón de la territorial de Galicia muchas veces alrededor del equipo, y sin embargo ahora le saludan con simpatía y le han deseado suerte en su mandato hasta 2028. Tras más de un año a la deriva, todo el mundo tiene claro quién manda en la casa. Y, además, siente que está contribuyendo a pacificar la institución.

Por eso desde ayer fue una de las atracciones en la expedición de la Absoluta rumbo a Róterdam, donde esta noche se disputa la ida de los cuartos de final de la Nations League ante Países Bajos (20:45, La 1). El gallego se estrena en un partido oficial de España (con el equipo masculino, ya lo hizo con el femenino) y tenía como objetivo prioritario estar cerca de la plantilla desde el primer al último minuto. En el anterior encuentro de la Roja, en noviembre, estuvo cerca pero no dentro ya que aunque tenía entre ceja y ceja ser presidente aún no estaba claro que lo fuera a ser. Ahora que ya es el mandamás oficial, quiere que su liderazgo cale desde los despachos a los vestuarios.

Si el lunes dio una pequeña charla al equipo en la Ciudad del Fútbol desde el corazón ("sois los que más unís este país") e hizo un corrillo al final con Luis de la Fuente y los capitanes en este stage (Morata, Ferran, Unai Simón y Oyarzabal), en estas últimas horas ha ido acercándose poco a poco al resto del personal alrededor de la Selección a los que no ha podido dedicarles mucho tiempo, tanto del staff como del cuerpo médico. Una de sus preocupaciones radicó en cómo se habían apañado estos días con los cambios introducidos en Las Rozas, y en sus costumbres, por las obras en las cocinas de la Residencia que obligó a contratar una portátil. También pudo charlar algo más con los técnicos a los que renovó recientemente hasta 2028. Tuvo gestos de cariño y respeto con los más veteranos y deseo suerte a los recién incorporados.

Al frente de la expedición

Tras esta puesta en escena, Louzán llegó ayer a Madrid procedente de Sevilla, donde tuvo varios actos protocolarios visitando al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y las obras de mejora de La Cartuja, además de reunirse con el presidente del Betis (Ángel Haro), con el alcalde de la ciudad (José Luis Sanz) y con el nuevo presidente de la federación andaluza (Pedro Curtido) una vez que empujaron a salir a Pablo Lozano. Pese al cansancio acumulado, fue puntual para subirse al avión que salía de Barajas a las 17:00 y, ya acostumbrado a su rol institucional, no dejó de estrechar manos, sonreír a todos e intentar contagiar un perenne estado de optimismo que ya de por sí era elevado pero que la sentencia del Tribunal Supremo a su favor, absolviéndole el pasado mes de febrero, lo ha catapultado. Todo el personal, desde directivos a futbolistas, valoran una cercanía alejada del protagonismo, como el mismísimo Barak Obama, aunque hay a quien le escama tanta foto política —con banderas como atrezzo incluidas— alejada del deporte.

Louzán, junto a De la Fuente, en la charla del lunes a la Selección.  RFEF
Louzán, junto a De la Fuente, en la charla del lunes a la Selección. RFEF

En ese anterior viaje a Tenerife de hace cuatro meses, Louzán no quiso acercarse demasiado a la plantilla. Por lo tanto, es ahora donde, por primera vez, ya ha ejercido con plenos poderes y en ese contacto se ha volcado en el Hotel Nhow de Róterdam. Los cargos federativos que le acompañan ya tendrán su momento en la mañana de este jueves, antes del almuerzo con Países Bajos, y en los prolegómenos al encuentro de vuelta del domingo en Mestalla porque el gabinete de presidencia de Louzán ha cerrado varias reuniones de trabajo antes de acudir a De Kuip, donde asistirá al partido y dará aliento a la Selección.

Aprovechando que la expedición no regresará el viernes a Madrid, sino que volará directamente a Valencia a las 11:00, Louzán podrá seguir haciendo frente a su apretada agenda para poder cumplir con varios compromisos. Más allá de atender actos programados relacionadas con las ayudas de la Federación a los afectados de la Dana y revisitar las reconstrucción de las instalaciones deportivas que hay puesta en marcha, el presidente de la RFEF estará el viernes en los dos partidos cuartos de final de la Copa de España de fútbol sala que se disputa en Murcia (a las 19:00 y a las 21:00) y que empieza esta noche. La Sub-21 también juega en Lorca ante Chequia, pero Louzán prefiere centrarse en el fútbol sala ya que los de Santi Denia tienen un simple amistoso más y lo del Palacio de Deporte es oficial, y además porque los clubes de esta especialidad andan revueltos y conviene estar cerca de ellos.

El domingo volverá a tener un encuentro con los directivos de Países y regresará a la capital ya de madrugada, tras el partido de vuelta, en un AVE especial junto a los futbolistas que RENFE fletará para la Selección. Louzán cerrará así su primera concentración como presidente en la que se decidirá si la Roja juega en junio la final four de la Nations League o ya tiene vacaciones hasta la fase de clasificación del Mundial 2026 que arranca el próximo mes de septiembre. Buen momento para comprobar este fin de semana si su actual y reconocido cargo es mejor o peor, más gratificante o espinoso, que el de cualquier ministerio por reputado que sea.