NATIONS LEAGUE

El vestuario de la Selección navega entre los nervios y la excitación: "Nos sentimos favoritas, pero es contraproducente"

España puede jugar por primera vez en unos Juegos Olímpicos. Un sueño para una generación que no ha dejado de derribar barreras.

Jenni Hermoso, jugadora de la Selección, durante la concentración de España en Las Rozas. /RFEF
Jenni Hermoso, jugadora de la Selección, durante la concentración de España en Las Rozas. RFEF
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

"Ganas". Irene Paredes no duda ni un segundo para responder a la pregunta de qué se respira en el vestuario de la Selección. "Se respiran ganas de competir, de llegar bien y preparadas para poder ganar, teniendo en cuenta que es un partido muy complicado para poder ganar", aseguró la capitana de la Selección durante su entrevista con Relevo. Sus palabras entremezclan esas dos sensaciones que hacen latir a La Roja de cara al partido más importante de su historia en suelo español y a uno de los más decisivos de su historia.

En juego no sólo está levantar el trofeo de la Women's Nations League -si gana los dos partidos, semifinales y final-. La Selección podrá conseguir su primer billete para los Juegos Olímpicos. Los primeros que disputaría España. Los primeros para una generación que ya ha derrumbado varias barreras y que, tras ganar el Mundial, mira a esta cita olímpica con la máxima ilusión.

Por ello, esta palabra -ilusión- se repite en todas y cada una de las entrevistas que han concedido las jugadoras de la Selección en la previa de esta 'final four'. "Cuando era pequeña, veía los deportes cuando se jugaban los Juegos. Claro que lo comentas con la familia, con la gente que te rodea... Sería algo muy bonito poder estar en ellos", apuntó Laia Aleixandri en una entrevista con Radio Marca.

«Voy a pelear hasta el final»

Una idea en la que también se movió Irene Paredes: "Cuando era niña no soñaba con estar en unos Juegos Olímpicos porque no lo veía ni como oportunidad. Casi lo veía más cuando hacía atletismo. El ver ahí el quizá puedo ser porque ahí sí que había mujeres y mujeres que llegaban a las mínimas. En el fútbol no lo veía, pero en el momento que se ha abierto esa oportunidad tengo claro que lo voy a pelear hasta el final para estar ahí".

Una euforia por poder estar en París 2024 que es comedida, a falta de cumplir con este reto. Porque a la presión personal de cada una, con el sueño de disputar unos Juegos Olímpicos, se añade una deportiva extra. "Nos sentimos favoritas, pero darnos galardones es contraproducente. Sentimos que somos una privilegiadas de poder luchar por algo especial otra vez". confesó Alba Redondo en rueda de prensa.

Para conseguirlo, la Selección sólo tendrá que plantarse en la final tras imponerse a Países Bajos. Que no es fácil, pero La Roja ya demostró su nivel al imponerse a las neerlandesas en cuartos de final del Mundial en Nueva Zelanda y Australia. Ahora, queda una prueba de fuego tras unos meses en los que este equipo ha superado todo tipo de barreras y duras situaciones: dura concentración de Oliva, un pacto histórico, el supuesto error informático, el malentendido en el descanso ante Italia, convocatorias polémicas, cambio de sede...

La Selección ha ido esquivando todas estas piedras en su camino hasta plantarse en esta final con la máxima ambición. Con nervios y euforia que van desde las jugadoras al staff, con una Montse Tomé que afronta un objetivo clave para su futuro. Y con un objetivo común con el que volver a hacer historia.