Ocho meses después, Rubiales carga contra el "cambio de versión" de Jenni Hermoso: "¿No puedo cuestionarla por ser hombre?"

Luis Rubiales volvió a negar este miércoles, en su entrevista en La Sexta, que presionase a Jenni Hermoso para que la jugadora aceptase públicamente la versión de que el beso que le propinó tras la final del Mundial fue consentido. La Fiscalía pide dos años y medio de prisión para el expresidente de la RFEF por un delito de agresión sexual y otro de coacciones a la delantera madrileña.

"No puedo llegar a entender que alguien piense que eso ("el piquito") es una agresión sexual. En primer lugar, después de aquello, la señora Hermoso comentó que entre nosotros existía una relación de amistad y de confianza. En ese contexto, de sexual no había nada. De hecho, no pudo existir una agresión porque ella me dijo 'vale'. Lo repitió después en un directo de Instagram: '¿Que qué le he dicho a Rubiales? ¡Que pues vale!'. Ahí están los vídeos anteriores, posteriores y todo lo que salió. Que cada uno opine en base a ello. Respeto mucho a la justicia, pero en ningún caso ha habido nada. No hay más que verlo", se defendió el exdirigente.

Además, Rubiales acusó a la internacional de haber "cambiado su versión" a causa de las "presiones". "Ella misma salió de manera inmediata a desmentir que hubiera nada. Posteriormente, la señora Hermoso varió su discurso. Y no, no lo cambió en el avión (en el viaje de Australia a España). Después de ese viaje me llegaron mensajes de futbolistas, de madres de jugadores, de parejas de las mismas, de médicos y del staff de la Selección de que no había habido nada. ¿Qué ocurrió? Que cuando existieron determinadas presiones, ella (Jenni) cambió de versión. Mi relación con la señora Hermoso venía de años atrás, de cosas que ella me pedía".

Además, el expresidente mostró su deseo de "dejar claro" que sólo habló "10 o 15 segundos con la señora Hermoso en el avión". "Le dije: 'Oye, nos están pidiendo desde el departamento de comunicación que salgamos juntos a decir lo que ya hemos dicho'. Ella me respondió: 'Yo ya he salido y lo he dejado claro, quiero disfrutar de esto'. Y ya está, no pasó nada, perfecto. Si eso es una coacción...".

Las presuntas idas y venidas en los testimonios de la jugadora, según él, le generan "dudas". "Dio una opinión, dijo que ahí no había nada y que éramos amigos, y a los seis o siete días, después del famoso viaje a Ibiza, contó otra por escrito. Nos hemos enterado de que ha habido filtraciones en el proceso para que exista un debate público y se trate de manipular. Ella tenía una opinión al principio: que no había nada. Después cambió. Yo no he cambiado de opinión, sigo manteniendo lo mismo".

"¿Por qué no puedo cuestionar a la señora Hermoso? ¿Porque soy hombre? No pueden cercenar la libertad de pensamiento. Muchos medios quieren hacerlo. Estoy agradecido porque hayan venido aquí (La Sexta). A otros se lo he pedido, pero me han dicho directamente que no quieren saber mi opinión", añadió.

El Ministerio Público, en cambio, relata en su reconstrucción de los hechos que Rubiales y su núcleo duro acosaron hasta en ocho ocasiones a Hermoso, algo que el dirigente negó hasta la saciedad en su conversación con la periodista Ana Pastor. "Mis hijas estaban delante cuando la señora Hermoso dijo: 'Que me dejen en paz ya, que somos amigos'. No ha habido coacciones, en ningún caso".

El granadino, a su vez, descargó de cualquier responsabilidad al exseleccionador femenino Jorge Vilda: "Es falso que Vilda presionase a nadie. En un lugar en el que había cámaras y mucha gente grabando con teléfonos (el avión), nadie podrá demostrar que alguien de la RFEF coaccionó. Estoy convencido. Si acaso, intentaron hablar para ayudar a que saliésemos a nivel público. Eso lo reconozco.Yo mismo hablé con Hermoso para comentarle que saliésemos a decir lo que ya habíamos explicado".

Negó, también, que pidiese al apartado Albert Luque que se pusiese en contacto con Hermoso: "No le pedí a nadie que hablase con ella. En absoluto. Luque ya ha dicho que no llegó a hablar con Hermoso". Y desmintió la versión de Patricia Pérez 'Poki', la jefa de prensa de la Selección femenina, que confirmó ante la Audiencia Nacional que la RFEF había presionado a Hermoso para aprobar el comunicado que se preparó en su nombre: "El marido de Patricia me mandó un WhatsApp: 'Estamos todos contigo, esto es una injusticia'. Y un tiempo más tarde... Las personas que tienen que ver día a día a las jugadoras sienten una presión que no tienen hacia mí. No hubo presiones hacia ella (Hermoso). Nadie podrá demostrarlo".