ENTREVISTA

Nico era el 'nuevo Hagi' antes de dos cruzados y la Isla de las Tentaciones: "El Real Madrid me dijo que era la primera vez que un jugador así cogía y decidía irse"

Nicusor Craiu brilló en Valdebebas y con Rumanía: "Escribieron que iba a costar más que Kaká. Pero tío, si tengo 14 años, qué barbaridad".

Nicusor Craiu en la entevista para Relevo. /Salvador Fenoll
Nicusor Craiu en la entevista para Relevo. Salvador Fenoll
Jonás Pérez
Salvador Fenoll

Jonás Pérez y Salvador Fenoll

Nicusor Craiu, por todos conocido como Nico (Rumanía, 1999), saltó al primer plano mediático por aparecer en la Isla de las Tentaciones como uno de los protagonistas de la cuarta edición. Sin embargo, si no fuera por las malditas lesiones, probablemente le pararían por la calle como un futbolista de élite, internacional absoluto y quién sabe si miembro de un equipo de primer plano europeo. Desde luego, él estaba recorriendo ese camino, siendo capitán en la cantera del Real Madrid, batiendo récord de goles en la cantera del Rayo Vallecano o ya entrenando con la Sub-21 de Rumanía siendo muy pequeño. Un país donde era considerado casi una deidad, el "nuevo Hagi", con "la velocidad de Messi, la fuerza de Ronaldo y la inteligencia de Iniesta". Sí, así era, literal, en la prensa rumana y con solo 14, 15, 16 años. "Escribieron que iba a costar más que Kaká. Pero tío, si tengo 14 años, qué barbaridades están poniendo", reflexiona ahora.

El destino y un sinfín de infortunios llevaron a Nico de rozar la gloria a colgar las botas antes de tiempo y dar el salto a la televisión. Algo que aún le atormenta: "No he llegado a superar no haber sido futbolista". Ahora, en una entrevista en Relevo desvela su historia. Una gran historia desconocida por el público general y que bien podría dar para un programa de televisión que tiene atrapado a todo el país al otro lado de la pantalla cada lunes por la noche. Porque, literalmente, su vida fue de película. Nada más llegar al Real Madrid grabó un anuncio con Kaká. Fue el "ojito derecho" de Solari. Y Cristiano Ronaldo le 'echó' de la sala del fisio. Él, como venganza involuntaria por la situación, firmó un episodio surrealista: "Me preguntó que cómo me llamaba, respondí que Nico e, inconscientemente, con los nervios, le dije: '¿Y tú?'".

No todo fue de color de rosas. Salió del club "por ego" y le lanzaron un aviso: "El director de cantera me dijo que ningún jugador se iba del Madrid, sino que el Madrid lo echaba. Que era la primera vez que un jugador que estaba bien, que era valorado, que estaba jugando, cogía y decidía que se iba". Tanto lo intentó la entidad blanca que hasta bromeaba: "El Madrid me dijo para renovar: '¿Quieres fumar, beber, qué quieres?'". El salto al Villarreal venía con la esperanza de estar pronto con los mayores. De hecho, entrenó con Marcelino García Toral. Pero se rompió el cruzado, y al regresar, se lo volvió a romper.

Una pesadilla y más lesiones: "Tras dos cruzados, en un sprint noto un crujido. Me fui a los vestuarios sin decir nada. Se acabó, no puedo más". Entonces llegó un nuevo infierno, con el Real Madrid sin liberar sus derechos de formación, que le impedían jugar en otros países: "Volví a España porque empecé a tener una depresión de caballo". La Isla de las Tentaciones fue un cambio radical en su vida, pero Nico seguía empeñado en vivir el deporte: "En la isla pedí material, iba a entrenar, no iba a tomar una gota de alcohol". Tras salir, por fin notó esa "paz" que nunca había sentido con el fútbol y se despidió del césped que había marcado su vida. Ahora, años después, Nico se manda un mensaje a sí mismo: ""Veo a Lamine y se nota que está disfrutando. Me daría ese consejo".

Nico habla de sus salida del Real Madrid. Relevo

¿Quién es Nico más allá del Nico que todo el mundo conoce de la Isla de las Tentaciones?

Soy Nico, tengo 25 años y la gran mayoría de la gente me conoce por entrar a un programa de la televisión, la Isla de las Tentaciones. Pero antes de eso la gente de mi entorno me conocía porque me he dedicado al fútbol toda mi vida. Desde bien pequeño, desde que llegué a España desde Rumanía, con tres añitos. He jugado al fútbol hasta los 22 años. Se me dio la oportunidad de entrar al programa y en ese momento me desvinculé del deporte y ya empecé en la televisión.

¿Qué relación tienes a día de hoy con el fútbol?

Ahora mismo cero porque básicamente en cuanto dejé el fútbol hubo un momento en el que me di cuenta que no lo he llegado a superar. No he llegado a superar no haber llegado a ser futbolista. Hay dos caminos. Seguir un poco vinculado porque al final yo amaba y amo el fútbol o no. Como no lo llegué a superar, no quise saber nada ya de eso. Todo lo que venga de ahora en adelante, lo afronto con felicidad y con trabajo. Pero es verdad que me quise desvincular totalmente porque me hacía bastante daño psicológicamente.

¿Ya has descartado dedicarte al fútbol en un futuro o te pica el gusanillo de volver al césped?

Bueno, un año después del programa, mis amigos estaban jugando en un equipo de Primera Regional y estuve probando tres o cuatro meses. Pero inconscientemente era todo un "por qué estoy aquí, ostras, por qué no juego como antes". Mi cabeza no llegaba a asimilarlo y después de ese tiempo lo volví a dejar. Pienso que volver a retomar el fútbol como jugador ya es prácticamente imposible. Pero siempre me ha gustado estar vinculado por ahí. Por ejemplo el tema de la representación me gusta mucho, empezar con el nivel 1 de entrenador, pero más cuando mi cabeza esté preparada.

"No he llegado a superar no haber sido futbolista"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

Así que no ves con malos ojos ser entrenador y poder ayudar a los chavales que puedan pasar lo que pasaste tú.

Sí, obvio. Sigo viendo fútbol todos los días, me encanta, soy del Real Madrid. Aunque jugué allí, nunca he dejado de ser del Real Madrid. Lo que me pasó a mí, que el punto de inflexión fueron las lesiones, hoy en día hay muchísimos chavales que lo sufren. Cada vez hay más lesiones graves. Desgraciadamente, cada vez le pasa más a los chavales. Me gustaría estar en la otra parte y poder contarles mi experiencia, cómo lo afronté yo o al menos cómo debería haberlo afrontado.

¿Cómo dirías que acabaste tu carrera deportiva: triste, quemado, decepcionado…?

La palabra fue decepcionado. No decepcionado conmigo mismo, sino con el fútbol. Por eso digo que no quiero saber nada del fútbol, porque para mí estaba haciendo todo lo que estaba en mis manos. No era un chaval al que le gustara salir de fiesta, me gustaba la vida estable, trabajar, tenía mi nutricionista, mi psicólogo… Era muy casero. Por mi cabeza solo pasaba entrenar, dormir, descansar, jugar… Entonces el no llegar para mí fue una decepción. Ostras, por qué a mí si estoy haciendo todo lo que está en mis manos.

Debe ser horrible. Desde muy pequeño te dedicaste al fútbol. Tus inicios fueron en la cantera del Rayo Vallecano. Los datos eran tremendos. Marcaste 79 goles en la primera temporada. Subiste a jugar con chavales mayores que tú, fuiste pichichi otra vez. Marcabas de cabeza pese a no tener un físico privilegiado con respecto a los demás…

En esa época me fijaba mucho en Agüero, y eso que era madridista (ríe). Tampoco era él un delantero muy alto. Yo en el Rayo jugaba de delantero y me fijaba en todos sus movimientos. Yo era muy fuerte físicamente, pese a no tener mucha altura. Así empecé en la cantera del Rayo. Me pasó que todo fue muy rápido. No llegaba ni a pensar lo que estaba pasando en ese momento. El primer año hice 79 goles en benjamines y me subieron de categoría. Antes de eso me llamó el Real Madrid, pero decidimos seguir en el Rayo porque en esa época salían muchos jugadores de allí. En el año en el que juego con una categoría mayor fue brutal. Estaba jugando contra todos. Me acuerdo que jugábamos en 4-4-2 y poco a poco me fui yendo para atrás. Era un segundo delantero por el tema de la altura y tal. Y me volvió a llamar el Madrid.

Nico habla de la presión que sufria de niño. Relevo

79 goles. Eso debió ser un récord.

No sé si a día de hoy sigue siendo récord. Pero lo que sí sé es que en ese momento en esa categoría nadie había marcado tantos goles. Había un entrenador que me marcó mucho, le llamábamos 'el Rubio' y ahora está en Polonia. Me decía que era como un escorpión, que todo lo que cazaba lo metía. Se me daba bien la izquierda, la derecha, por arriba, caía por las bandas… Me gustaba ser un jugador súper completo. En ese momento tuve un boom porque nadie había marcado tantos goles. No sé si sigue a día de hoy.

Y rechazaste al Real Madrid. ¿Cómo se rechaza al Madrid y siendo un niño?

En ese momento, yo no tomaba solo la decisión. Mi padre me ha marcado muchísimo desde muy pequeño. Él fue futbolista de Primera División de Rumanía. Antes del Rayo jugué al fútbol sala porque mi padre tenía su carrera marcada y quería que yo fuera futbolista. Fue paso a paso, me marcaba lo que quería que pasase. El año en el que el Rayo me sube de categoría viene el Madrid, pero dijimos que aún no era el momento. Si me querían ahí, si seguía progresando me iban a seguir queriendo. No iba a haber problema. Yo tenía once años en ese momento y claro, dije: 'Soy del Madrid, voy al estadio, llevo siendo del Madrid desde muy pequeño'. Para mí no cabía en la cabeza decirle que no, pero fue una decisión buena porque al año siguiente vinieron con la misma oferta y en ese momento ya no nos lo pensamos.

Ahí ya sí que sí tenías que dar el salto. Venías de dominar con chavales mayores que tú.

Yo ya era alevín y entonces ya sí era el momento. Aparte hacía kárate, estaba forjándome físicamente también. Ya mi padre me decía que no iba a ser delantero, sino que iba a jugar en el centro del campo. En el último año en el Rayo, seguía un poco de delantero. Pero cuando me llaman ya… Ese verano me perdí la pretemporada porque estuve haciendo una película: 'El sueño de Iván'. Iba de fútbol. Se grabó en Alicante y ostras. 'Papá que voy a llegar tarde a mi primer año con el Madrid'. Yo ya iba cagado. Quería que saliese todo perfecto, pero me dijo que no me preocupase.

Vaya reparto 'El sueño de Iván'...

Ya te digo. Estaba el hermano de Mario Casas, Óscar. Estaba Resines, Fernando Tejero… Me estaban pasando cosas que sinceramente no era capacidad de asimilarlas.

¿Cómo es llegar al Real Madrid?

El principio fue duro porque el Madrid jugaba 4-3-3. Era la época de Mourinho, que jugaba con un 4-2-3-1. Yo venía del 4-4-2. En el Madrid había dos delanteros fuertes y grandes y el primer entrenador que tuve, Santi, me dijo que yo tenía que jugar en el centro del campo. Esa posición en ese momento me costó un poco asimilarla. Fueron dos o tres meses que me costó bastante. Pero como venía de jugar con chavales un año más mayores que yo, físicamente estaba muy bien. No me costó mucho adaptarme al final. El primer año fue bastante rodado.

La vida en el Real Madrid era de película. Nada más llegar grabaste un anuncio con Kaká.

Fue todo de seguido. Justo después de la película. Kaká ya había fichado por el Real Madrid y estaba grabando para una marca de galletas italianas. Se grabó en Valdebebas y me acuerdo de que éramos dos o tres chavales. De ellos ninguno estaba jugando en el Madrid, eran de otras canteras. Kaká jugaba en mi posición, venía de ganar dos años atrás el Balón de Oro… Para mí eso fue brutal.

Nico habla de las ultimas palabras que recibió en Valdebebas. Relevo

¿Le pediste algún consejo a Kaká?

No porque tampoco podíamos estar así… Él todavía no tenía un español muy fluido. Lo que se veía en la tele es lo que era, una persona muy cercana, aunque muy tímido y muy suyo. Tampoco hablamos mucho. Pero sí que me acuerdo de que los dos chavales que estaban grabando conmigo, con toda la humildad, no eran muy buenos técnicamente. En un momento en el que nos quedamos fríos empezamos a dar pases y Kaká me dijo que íbamos a hacer una apuesta. En una parte del anuncio, Kaká rompía la red de tirar muy fuerte. Había un círculo hecho en la portería y estábamos en medio campo de fútbol 7. Me dijo que si la metía por el agujero desde ahí, luego nos haríamos una foto. Recuerdo estar al lado suya y el director diciéndome: 'No le molestes'. Y yo respondía: 'Si no estoy haciendo nada'. Tiró desde el mediocampo y la metió literalmente por el hueco. Yo estaba flipando.

Entraste como en una nueva dimensión.

Además era la época de los nuevos Galácticos. Entré en un Madrid que estaba fichando a Cristiano Ronaldo, Benzema, Kaká… Era un Madrid nuevo. Era muy pequeño, pero justo llegué cuando todas las estrellas. Estaba viviendo un sueño. Me hacía vivir en esa burbuja, que no sé si era bueno o malo. Al ser rumano, ya empecé a salir en un montón de periódicos, empecé a ir con la selección rumana con 14 años… Todos los días había noticias sobre mí. Venía la televisión a verme. Era como que no solo estaba jugando en el Madrid, sino que todo el país de Rumanía lo sabía. Solo había jugado Hagi. Yo vivía en una pompa.

¿Eso era bueno o malo? Había mucha presión…

Por eso. Algo que le agradezco mucho a mi familia y a mi padre, que estuvo siempre encima en todo. Hubo una parte mala, me crearon una presión desde muy pequeño. Yo recuerdo ir a los 14 años con la selección a Rusia a jugar un torneo. Había tres o cuatro cámaras siempre, me hacían entrevistas… Hacía pretemporadas ya con los de 17 y 18 años. Fue una presión que no me vino bien, que yo no supe gestionar.

"Con 14 años todos los días había noticias sobre mí, venía la televisión a verme"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

¿Notabas que tenías una vida muy diferente a la del resto de tus compañeros en el Real Madrid?

Sí. Y ellos perfectamente lo sabían. Me acuerdo que yo entrenaba con el Madrid, además era el capitán, jugaba con la selección madrileña, allí también era el capitán, acaba el domingo el fútbol y me iba hasta el jueves a una preparación de un Europeo Sub-16 con 14 años… Ellos mismos me lo decían. Humildemente lo digo, me veía un paso por encima del resto. Pero no por mi fútbol, sino porque las cosas que me estaban pasando… No estaba psicológicamente preparado para todas las cosas que me vinieron juntas.

¿Tu entorno magnificó eso o te ayudó a tener los pies en el suelo?

Muy poca gente en ese momento supo ponerme los pies en el suelo. Incluso mi padre, que fue el más encima estaba, inconscientemente me decía cosas como que tuviera cuidado y no fuera a jugar con mis amigos, que no me echara novia… Con 14 o 15 años o incluso menos. 'Ten cuidado con lo que dices, que va a salir en la tele rumana…'. Me sobreprotegió. Quiso protegerme tanto. Ya no solo él sino mis amigos. Vengo de un pueblo en el que el único futbolista era Antonio Adán y yo era la novedad. Todo el mundo me hacía sentir en una burbuja y yo difícilmente me podía bajar. Ni aunque quisiera yo.

¿Hacías caso y no jugabas pachangas con tus amigos?

No, no. A mí me encantaba. Siempre he sido un chaval de barrio, jugaba con mis amigos siempre, los maratones esos de verano… Ya así hasta que entras en cadete y empiezas a jugar torneos importantes, que lo vas dejando. Yo he jugado en el colegio y con mis amigos. Incluso cuando llegué al Villarreal y venía aquí en verano, jugaba pachangas con mis colegas.

"Mis compañeros en el Madrid me decían que tenía una vida muy diferente al resto"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

Voy a leer una frase de un periódico rumano. 'Tiene la velocidad de Messi, la fuerza de Ronaldo y la inteligencia de Iniesta'. ¿Eras para tanto?

(Ríe) Es que me cuesta mucho decir si sí o si no. Pero yo leyendo esas cosas… En vez de tomármelo bien y pensar que estaban hablando cosas buenas, pensé que si estaban diciendo que pienso como Iniesta o corro como Messi era para mí una presión. Para mí salir en el periódico… Lo de Rumanía fue un boom muy fuerte. 'Joder, ahora otra vez, a ver ahora qué tengo que decirles, me van a mirar con otros ojos…'. Era todo el rato una presión para la que no estaba preparado. Pero en ese momento es verdad que me salían bien las cosas. Recuerdo que con 15 años estaba con la Sub-16 y acabé jugando un amistoso con la Sub-21, pasando antes por la Sub-19. Todo eso en un mes. Ahí había ya jugadores como Donnarumma, Verratti… Ostras, eran jugadores que ya estaban en Primera División, es que era una locura. Me lo quería creer, pero me costaba mucho esa presión.

¿Recordabas la frase de Messi, Ronaldo e Iniesta?

Me acuerdo perfectamente porque salió en la portada del periódico. No sé si a los días escribieron que iba a costar más que Kaká, que si 50, 60 o 70 millones. Yo decía: 'Pero tío, si tengo 14 o 15 años, qué barbaridades están poniendo'. Es verdad que en Iniesta me fijaba mucho y le mencionaba, mencionaba a Messi… Al final los periódicos dicen lo que quieren. No los juzgo ni me enfadé con ellos, pero es verdad que no sabían la presión que estaban metiendo a un chaval de 14 años.

El Madrid suele ser muy receloso con estas cosas. ¿No te decían a ti o a tu familia que cómo decían esas cosas en Rumanía, que te dejaran en paz?

La persona que más me ha influido en el mundo del fútbol y a la que más recuerdo es Solari. Le tuve dos años de entrenador, en cadetes. Todo el mundo decía que yo era su ojito derecho, para mí era como un padre. Me acuerdo que me decía eso, que tuviera cuidado, que cuidado con ir tantas veces a la selección, que cuidado con las noticias que estaban publicando, que cuidado con jugar tantos partidos… No he conocido persona ni entrenador más humilde y con esa trayectoria. Venía con una trayectoria increíble. Él era la persona que más me decía que tuviera cuidado, que intentara asimilarlo todo bien, que intentara hablar con la prensa de allí para que no me metieran tanta presión… Además del cariño que me tenía como futbolista, me tenía cariño como persona. En ese momento, él era la persona que más me influía.

Nico era el 'nuevo Hagi' antes de dos cruzados y la Isla de las Tentaciones: «El Real Madrid me dijo que era la primera vez que un jugador así cogía y decidía irse»

¿Pero cómo un chaval de 14 o 15 años iba a renunciar a cosas como jugar con su país?

Aparte es que no podíamos. El Madrid muchas veces me decía que si lo necesitaba les intentara decir que tenía una sobrecarga. El club no le puede negar ni al jugador ni a una selección que le convoquen. Legalmente no se puede. Por detrás me decían que tuviera cuidado, pero yo en ese momento… Vestir la camiseta de mi país y además de la manera en la que la vestía. Cómo me trataban, me traían en volandas, entrenaba con la Sub-21, todos los días entrevistas, me trataban genial. Cada salida y cada convocatoria eran algo increíble. Era mi decisión y la de mi padre, era imposible decirle que no. No podía tener una semana de descanso. En ese momento era imposible.

Uno de los titulares más repetidos decía que eras el 'nuevo Hagi'. Vaya mochila de piedras llevabas.

Claro… Literalmente me acuerdo todavía de esa noticia. Fue la que más miedo me dio. Llegaba y llevaba el 10, que allí es jugador top. Como en todos los equipos, pero en Rumanía al ser el número de Hagi era súper importante. Era como que iba a llevar el '10', tenía que hacer todo. Yo a balón parado no era bueno, en el Madrid no sacaba ni las faltas ni los córners. Pues no, allí tenía que tirar como Hagi, tenía que tirar los penaltis… A mí que me compararan con esa leyenda… Me beneficiaba en el boom, en el tema contratos, en cada salida, pero psicológicamente todo eso se me fue acumulando y acumulando hasta que llegó un momento en el que no pude con tanta presión.

Al menos, por lo que he leído, todo lo que decían eran bueno. También tendrías malos días…

Obviamente pasaban cosas malas. Me acuerdo que salí de una lesión de dos meses de tobillo, en la época de Solari en el Madrid. Pero tuve esos meses que me costó recuperarme, pero daba igual. Seguía siendo el capitán, seguía jugando, tenía toda la confianza. Toda cosa mala era tapada por todo lo bueno que había hecho y lo que estaba haciendo en ese momento.

"Con 14 años me decían: 'Ten cuidado con lo que dices que vas a salir en la tele rumana, no juegues con tus amigos…'"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

¿Fue Solari el entrenador que más te marcó de todos los que has tenido?

Sí. Tanto en los equipos en los que he estado: Rayo, Real Madrid, Villarreal, el extranjero, selección rumana… No ha habido ningún entrenador como Solari. Era un estilo muy mío, era un tío luchador, que le gustaba la intensidad. Yo jugaba de centrocampista ofensivo, pero me encantaba defender. Físicamente era un jugador ofensivo, siempre orientaba los controles hacia adelante. Él siempre decía que eso es lo que me iba a servir en el fútbol. Yo recuerdo quedarme después de cada entrenamiento. Todos los trucos que de 14 años en adelante puse en el campo me los enseñó él. Teníamos un vínculo personal muy fuerte.

Me acuerdo de la época en la que yo aún no había renovado con el Real Madrid y tenía que hacerlo. Después de cada partido me hablaba. Me decía que si él subía yo subía con él. Era todo. No solo fútbol, el vínculo personal era bastante grande.

¿Mantienes ese vínculo a día de hoy?

No. Después del Villarreal, estuvimos hablando bastante tiempo, pero al final se perdió. Ya no solo eso. Aunque nunca me lo dijera personalmente sé que para él fue un palo no hacerle caso. El Real Madrid me dio bastantes oportunidades de renovar ese contrato y de quedarme. Y Solari como que se quedó: 'Me has hecho caso en todos estos años, lo hemos hecho tan bien… Que ahora que tienes que renovar tu contrato y te pasamos a juveniles, no me haces caso y te vas'. Pienso que eso…

¿Por qué sales del Real Madrid? Si todo iba bien…

Sinceramente, por ego. Si alguien me pregunta si me arrepiento de algo… Muchas veces he dicho que no. No me arrepiento de haberme ido al Villarreal. Pero sí me arrepiento de haber salido del Real Madrid en ese momento. Hay un momento en el que hay tres torneos seguidos. La Nike Cup es un torneo muy importante y en aquel el mejor fue Pol Lozano. Ahí ganamos el tercer y cuarto puesto contra el Barça, que tenía un equipazo, y yo marco dos goles. En esos torneos en Inglaterra e Italia salgo como mejor jugador. El Madrid en febrero, acabando el contrato en junio, me ofrece una renovación. Para mí esa renovación no estaba a la altura de lo que yo estaba haciendo. Decía: 'A ver, Nico, tranquilo, tienes 16 años, hay tiempo'. El Madrid se pensaba que yo no estaba de acuerdo con lo económico y me igualaron el contrato. Y ni aun así.

Yo desde el primer momento… Cuando me lo ofrecen me dieron vibras de que no confiaban en mí todo lo que tenían que confiar. Incluso siendo el capitán. Yo quería que me subieran de categoría y ellos querían que aún siguiera en la mía. En ese momento el ego me pudo. Pensé que podía jugar en cualquier equipo, ser titular en cualquiera. No quería quedarme ahí. Fue una cagada.

"Escribieron que iba a costar más que Kaká. Pero tío, si tengo 14 años, qué barbaridad"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

¿Qué le respondías a Solari cuando te pedía que te quedaras?

Me acuerdo que una semana antes de la cena de equipo de final de temporada, le dije que me lo iba a pensar, que estaba decidido en que sí. Pero era la vergüenza de decirle que no quería quedarme en el Madrid por ego. Quería tener el mejor contrato, quería ser el mejor valorado. El Madrid es el Madrid y el escudo está por encima de cualquier jugador. Hay veces que el Madrid se ha cargado a estrellas, cómo no se va a cargar a un chaval. Y en realidad ni de coña me echaron porque me volvieron a dar una oportunidad en verano cuando yo firmé un precontrato con el Villarreal. Y aun así decidí que no, quería irme.

La última frase que tuve en la oficina del Madrid fue del director de cantera de ese momento. Me dijo que ningún jugador se iba del Madrid, sino que el Madrid lo echaba. Y que entonces me estaba equivocando bastante. Que era la primera vez que un jugador que estaba bien, que era valorado, que estaba jugando, cogía y decidía que se iba. Que lo podía decir en el segundo equipo si quería subir a un Segunda o a un Primera. En ese momento, mi ego… Por todo lo que tenía detrás mía, por todas las noticias, por lo que hablaba todo el mundo. Yo ya me creía jugador de Primera División y quería que me valoraran así.

¿En ese momento de verdad pensabas que tenías nivel para jugar ya en un equipo de Segunda División?

Quizás no Segunda División, pero sí jugar en un filial. Con 16 años. Era la época en la que los jugadores jóvenes se estaban yendo. Brahim, que he jugado contra él en el Málaga, se fue al City. Un montón de jugadores del Barça se estaban yendo a canteras de la Premier… Jugaban en filiales y yo ya quería ser uno de ellos. Quería tocarlo cuanto antes. Esa prisa fue mi gran fallo allí.

¿En esa época no había aún Youth League?

Aún no. Pero yo con el Real Madrid quería jugar ya con la categoría mayor, donde jugaba Achraf, Óscar Rodríguez… Había jugadores muy buenos y yo quería estar con ellos. El Madrid me dijo que no, que no tuviera prisa, que me iban a firmar un contrato de cinco años. Al salir de allí me cogió mi representante, que era Bahía, tenía una relación muy fuerte con Petón, que ha sido otro padre en el fútbol para mí. Me dijo que en ese momento podía aprovechar y firmar con cualquier equipo. Me llamaron el Sevilla, el Valencia, el Villarreal… Casi cualquier cantera menos la del Barça para que jugara allí. Me dijo que en el Real Madrid estaba considerado como el mejor, pero en cualquiera de esas canteras iba a jugar en categoría superior, me iban a pagar mucho mejor, iba a tener un contrato mejor…

Me acuerdo que el año anterior vino a la Nike Cup el Manchester United a por mí y le dije que no por quedarme en el Madrid. Cuando después me empecé a echar un poco para atrás y valorar la propuesta del Madrid ya todo el mundo me dijo que ya firmara con el Villarreal. Que iba a firmar un pedazo de contrato, muchos años, subido de categoría. En dos o tres años ponía el contrato que tenía la pretemporada firmada con el primer equipo. Para mí lo que era más rápido es lo que iba a firmar. No me arrepiento de haber ido al Villarreal porque era una cantera de la hostia. El primer año fue increíble y me fue muy muy bien hasta que empezaron las lesiones.

Tu padre dijo esta frase cuando rechazasteis al Madrid: «Me ofrecieron un contrato vitalicio. Para convencerme me dijeron que no lo despedirían aunque fumara o bebiera». Imagino que hablaban en sentido figurado.

En ese momento tenía mucha confianza con el director de cantera. Hasta que les dije que no, en el tema de las negociaciones había mucha confianza. Me acuerdo que me dijo: '¿Pero qué quieres?, ¿literalmente qué quieres? ¿Quieres cobrar lo mismo que los que más van a cobrar? Toma, vas a cobrar lo mismo. ¿Cuántos años quieres?, ¿quieres que te quitemos años, quieres que te añadamos años? ¿Qué es lo que quieres?'. Y yo lo que no quería… Lo que me había defraudado era la primera oferta, que era como que no confiaban en mí. Me acuerdo que me dijo: '¿Quieres fumar?, ¿quieres beber?, ¿qué quieres hacer?'. Eso lo dijo de broma, 'haz lo que quieras, que puedes firmar la renovación'. Primero era yo el que no quería. Mi padre me decía: 'Te dejan fumar, te dejan beber, te ponen años de contrato, ¿qué quieres?'. Me lo dijo de broma obviamente (ríe).

Llegas al Villarreal, eres protagonista y entonces el principio del fin. Te rompes el cruzado por primera vez.

Sí, juego toda la temporada con los de una categoría mayor. Me acuerdo que estaba mucho con el C pese a ser juvenil de primer año. Entrenaba con Pau Torres, con Rodri (Hernández)... Tenían un equipazo y yo me veía súper bien con ellos. Me veía y decía que en dos años tenía que estar con el primer equipo. Ese año juego muy bien, juego todos los partidos y casi a final de temporada, después de 400.000 partidos… Jugaba con el Villarreal, seguía yendo con la selección, iba con la Sub-21… Era una carga de partidos y mi cuerpo no estaba preparado porque yo venía de cadetes del Madrid, que ganábamos 6, 7 u 8-0 a los equipos de aquí. En un entrenamiento me rompí. Fue la primera vez que me lesioné grave, me lesioné del cruzado. A partir de ahí fue todo para abajo.

¿Cómo es ese primer día tras romperte el cruzado?

Uf… No sé ni explicarlo. Me acuerdo que hasta ese momento no había tenido ni siquiera lesiones. La lesión de los dos meses del tobillo. No sabía qué era una lesión. No se hablaba mucho entonces de lo que era el cruzado. Hoy en día se lo rompen muchos y se le está dando una normalidad que no debería de tener porque es una lesión muy grave. Creo que es por la carga de partidos.

A partir de ahí empezó todo. Todo lo fuerte que era yo mentalmente, que me comía el mundo… Empecé a ser una persona súper negativa. Todo me fue psicológicamente hacia abajo. Me recuperé muy bien, a los seis o siete meses ya estaba jugando y me volví a lesionar. Fue hacia abajo y eso ya no paraba.

"Creía que la renovación del Madrid no estaba a la altura de lo que yo estaba haciendo"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

¿En ese momento te escribieron desde el Real Madrid?

No. Es que acabé muy mal. Cuando me fui del club fue mal… Los jugadores me escribieron todos, algún que otro entrenador también. Solari no me escribió. Los jugadores sí, pero es que acabé tan mal con el Real Madrid que todo lo que era de entrenadores a directiva tampoco es que recibiera ningún apoyo por su parte.

Volviste de la lesión, recuperaste bien, ¿qué ocurrió entonces?

Justo después de recuperarme yo empiezo a jugar, empiezo con las prisas, quiero ser ya titular, físicamente continuaba siendo un jugador fuerte… El entrenador tenía confianza en mí. Al segundo o tercer partido ya estaba jugando de titular. No me pasa nada, no hay un momento en el que se me vuelva a romper la rodilla. Por eso digo que la mala suerte que tuve no fue ni medio normal. Le dije a mi doctor que algo me pasaba. Yo tenía mucha explosividad, siempre mis primeros diez metros han sido muy buenos y ya no los tenía. Notaba que la rodilla estaba inestable. A raíz de ahí pedí una artroscopia. Era con el doctor Ripoll, que es un pedazo de doctor, pero conmigo no tuvo suerte. En mitad de la artroscopia, me acuerdo que tenía la anestesia, que estaba despierto y tranquilo porque solo iba a ser una prueba. En ese momento, giró la cabeza y me dijo que tenía el cruzado otra vez roto. Dije que me durmiera otra vez… Y a seguir.

En ese momento, ya vi que todo se iba hacia abajo. El Villarreal fue un club señor, me renovó un año más, me tenía confianza. Es verdad que no me podía ofrecer un pedazo de contrato, pero para mí que me renovaran y tener el apoyo de todo el club, de los entrenadores, de los médicos… Me dio fuerza para seguir adelante. Mi mayor nivel desde que me lesioné por primera vez hasta entonces fue justo después de la segunda lesión. Después de la segunda operación de cruzado volví muy bien e incluso debuté en Tercera siendo juvenil. Me acuerdo que el entrenador del juvenil aunque estaba jugándose la liga me dejó. Cogió el entrenador del Tercera y me dijo que me subiera con ellos. Debuté, todo iba súper bien hasta que mi cuerpo se descompensó. A mí me quitaron una parte del rotuliano de la rodilla buena para ponérmelo en la otra, mi cuerpo se descompensó y ya empecé con las lesiones musculares.

"El Madrid me dijo para renovar: '¿Quieres fumar, beber, qué quieres?'"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

No valió con dos lesiones de cruzado, sino que ahí ya comenzó a ser una cosa constante que te acabó sacando del Villarreal.

Uno de los momentos más duros de mi carrera fue cuando estaba jugando contra el Rangers. Me pusieron de capitán para darme ánimos, 'ostras, has salido de todas estas lesiones'... Era un premio para mí. En un sprint me voy de un jugador, me voy del segundo, me empuja y en el momento en el que me está empujando no quiero caerme porque era un contraataque y noto un crujido en el isquiotibial. Literalmente no llamé al médico, no pedí el cambio ni nada. Cuando noto ese crujido en el isquiotibial, me voy directamente para los vestuarios sin decir nada a ningún entrenador. Como diciendo: 'Se acabó, no puedo más'. Ahí fue el momento más duro para mí.

¿En ese momento trabajabas con psicólogos?

Sí… Desde la primera lesión de cruzado. Una persona que me ayudó mucho se llama Edu e incluso sigue siendo allí el psicólogo del Villarreal. Teníamos sesión todos los martes. Yo en ese momento empecé a ser una persona muy negativa. Intentaba transformar esos pensamientos negativos en que todo iba a salir bien y en que iba a salir de esta. No es que no me fuera bien la terapia, todo el mundo debería tener un psicólogo deportivo en un momento así. Pero las lesiones muchas veces llegan y no sabes por qué, si es por la cabeza, el físico… Tenía terapia, pero no me ayudó todo lo que yo quería que me ayudara.

¿Cómo acabas saliendo del Villarreal?

A mí se me acaba el contrato y en los seis últimos meses me ceden al Roda, que era su equipo de convenio. Para que acabara contrato ojitallí. El Villarreal al final… Incluso yo les agradezco que me renovaran aun sabiendo que era muy difícil que recuperara mi nivel. Yo ya estaba preparando mi salida al extranjero. Me dicen que ya no me podían renovar y yo lo entiendo perfectamente. Voy a un Tercera División y estoy prácticamente sin minutos. Mi representante seguía siendo Bahía y me decía que probara en los filiales de aquí de Madrid, pero yo no quería. Quería aprovechar todo el boom anterior para sacarlo al extranjero, con un contrato mejor, con categorías mejores… No me quería estancar en un Tercera o un Segunda B.

Salimos al extranjero con una buena oferta. Me voy a un Primera División rumana, pero ahí es cuando digo que amo al Real Madrid, soy del Real Madrid, pero en ese momento se portaron súper mal. Porque yo para debutar en Primera División, al ser menor de 23 años, necesitaba los derechos de formación. Yo llamo al Villarreal y me los cede, llamo al Real Madrid y me dice que no. Que tienen que pagar 135.000 euros, que es el dinero de derechos de formación que se estipula por lo que gastan en formar a un jugador. Es la ley que protege las canteras. No me dan los derechos de formación y yo me tiro cinco meses en Rumanía, en Primera División, entrenando con ellos, pero sin contrato porque no me los dan. Sin cobrar, sin jugar, pasándolo bastante mal…

"Tras dos cruzados, en un sprint noto un crujido. Me fui a los vestuarios sin decir nada. Se acabó, no puedo más"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

¿Cómo se solucionó aquello?

Es que mi carrera es todo mala suerte… Me tuve que ir a un equipo de Tercera División de Polonia. Tenía que firmar un contrato profesional, pero que no jugara en una liga profesional. Así se anulaba la cláusula de los derechos de formación. Me fui a Polonia con mi pareja, estaba feliz, ya no me lesionaba. Veía cómo todo iba mejor, jugué un partido y ya tuve una reunión a los dos días con el Legia de Varsovia, que era un equipo muy top, el top de Polonia en ese momento. Era para firmar un precontrato porque veían que físicamente yo ya estaba bien, venía de canteras muy buenas… A mí el fútbol del este además me venía muy bien porque era un fútbol muy directo y yo era muy rápido. Y entonces empezó el COVID. Tenía que jugar un mínimo de cinco partidos para que se fuera esa cláusula, pero no se fue porque no los jugué y se paró todo. Me planto en junio ya sin equipo, con la cláusula todavía, con el COVID, con todo parado, con las lesiones ahí, sin ritmo… Un caos.

Te salió todo mal…

Todo, todo. Antes, el primer equipo al que salgo en el extranjero es el Vejle, un segunda danesa. Justo ese año ascendió a Primera. Mi representante estaba viajando para firmar el contrato y en un entrenamiento me rompo la mano. Y yo no puedo firmar con la mano rota. Y de ahí ya paso a Rumanía. Vuelvo a firmar con un club de allí que iba a jugar Europa League y me pasa lo mismo. Como no había cumplido la cláusula de los derechos de formación por el COVID… Vuelvo a llamar al Real Madrid. Llamo a todo tipo de entrenadores, directivos… Les pido por favor, que ya han pasado tantos años, que necesito esos derechos de formación porque ningún equipo va a pagar ese dinero por mí. Y siguen sin dármelos. Ahí en ese momento recuerdo de la manera de la que me fui del Madrid.

¿Eran para siempre los derechos de formación?

Hasta los 23 años. Fue justo el momento en el que yo me vuelvo a España porque empiezo a tener una depresión de caballo por todo lo que me estaba pasando. Vivía en Castellón, con mi pareja. Era febrero y entrenaba con un Preferente para no perder el ritmo. Jugué con ellos. Se me acabaron quitando todas las cláusulas. Ya me estaba preparando para una pretemporada con el Alajuelense, de la Primera División de Chile. No tenía un futuro asegurado, me esperaba una pretemporada, pero en abril yo estando parado me llama un programa de televisión y me ofrece si quiero entrar con mi pareja.

Cuando entras en la isla cuentas algo tu historia en el fútbol y recuerdas que recientemente habías estado jugando. ¿Tú ahí ya habías tirado la toalla y sabías que ya no ibas a jugar más?

La primera semana estando grabando allí me acuerdo que no había renunciado. Les exigí a ellos que me trajeran material, que yo iba a entrenar, que no iba a tomar gota de alcohol, que iba a descansar, pero claro. Allí es un caos, vives en una burbuja en la que te metes y dices: 'Ostras, no sé si después de estar un mes grabando un programa de televisión me va a querer algún equipo'. Hay un momento en el que yo vuelvo de la isla y sinceramente noto una paz que nunca había tenido. La de la presión que había tenido toda la vida, que si me iban a respetar las lesiones, que si me iban a dejar firmar un contrato… Todo lo malo que había pasado se fue con las mini vacaciones de estar allí un mes. Noté la paz que nunca me había dado el fútbol porque es verdad que me ha dado mucha felicidad y experiencia en la vida. Yo lo amaba, pero nunca había tenido paz. Nunca había estado dos o tres semanas sin pensar en fútbol, sin estar tranquilo. Hablo con mi representante y le dije que ya no quería seguir jugando al fútbol.

O sea, que jugaste al fútbol en la isla.

Sí, me acuerdo que nada más llegar allí les dije que yo quería seguir siendo futbolista. Por dentro se girarían y dirían: 'Tú no vas a jugar una mierda, tú vas a seguir en la tele'. Y yo: 'Por favor, traedme un balón, traedme circuitos, vallas, de todo'. Yo compartí con Alejandro Nieto, que estuvo en la cantera del Betis y del Cádiz. Por la mañana, cuando no grabamos tanto, nos despertamos y nos tiramos dos o tres horas con nuestros conos, entrenando, jugando… Pero claro, al cuarto o quinto día que estás de fiesta pues ya te olvidas del balón.

¿Dirías que has sido feliz jugando al fútbol?

Sí, he sido feliz, pero no he disfrutado como hoy en día veo que disfruta un juvenil o un chaval que está en un filial. Están con la presión de estar allí, pero… O la presión que yo tuve no la supe gestionar y los chavales de ahora sí… Es que no sé cómo explicarlo. Fui feliz seguro, pero lo que no tuve es paz. La paz esa de ser un chaval, de ser consciente de que eres un chaval, que estás cobrando pasta, que estás entrenando con los mejores. Vale, eres feliz y lo tienes todo, pero la paz que noté después del fútbol no la notaba cuando estaba jugando. Es difícil.

¿No crees que ahora puedes sentir esa paz en el fútbol de otra manera, ya sin la mochila de piedras, con chavalitos, como representante…?

Sí, pero hay un momento en el que yo jugando en el extranjero, donde lo paso muy mal, mi cuerpo y mi mente ya no hacían lo que yo hacía en España. Me acuerdo que se lo decía a mi padre. Yo no llego a superar ese momento. No tener esa velocidad, ese toque, ya no llegaba, no tenía esa confianza. Ya todo lo que era no estar en ese nivel, no lo quería ver. Yo no aceptaba ni a día de hoy lo acepto. Incluso jugar una pachanga con mis colegas. Me cuesta. Digo: 'Joder, por qué estoy aquí, debería estar ahí, no lo entiendo'. Entonces como no lo entiendo, prefiero no jugar y no pensarlo. Probablemente ese pensamiento no sea el de una persona madura. Y decir: 'Joder, entonces no amas tanto el fútbol, no te habrá gustado tanto'. Sí, pero mi cabeza aún no asimila cómo jugadores con los que yo estaba entrenando están siendo futbolistas y no eran mejores que yo y yo tengo que estar jugando con mis colegas. No supero ese momento.

A 2025, ¿todavía te haces todos los días la pregunta de 'por qué a mi'?

Sí. Además yo echo la vista atrás y recuerdo a jugadores que salían de fiesta, que no descansaban, que nunca iban una hora antes al gimnasio y se iban una hora después… Por eso es la frustración y decepción que tengo yo con el fútbol. Porque sé que hice todo lo posible. Si me dijeras que no me cuidaba, que todos los viernes hasta las cinco de la mañana… No, hacía todo. Nutricionista, entrenamiento, trabajo… Que a lo mejor lo que me fallaba era la cabeza, que es muchas veces lo que marca, que un cabra loca… Como el caso de Neymar, que siempre se dice que es un cabra loca, pero a lo mejor él tenía la confianza de que se metía en el campo y era el mejor. Pero yo no la tuve en ese momento. Echo la mirada atrás y no entiendo por qué a mí. Entendería por qué a otros, que no se han cuidado. Pero bueno, así es el fútbol. Si llegáramos todos, no hubiera lesiones, no hubiera decisiones de entrenadores… Sería imposible. Hay tantos jugadores que si no existiera todo eso, todos llegarían a la élite.

"Volví a España porque empecé a tener una depresión de caballo"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

Todo lo que has vivido te ha ayudado a ser lo que eres a día de hoy.

Obvio. Yo ahora mismo me considero una persona muchísimo más madura. Antes era maduro por cuidarme, ser humilde, pero ahora mismo a mí me pasa una cosa mala y ya con todas las cosas que me han ocurrido en el pasado tengo la fuerza de voluntad de decir que he pasado tantas cosas malas que esto no es nada, lo supero y a los dos o tres días me olvido. Esa época mala me está ayudando a día de hoy.

En redes sociales te has mostrado siempre como un abanderado de la salud mental. ¿Tiene el fútbol casi tanta importancia como el físico?

Creo que antes no se cuidaba tanto la parte de la salud mental. Ahora se le está dando mucha más visibilidad y creo que todavía se le tiene que dar más porque me doy cuenta que chavales de entonces de 16, 17 o 18 años estaban pasando por una depresión y no tenían ningún apoyo, no hablaban con ninguna persona y todo se lo guardaban. A día de hoy todos los jugadores deberían tener incluso su propio psicólogo. Hablar con alguien y decirle todo lo malo que se le pase por la cabeza. Yo pasé por una depresión de dos o tres años, de medicarme y pasarlo mal, mal, mal. Me gustaría que no le pasase a ningún jugador hoy en día y por eso se le debe dar más visibilidad. He visto jugadores que físicamente eran un 30%, pero como su mentalidad era tan fuerte, han superado a los que con balón eran más fuertes o se cuidaban más.

¿Cuándo empezaste a trabajar frecuentemente con un psicólogo?

A los 17 años. Con mi primera lesión empecé ya a trabajarlo. Me acuerdo que el primer año, con las dos primeras lesiones, yo era hablar con el psicólogo, me iba bien, me iba a la habitación y era en ese momento tan negativo que me decía: 'Esto no me sirve para nada, me voy a volver a lesionar…'. En ese momento no es que no diera con la tecla, es que era culpa mía, que era demasiado negativo.

"En la isla pedí material, iba a entrenar, no iba a tomar una gota de alcohol"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

¿Cuándo te volvió la positividad vital?

Puedo decir que es justo cuando dejé el fútbol. A ver, había momentos. Igual lo notaba cuando volvía de una lesión. Debutaba tras ocho meses y me sentía bien, pero yo nunca volví a ser la persona que era antes de las lesiones. Por eso insisto mucho en esa paz mental después del fútbol porque desde la primera lesión hasta el último balón que toqué, nunca la he sentido. Eran momentos de superación. Qué bien, he superado la lesión. Qué bien, vuelvo a ir con la selección. Qué bien, vuelvo a ir convocado a un partido. Pero no es la paz que siento ahora.

Los medios rumanos que tanto hablaron de ti y te elogiaron, ¿cómo te trataron en los peores momentos con las lesiones?

Lo pasé muy mal porque tal y como me ayudaron en su momento y todo era un boom, luego fueron todo noticias negativas. Era un chaval de 17 años que se había lesionado, en vez de publicar que estaba lesionado, pero estaba bien, ponían como que ya no iba a volver. Cuando estaba en el Villarreal, decían que el Madrid ya no confiaba en mí… Todo eran noticias malas de las que mi entorno intentaba que no me enterara y no las viera, pero yo era una persona que estaba pegado todo el rato a lo que se decía de mí en ese momento. Si mi mentalidad ya de por sí era negativa, tampoco es que los medios rumanos me ayudaran mucho.

¿Recuerdas más jugadores con los que hayas coincidido?

Con los que haya jugado, de los que han llegado, con Fran García mantengo una relación muy buena. Espero que no enfade, pero recuerdo siempre como una anécdota que en ese momento físicamente tenía una velocidad increíble, pero yo hablaba con él y le decía que con la misma edad yo estaba aquí (muy arriba) y él estaba aquí (más abajo). Y él mismo me lo decía igual. Hace unas semanas estuve con Iván Martín también, que es un amigo muy bueno… Manu Morlanes… Y más jugadores que no están en equipos grandes, pero casi todos han llegado a Primera División, que ya es para mí llegar al éxito. Cuando me subían con los de una categoría mayor estaba Achraf, Óscar Rodríguez… Jugadores buenísimos.

Has competido contra los hermanos Obama. ¿Cómo los recuerdas?

Sí, además toda la vida. La rivalidad ha sido de siempre. Desde el torneo de Arona en infantil de primer año. Nos eliminan ellos en semifinales. Desde alevín de segundo año hasta cadete de segundo año. Cuatro o cinco años era el Madrid-Atleti. Era una rivalidad… Yo compartía rivalidad con ellos y me los tenía que comer. Me llevaba muy bien con ellos, pero en el campo les tenía muchísima rabia. El poderío físico que tenían era enorme. Nunca me he metido en polémicas, siempre les he respetado, pero les tenía mucha rabia porque físicamente iban por delante de todos los demás.

Te podías sentir identificado con ellos. Si alguien sabe lo que es tener presión encima son ellos. Todo el mundo hablaba de lo que hacían en los torneos.

Compartí con ellos también campeonatos de la selección madrileña. Era la primera vez que compartí equipo con ellos y ya ahí fue el punto de inflexión que me hizo sentirme en su piel. Hostia, estos chavales lo tenían que pasar mal. Toda la grada insultándolos, diciéndoles de todo. También es verdad que les ponían por las nubes y eran simples infantiles, cadetes… En un campeonato de España pensé que tenía que ser duro. Hace tres semanas coincidí con ellos en un restaurante tras cuatro o cinco años en los que no les veía. Les pregunté si les iba bien y me dijeron que sí. En ese momento empaticé bastante con ellos, pero más cuando ya compartí. Desde fuera no me daba cuenta de la presión que podían tener.

Se podría decir que no han llegado a la élite, pero Salomón fue convocado para la Copa África. Le habíamos olvidado todos. Es significativo cómo de hablar de todos los días cuando son chavales a casi que ni existan.

Le tenía también abandonado hasta que le vi cuando le convocaron con la selección. No sé si jugó mucho, pero ostras, convocado para una Copa África. Al final es el fútbol. En mi posición me han pasado muchas cosas malas con las lesiones. En el ejemplo de Salomón Obama puede estar también frustrado y decir: 'Lo que se hablaba de mí y dónde estoy'. Él también lo ha tenido que estar pasando mal. No sé en qué punto estará.

Lo que sí has contado alguna vez es que coincidiste con Cristiano Ronaldo una vez y te dio un consejo. ¿Cómo fue?

Fue cuando estuve dos meses lesionado en el Real Madrid del tobillo. Me acuerdo que estaba en la sala del fisio, que me estaba haciendo una ecografía mi médico. En ese momento, yo era de los top del Madrid e iba a recuperarme con los médicos de allí y las máquinas del primer equipo. Yo estaba allí y nos tocó la puerta el doctor del primer equipo y nos preguntó cuánto nos quedaba. Mi doctor le respondió que nada y claro, el que estaba esperando era Cristiano Ronaldo. Con una toalla, sin camiseta, se iba a hacer una ecografía él. Entró directamente y yo me acuerdo que lo miré y me quedé flipando. Me cogió, me chocó la mano, me tocó el tobillo y me preguntó que qué me había pasado. Yo estaba en shock. En ese momento, él tenía que jugar contra el Atleti ese fin de semana y no sabían si iba a jugar porque tenía unos dolores de rodilla. No me dio un consejo futbolístico, solo que qué me había pasado en el tobillo. Pero me dijo que me cuidara, que durmiera, que descansara, que fuera al gimnasio y bebiera mucha agua.

Yo estaba en shock, le miraba, con la toalla recubierto… Solo con que me tocara el tobillo, ya estaba flipando. Además luego fue el cachondeo, llegué al vestuario y me dijeron todos: 'Te ha echado Cristiano Ronaldo de la sala de fisio, vaya tela'. Pero sí, es un momento que recuerdo con mucha felicidad.

¿Ni le preguntaste qué le pasaba a él?

No (ríe). Literalmente recuerdo por todo lo que se rieron los compañeros. Lo contó el médico. Me preguntó Cristiano que cómo me llamaba, le dije que Nico e, inconscientemente, con los nervios, le dije: '¿Y tú?'. Yo estaba flipando, rápido le dije 'perdón, Cristiano'. Claro, después mis compañeros me decían: '¿Cómo cojones le puedes preguntar a Cristiano cómo se llama?'. Fueron los nervios.

"Cristiano me preguntó cómo me llamaba. Con los nervios le dije: 'Nico, ¿y tú?'"

Nico exfutbolista y participante de la Isla de las Tentaciones

Cristiano debió reírse.

Claro, no, directamente no me dijo su nombre. Se reía porque sabía que estaba nervioso. Fue el cara a cara, pensaría que soy un chaval y que no pasa nada. Pero eso sí, 'vete de aquí que me tengo que hacer la ecografía yo'.

¿Te sientes un privilegiado de haber podido jugar en dos clubes tan grandes y en los que te mostraron tanto cariño?

No me arrepiento de nada de lo que ha pasado. No suelo hablar mucho de mi etapa, pero lo cuento siempre con mucho orgullo. Para mí jugar en el equipo de mi vida ha sido el mayor logro hasta día de hoy. Si me dijeran que qué es lo más importante que he logrado es ir con diez años al Bernabéu y acabar con 16 años en el equipo de mi vida siendo el capitán. El Villarreal también fue otro orgullo, es un pedazo de club. Lo voy a recordar siempre con alegría. Me cuesta hablarlo porque quiero estar ahí, quiero ser futbolista. Pero si tengo que hablar de pasado, está claro que estoy orgulloso y agradecido con los clubes que me han formado.

¿Te atreves a decir dónde estarías si no te hubieras roto nunca el cruzado?

A ver, puedo decir lo que estaba estipulado, que era al año siguiente hacer la pretemporada con el primer equipo (del Villarreal). Llegué a entrenar con Marcelino y con Cazorla. Me acuerdo que fue la pretemporada en la que le pide al presidente del Villarreal volver tras tantos meses. Entrené con Soldado, con Bakambu, con Bruno Soriano, con Rodri, con jugadores increíbles… Sinceramente y muy humildemente puedo decir que en algún momento me podría ver en un equipo de Primera División. No sé si iba a jugar Champions League, un Mundial o lo que sea. Pero yo sé que el Villarreal, según el contrato que teníamos estipulado, en algún momento me podía haber hecho debutar en Primera División si todo hubiera ido bien.

¿Cuál es la mayor espinita que se te ha quedado?

No jugar con la selección absoluta de Rumanía. Yo me acuerdo estar con 16 años en la Sub-21 y pensar: 'Ostras, ya estoy aquí'. Yo tenía los Mundiales contados. Me acuerdo que el Mundial de Catar era el que ellos me decían que ya tenía que estar en Primera División, jugando siempre con la selección. Contaba las Eurocopas y los Mundiales, pensando en que ahí ya tenía que estar jugando. He pasado tantos momentos con la selección que la mayor espina es no haber debutado con el primer equipo.

Debió ser duro ver ese Mundial de Catar por la televisión, aunque no estuvo Rumanía.

Y ver a todos esos jugadores que cuando yo estaba en la Sub-21, ellos estaban en la Sub-16. Por eso me cuesta tanto ver el fútbol. Muy mal lo tendría que haber hecho para no estar allí. Es verdad que me siento y veo a la selección de mi país, veo a España, me encanta el fútbol y lo veo. Pero ver ese Mundial de Catar, que estaba tan marcado… Se decidió ocho años antes. Todos esos jugadores estaban dos categorías por debajo de mí. Incluso jugadores que eran los veteranos del Mundial, estaba yo con ellos en la Sub-21. Me costó mucho verlo.

Siempre se ha dicho que en el mundo de la televisión todo es interés. También se dice del fútbol. ¿Es cierto, hay mucha amistad interesada que te aplaude en la cresta de la ola y te olvida con las lesiones?

Es verdad que yo me juntaba con un entorno muy sano. Siempre he tenido mis colegas de toda la vida, desde los diez años. Me han cuidado un montón. Es verdad que yo no lo viví, pero sí que lo estaba viviendo con otros compañeros, cuando jugaba en el Madrid. Los compañeros que venían de fuera y vivían en la residencia les tenían mucha envidia. Cada vez que salían por Madrid sí te das cuenta que se les juntaban. De 'yo a ti no te caigo bien y si no llego a jugar en el Madrid creo que no estaría teniendo esta conversación contigo'. Pero es verdad que yo no viví mucho esa experiencia negativa.

¿Mantienes muchas amistades en el mundo del fútbol a día de hoy?

Sí, el otro día, si hablo de jugadores top, en el entrenamiento a puertas abiertas del Madrid, hablé a Fran (García) el día anterior y le dije que quería ir a verle. Siempre que he querido ir a verlos me han dado entradas. En el Madrid como todavía era algo pequeño no han llegado todos los jugadores a la élite y mantengo mucho más la relación con los del Villarreal, como Iván Martín, que es uno de mis mejores amigos; Manuel Morlanes; últimamente también con Abel Ruiz, que siempre ha sido mi rival… Últimamente hemos salido varias veces a cenar por Madrid y siempre me ha gustado. El problema que tenía es que no me gusta hablar de fútbol con ellos. Siempre me pasa lo mismo. Pero es verdad que ellos también quieren desconectar de esa burbuja, pues tampoco hablan de fútbol y nos viene genial.

¿Qué consejo le daría el Nico que está hablando ahora mismo al Nico futbolista?

Que disfrutara un poco más. Que fuera un poco más consciente de todo lo que está viviendo. Estaba todo el rato pensando en el qué va a pasar mañana, qué contrato voy a firmar, iré convocado, marcaré gol… No he disfrutado de ese momento. Me lo tomaba todo muy en serio. Debía relajarme más. Era un chaval de 15 o 16 años. Yo veo a Lamine Yamal en el campo y digo: 'Ostras, qué bueno es, pero aun jugando en Primera División te das cuenta que el chaval está disfrutando, está tranquilo, está relajado'. Es el consejo que le daría al Nico de antes. Que valorara un poco más dónde está y en qué momento está. Que disfrutara y no se metiera tanta presión.