NATIONS LEAGUE

La Selección baja a tierra a Markel Zubizarreta en tres meses

El director de fútbol femenino de la RFEF se ha encontrado un panorama muy diferente al que vivía en el Barça.

Markel Zubizarreta, durante su presentación como director de fútbol femenino de la RFEF. /RFEF
Markel Zubizarreta, durante su presentación como director de fútbol femenino de la RFEF. RFEF
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Pocos días después de su presentación, Markel Zubizarreta y Gonzalo Rodríguez (su segundo) se tomaban unos churros -literalmente- con los periodistas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. En aquella charla informal, el nuevo director de fútbol femenino de la RFEF decía que tanto él como Gonzalo aterrizaban en la capital para "ponerlo todo en cuestión", siendo "disruptivos y transgresores". Mencionaba los aspectos positivos -"viajan en unas condiciones, flipamos. Ni el primer masculino del Barça"- y ocultaba los negativos -"esos me los quedo para mí"-.

Tres meses después, son esos últimos los que están marcando sus primeros días al frente del fútbol femenino de la RFEF. Porque acostumbrado al caviar, cuesta comer chóped. Si en el Barça Markel Zubizarreta acumulaba elogios y el club culé se convirtió en un ejemplo, el exdirector deportivo culé ha aterrizado en un Selección con un panorama muy diferente. "Me he encontrado un contexto que desde fuera engaña un poco. Algunas cosas son de súper élite, otras se pueden mejorar", confesaba en La1.

Exigente y comprometido con la causa, Markel ya ha comentado en su entorno que aún queda mucho trabajo por hacer y que hay situaciones y circunstancias muy arcaicas. El terremoto que se está viviendo en la RFEF -inmersa en pleno proceso electoral- tampoco ayuda. A pesar de haber experimentado una situación similar en el Barça (vivió la profesionalización de su sección femenina), el contexto, el momento del fútbol femenino (en una etapa muy embrionaria) y la repercusión del mismo eran diferentes.

Una colección de desastres

"No te pido que pares los tiros que vayan dentro, pero, por lo menos, no te metas los que vayan fuera", le dijo Di Stéfano a uno de sus porteros del Valencia cuando entrenaba al conjunto che. Pues algo similar ocurre en una RFEF que acumula chapuzas. Porque fue llegar y besar el santo. Markel Zubizarreta debutó en aquella fatídica derrota de España ante Italia. El nuevo director de fútbol femenino de la RFEF presenció desde el palco cómo el combinado nacional saltaba al campo con 10 jugadoras.

Días después, Markel (muy poco amigo de los medios de comunicación) hablaba en La1 antes del partido que enfrentó a España ante Suecia. "Hemos hecho el análisis de lo que pasó y es algo que no puede volver a suceder", afirmaba con el rostro muy serio.

Pero es que en la siguiente convocatoria (la actual) la situación no mejoró. Apenas unos días antes de la celebración de la semifinal de la Final Four de la Nations League, la RFEF anunciaba que cambiaba de sede. Un contrato sin firmar y la negativa del Cádiz a cederle su estadio a la Selección obligaban a las de Montse Tomé a cambiar Sevilla por la capital gaditana. Una situación que criticó -duramente- Andries Jonker, el seleccionador holandés (el rival de España): "Estamos hablando del campeón del mundo. Es realmente increíble. Lo leí todo mientras sacudía la cabeza".

Los incendios con el Barça

A nadie se le escapa que la relación entre el Barça y la RFEF no es la mejor. A pesar de que su incorporación en el ente federativo podría haberse interpretado como un acercamiento entre ambas partes, parece todo lo contrario. El tema de las lesiones es el principal punto de conflicto entre el club culé y la federación. La de Irene Paredes en la última convocatoria y el caso Alexia Putellas en la presente, han vuelto a agitar el avispero.

Desde Barcelona llaman especialmente la atención puesto que durante la etapa de Markel Zubizarreta en el Barça, el actual director de fútbol femenino de la RFEF fue especialmente crítico con la gestión del tema de las lesiones, de las altas y las bajas médicas y de la carga de minutos de las jugadoras culés.

Montse Tomé no es «su entrenadora»

Otro punto a tratar es el de Montse Tomé. Cuando Markel aterrizó en la RFEF, la entrenadora asturiana era la seleccionadora nacional desde hace un par de meses. A pesar de que Montse continúa en el cargo, lo cierto es que no es "su entrenadora" y la sensación es que su presencia en el banquillo de la Selección no tiene pinta de que vaya a ser duradera y que en cuanto pueda prescindirá de su labor.

Los resultados deportivos le avalan: la clasificación para la Final Four de la Nations League. Sin embargo, la gestión del asunto Aitana (cuando Montse Tomé y la Balón de Oro tuvieron sus más y sus menos en el descanso del partido entre España e Italia, que acabó provocando que la selección saltase al campo con una futbolista menos) no gustó del todo y podría haberse interpretado como una falta de liderazgo y de autoridad en el vestuario.

A pesar de que no le "gusta ir en chándal" porque "él no es el entrenador", a Markel sí que le gusta pisar el césped. Es habitual verle en los entrenamientos del combinado nacional, sentado en uno de los banquillos o en alguna de las ruedas de prensa de Montse Tomé, como en la que la seleccionadora nacional desveló la lista de convocadas para la Final Four.

Si echamos la vista atrás, al día de su presentación, parece que la situación y todo lo que rodea a la Selección lejos de mejorar, ha empeorado (amén del caos que llevan implícitas las siglas RFEF). El único punto positivo de los primeros meses de su gestión podría ser el acercamiento a 'Las 15', tal y como desveló Relevo y más tarde afirmaron tanto él como Montse Tomé. Si bien es cierto que tres meses podrían no parecer suficientes para que los cambios fuese notables (al menos, de puertas para fuera), sí que lo parecen para frenar la hemorragia esa hemorragia de errores. Como decía Di Stéfano...