FÚTBOL

La nueva vida de Fernando Vega: "Al principio me decían: '¿éste también corre por aquí'?"

El exfutbolista de Betis, Recreativo o Lugo, entre otros, cuenta para Relevo su paso al duatlón o el ciclocross. "Un día miré hacia abajo y no me veía ni el ombligo: ¡Vaya desastre", dice.

Fernando Vega, durante una prueba de ciclocross./M.G.
Fernando Vega, durante una prueba de ciclocross. M.G.
Samuel Silva

Samuel Silva

Del césped a la carretera. De compartir vestuario con otros 20 compañeros a las grupetas donde se habla de todo menos de fútbol. Así ha sido la transformación de Fernando Vega (Arahal, 1984). Tras más de 200 partidos en el fútbol profesional, con Betis y Recreativo de Huelva como principales clubes, quien fuera lateral izquierdo ahora ejerce de ciclista. Y con éxitos a nivel andaluz que le sacian en parte ese gen competitivo que siempre mantiene un deportista que ha competido en la élite.

"Después de terminar en Lugo, me pegué cinco meses sabáticos. Un día viendo la tele miré hacia abajo y ya me costó hasta verme el ombligo. Nunca había estado así, me dije: ¡Vaya desastre! Lo primero que hice fue comprarme un peso", admite Fernando en una conversación telemática con Relevo, en la que repasa cómo dio ese paso tras finalizar su carrera de futbolista.

Fernando Vega disputa un balón con Aduriz en su etapa de futbolista del Betis. ABC
Fernando Vega disputa un balón con Aduriz en su etapa de futbolista del Betis. ABC

Las lesiones lo trajeron de vuelta a casa. Desde Lugo hacia Arahal, después de que las molestias musculares le impidieran encadenar encuentros. "Llegué tarde, no hice una buena pretemporada y tuve problemas. Cuando estaba bien volvía a caer", asegura Fernando. "Me salieron ofertas del extranjero, pero no quise ir. La decisión de volver a casa estaba tomada", comenta sobre ese proceso que lo llevó a dejar el fútbol. "Siempre he sido muy coherente, he sabido cuándo estaba para jugar más y cuándo no. Y lo mismo me pasó para decir adiós", afirma.

Su transformación ya está contada. De mantenerse fino a poner unos kilos de más en una persona que no está acostumbrada a tenerlos. Su primer paso fueron las carreras a pie. "Aeróbicamente siempre había sido de lo mejorcito en los equipos", reconoce el arahalense. Las lesiones, las mismas que lo lastraron en la recta final de su carrera como futbolista y que lo hicieron retirarse con apenas 32 años, volvieron a aparecer. "El sóleo me dio problemas de nuevo, así que empecé a alternar con el duatlón. Con bicicleta y carrera no era tan lesivo", señala. De las carreras populares, donde se convirtió en un habitual del podio, a los campeonatos de Andalucía e incluso al de Europa en Punta Umbría. "Allí me volví a lesionar y, además, llegó la pandemia", dice Fernando, en lo que sería un nuevo giro en su faceta de deportista.

Fernando Vega habla de su nuevo deporte.Relevo

"Después del confinamiento sólo he hecho bicicleta", comenta. El gusanillo de las dos ruedas le entró de lleno. "Al principio no sabía ni el funcionamiento de las carreras ni cómo gestionarlas. Era un desconocido, pero se me daba bien", indica Fernando, que, poco a poco, volvió a sacar su gen competitivo. "Te ves en el tercer grupo y quieres llegar al segundo. Luego, al primero. Hasta que empecé a ganar campeonatos andaluces, la Huelva Extreme con tres compañeros más…", comenta el arahalense, que ahora por motivos personales la tiene un poco abandonada. Aunque será por poco tiempo. Es su nueva vida, distinta a la de futbolista profesional.

"Vas a recoger los dorsales y al principio me decían: '¿Éste también corre por aquí? ¿Por la banda y también aquí?' Es un círculo cerrado, se habla de otras cosas, no siempre de fútbol. Antes todo estaba centrado en eso. Me he salido un poco del entorno que tenía, que ibas al bar y era hablar de fútbol todo el tiempo. El que es amigo mío lo sabe, no soy tan ultra de ver partidos, los veía al margen y los analizaba. Pero ahora hablo de ruedas y llantas, y eso me gusta", señala quien siempre fuera un futbolista cercano en el trato, tanto con los aficionados como con la prensa. "Es una forma de desconectar y de hablar de cosas distintas. Lo has tenido apartado en tus 10-15 años de carrera y ahora gusta ser una persona normal", afirma.

Su trabajo en la Escuela Deportiva de Arahal, donde entrena a los más jóvenes y les organiza los partidos del fin de semana, le permite tener tiempo libre. "Me busqué un entrenador específico, de fatiga", dice sonriente. La alimentación también la tiene solucionada, de sus costumbres como futbolista pero también con la vigilancia de su esposa en casa. "Es nutricionista y eso ayuda", asegura. Incluso Fernando se encuentra ahora por debajo del peso de su etapa de jugador. "A Tomás Calero -jefe de los servicios médicos del Betis durante tres décadas- lo sigo viendo y él me dice: 'ves como llevaba razón, te hacían falta perder dos kilos más'. Aunque ahora tengo menos masa muscular", asegura.

Fernando Vega habla de las lesiones que lo retiraron del fútbol.Relevo

También eran otros tiempos. En apenas una década, el fútbol ha profesionalizado todavía más sus hábitos. "No tiene nada que ver el futbolista de mi época con el de ahora, ha cambiado una barbaridad. ¡Si en el Betis casi no teníamos ni gimnasio!", cuenta el de Arahal para recordar aquellas peleas que tenían con Manuel Ruiz de Lopera para que mejorase la ciudad deportiva. "Le decíamos, haz el favor, aunque no nos pagues la prima, pon asfalto, que lo que había era un camino de tierra. Trabajo preventivo no hacía nadie y en el gimnasio sólo estaba el que se lesionaba. Yo me operé de una pubalgia con 18 años, eso hoy es impensable", recuerda.

Con el balón a un lado, ahora la bicicleta es su pasión, aunque todo cambia cuando aparece por un estadio. "Mis hijos, que eran pequeños cuando yo jugaba, se sorprenden. '¡Te conoce todo el mundo, papá! Es verdad que has jugado, no sólo estás en las fotos", me dicen. Ese recuerdo lo sigue teniendo, como también sus amistades del fútbol. Un deporte distinto, pero que sacó lo mejor de él. Y alimentó ese gen competitivo que ahora tiene sobre la bicicleta, un deporte distinto que le sirve para desconectar y para seguir ganando.