NATIONS LEAGUE | ESPAÑA 3 - PAÍSES BAJOS 0

La RFEF invisibiliza el partido más importante de la Selección en España con una "nefasta" promoción

La nula promoción de las semifinales de la Women's Nations League provocó que no se llenase ni medio estadio.

Las gradas de La Cartuja instantes antes del comienzo del partido. /Relevo
Las gradas de La Cartuja instantes antes del comienzo del partido. Relevo
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Jueves, 22 de febrero. 11:45h. Falta un día para que la selección femenina de fútbol dispute el partido más importante de su historia en suelo español. Cogemos un taxi en la estación de trenes de Santa Justa dirección al estadio. "Los días grandes esto se pone... Pero mañana, sin más", cuenta el taxista. Su respuesta es el preludio al ambiente de los próximos dos días. En el estadio, parecido. La Cartuja es particular. Está alejado de la ciudad, sus accesos dejan mucho que desear, en su interior, alberga un centro de diálisis, una academia, un centro de CrossFit y un hotel. Y casi nadie -o muy pocos- saben del partido.

Ni en el estadio ni el hotel ni en la ciudad. Ni tampoco el día del partido. Basta con darse una vuelta por el centro de Sevilla para darse cuenta. Ni un sólo cartel anunciando el encuentro, tan sólo alguno en las marquesinas de autobuses cercanas al estadio. Tampoco ayudaba la fan zone, instalada para el fin de semana (el anterior y este), cuando los partidos se juegan un viernes y un miércoles.

"¿Hoy hay fútbol? Imposible, si el Betis jugó ayer y el Sevilla, el domingo", responde un ciudadano. Los hay -los que menos- que sí saben del partido y que se enfadan por la nula promoción del partido. "Si esto fuese el fútbol masculino, el Ayuntamiento tendría que haberse movido. No hay sensación de que la selección juegue en Sevilla", responde un camarero de una céntrica azotea en pleno casco antiguo.

Gradas semivacías y ¿entradas agotadas?

Llegan las 21:00h, el partido. Antes del mismo, por la mañana, la RFEF había informado a los medios de comunicación que se habían vendido unas 14.500 entradas. Sin embargo, y siempre según el ente federativo, hubo 21.856 espectadores. Una entrada mucho mejor de la que se esperaba (aunque no fuese ni la mitad del estadio, con aforo para unas 58.000 personas) y que supone el récord de asistencia a un partido del combinado nacional femenino de fútbol en nuestro país.

Porque en las horas previas al partido, la web en la que se vendían las entradas decía lo contrario, con casi todas las zonas -menos las de la categoría 4 (cinco euros)- agotadas. La historia resultaba familiar. Sucedió lo mismo en Pasarón, en Málaga y en la final de la Supercopa de España, recientemente disputada en Leganés.

El tema de las entradas tiene su miga. En Francia, donde se disputa la otra semifinal, las entradas salieron a la venta el 20 de diciembre. En Países Bajos, donde la selección neerlandesa disputará la final de la Nations League en caso de ganar a España, las localidades salieron a la venta el pasado 12 de enero. ¿Y en España? El 31 de enero, poco más de 20 días antes del partido. Además, durante gran parte del día resultaba misión imposible comprar las entradas para el encuentro vía ordenador. La web estaba caída y tan sólo funcionaba a través de la pantalla de un móvil. Además, la RFEF repartió códigos de descuento entre las administraciones públicas en los últimos días con la intención de mejorar la asistencia al estadio.

Captura de la web de la RFEF.  RFEF
Captura de la web de la RFEF. RFEF

En un intento desesperado de que la Cartuja luciese otro aspecto, la RFEF le pidió ayuda a las federaciones territoriales... 48 horas antes del partido. La surrealista escena se produjo en la Comisión Gestora celebrada ayer en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Una llamada de auxilio que algunos presidentes recibieron con incredulidad, otros con estupor y otros desde el más absoluto desconocimiento, restándole importancia al partido. Cabe recordar que el partido se movió de sede un par de semanas antes ante la negativa del Cádiz de cederle su estadio a las campeonas del mundo.

Lo cierto es que las que volvieron a pagar fueron ellas. La Cartuja presentó un aspecto impropio de la importancia del partido, al igual que la promoción del mismo. Una vez más, se puso en evidencia que mientras los éxitos deportivos se acumulan en las últimas fechas -España logró clasificarse para los Juegos Olímpicos por primera vez es u historia-los desastres extradeportivos, también.