CASO RUBIALES

Los ocho acosos de Rubiales y su núcleo duro a Jenni Hermoso: 'Si me ayudas, te meto en la Federación'

La petición de la Fiscalía relata la cadena de coacciones realizada por el expresidente de la RFEF y sus colaboradores más cercanos a la jugadora.

La entrega de medallas del Mundial./EFE
La entrega de medallas del Mundial. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

El juicio a Luis Rubiales por el beso a Jenni Hermoso alcanza una nueva fase. Ya hay acusación por parte de la Fiscalía, que solicita dos años y medio de prisión para el dirigente por un delito de agresión sexual y otro de coacciones. El texto es un relato pormenorizado de lo ocurrido, una secuencia de unos pocos días que llevaron al expresidente fuera de su cargo y supusieron un shock para el fútbol español. La acusación ya ha tenido consecuencias, tanto Rivera como Luque han sido apartados de sus funciones en la Federación.

Los hechos comienzan a la vista de todo el mundo. Millones de personas pudieron observar lo ocurrido en la entrega de medallas. El beso de Rubiales. Después empiezan las presiones, los intentos para que Hermoso deje pasar lo ocurrido, le quite importancia. Estos son los ocho pasos del relato que la Fiscalía hace de todo aquello.

1) En un momento inmediatamente posterior a la entrega de medallas a las jugadoras de la Selección Española Femenina de Fútbol, el acusado Luis Manuel Rubiales requirió a Ana Álvarez Mesas, directora de fútbol femenino de la RFEF, que entrase a los vestuarios y mandara salir a Jennifer Hermoso porque quería hablar con ella, accediendo Jennifer al requerimiento. En este primer momento Luis Rubiales ya instó a la jugadora para que llevara a cabo una declaración pública acerca de la aceptación por su parte del beso recibido, con la que ella no estaba de acuerdo y que no tenía obligación alguna de hacer.

Antes de que el revuelo mediático alcanzase sus cotas más altas, cuando no había hecho más que acabar el partido y la selección celebraba el título, el presidente federativo ya empezó sus intentos de que Hermoso compartiese una versión en la que ella había aceptado el beso. En redes ya habían corrido los primeros tuits críticos con el beso. También el vídeo del por entonces presidente tocándose sus partes en el palco. La bola empezaba a crecer. En unas imágenes de Tik Tok del vestuario, se ve cómo la jugadora se siente contrariada por lo ocurrido: "No me ha gustado. Pero, ¿qué hago?". El relato de la Federación negará esa incomodidad.

2) Posteriormente, cuando la jugadora viajaba en autobús que conducía a la Delegación española de fútbol camino del aeropuerto de vuelta a España, se le obligó a bajar precipitadamente del mismo para que suscribiera una nota de prensa redactada por el equipo de comunicación de la RFEF por orden de Luis Manuel Rubiales y en la que Jennifer Hermoso Fuentes no había tenido ninguna intervención y cuyo contenido no compartía, a pesar de lo cual, fue remitida a los medios de comunicación.

Las voces críticas con lo sucedido ya suenan cada vez más alto en España. Algunos políticos señalan lo ocurrido como un acto de agresión sexual. Pablo Echenique, número 3 de Podemos en aquel momento, desliza que lo ocurrido puede tener consecuencias penales.

En el entorno de Rubiales empieza a cundir la preocupación. En una entrevista con El Partidazo de COPE, que se emitirá horas más tarde, carga contra todos aquellos que señalan sus actuaciones y quita importancia al tema: "Es un pico entre amigos, no hagamos caso a los tontos e idiotas". Se intenta cortar la hemorragia con un comunicado conjunto que se hizo a espaldas de Hermoso. Es más, la Federación llega a bajar a la jugadora sola del autobús, donde había un gran ambiente festivo, para que firmase ese comunicado. Relevo informó posteriormente de que Jenni no compartía esas palabras.

3) En el vuelo de regreso de Australia a España, con escala en Doha (Qatar), Luis Manuel Rubiales Béjar se dirigió de nuevo a Jennifer Hermoso Fuentes para que accediese a hacer una manifestación pública conjunta de ambos cuando llegaran a dicha escala, afirmando que el beso había sido consentido, a lo que la jugadora se negó una vez más, expresando su hartazgo y malestar al acusado por las presiones ejercidas por este.

En España el ruido ya es imparable. El ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, remarca que el comportamiento de Rubiales es "inaceptable" y le invita a "dar explicaciones y presentar excusas". El miedo en el entorno de Rubiales es cada vez mayor y también lo son las presiones derivadas. Lo ha contado la jugadora en alguna entrevista posterior: "Nosotras viajábamos en business y ellos, Rubiales y sus colaboradores, en la parte de delante. Me levanté al baño y él estaba de pie, hablando con algunos de ellos. Me dijo: "¿Jenni, puedes venir? La que se está formando con el beso… Me tienes que ayudar y grabar un vídeo conmigo en Doha, porque me están llamando acosador, violador…"

Ella nunca se avino a juntarse con Rubiales para el vídeo y el presidente federativo se vio obligado a hacerlo solo. Creía que con esas pocas frases sería suficiente, que con eso respondía a las peticiones del ministro, aunque inicialmente se negaba a grabar nada ni a dar ninguna explicación. Pero las coacciones en el vuelo de vuelta no acabaron ahí.

4) Así, Jorge Vilda se acercó en varias ocasiones a los asientos donde viajaban los familiares de la jugadora hasta que consiguió hablar con Rafael Hermoso Fuentes, hermano de Jennifer, y tras intentar ganarse su confianza alabando las virtudes deportivas de la jugadora, con el único fin de que Rafael convenciera a su hermana para que realizara la manifestación pública pretendida por los acusados, y ante la reticencia de este de ceder a su petición, le advirtió de que si su hermana no accedía a participar en el vídeo, ello tendría consecuencias negativas para ella, tanto en lo personal como en su carrera profesional como futbolista.

Se intentó ablandar a su hermano Rafael con una serie de agasajos y presiones que posteriormente éste contaría en sede judicial. Así lo narró Hermoso tiempo después: "Les dije '¿cómo que tenéis que hablar con mi hermano?'. Yo quería hablarlo con mi agencia, con mi representante. No me estaba sintiendo respetada en ningún sentido". Según explicó Relevo, el seleccionador fue muy insistente, acudió a la zona de los familiares de la campeona del mundo hasta en tres ocasiones, pero no logró su objetivo, que no era otro que lograr que la jugadora le quitase hierro al asunto.

Al llegar a España sigue la celebración de las futbolistas, pero de fondo el incendio alrededor de Rubiales es cada vez mayor. Sus intentos de rectificar fueron torpes y poco consistentes, la presión crece para que el Gobierno actúe y busque la inhabilitación del dirigente.

5) Los días 22 a 25 de agosto de 2023, con ocasión de un viaje a Ibiza de la Selección Femenina de Fútbol el acusado Rubén Rivera Teijido, acudió a dicha localidad e insistió, de manera reiterada y persistente, a Jennifer Hermoso para que hablase por teléfono con el responsable de integridad de la RFEF.

Por parte del comité de integridad de la RFEF se había abierto un expediente respecto a los hechos acontecidos en Sydney, en el que se pretendía, por orden del acusado Luis Rubiales, su exculpación de cualquier responsabilidad en dicho ámbito, obligando a cambiar declaraciones de intervinientes y aportando periciales parciales en su favor.

Jennifer Hermoso manifestó reiteradamente al acusado Rubén Rivera Teijido, que no quería acceder a sus pretensiones y que la dejaran en paz.

En esos días, Jennifer Hermoso y otras jugadoras se marchan a Ibiza a disfrutar de unas vacaciones, pero tampoco en la isla podrá evadirse del asunto. Como contó Relevo, y aparece en el escrito de acusación, por allí también apareció Rubén Rivera, director de marketing de la RFEF ahora apartado de su cargo. En ese momento la Federación ya ha abierto un expediente al presidente por lo sucedido, aunque es más cosmético que otra cosa, se busca que el mismo quede en nada. Un nuevo comunicado de la RFEF apunta que la jugadora "está abducida" y la acusa de haber mentido.

6) Aún lo anterior, Rubén Rivera Teijido insistió también, en que debía participar en el vídeo exculpando a Luis Rubiales, haciendo extensivo el hostigamiento a Jennifer a través de su amiga y acompañante durante la estancia en Ibiza, Ana Ecube Doss. A pesar de la clara negativa de Jennifer Hermoso, con expresión de su hartazgo, Rubén Rivera Teijido, persistió en su conducta, directamente respecto de Jennifer Hermoso e indirectamente a través de Ana Ecube, para que hablase con el acusado Albert Luque Martos, que pretendía, de acuerdo con el acusado Luis Rubiales, y valiéndose de su buena relación personal con la jugadora, doblegar la voluntad de Jennifer.

El dirigente de la RFEF trata, una vez más, de que la víctima acepte que el comportamiento de Rubiales no fue delictivo. "Nada más llegar, Rubén Rivera me pasa su teléfono. Era Miguel García Caba, el de integridad de la RFEF. 'Solo tienes que decir la verdad, lo que ha pasado, el beso ha sido una tontería'. Le respondo que si estoy obligada a hacer eso. Y me dice que sí, que estoy obligada, que va en el protocolo de la RFEF", ha explicado posteriormente la jugadora. Esa presión se hizo extensiva a su amiga Ana Ecube, que también ha testificado en sede judicial por este caso para explicar lo ocurrido.

7) Al no conseguir lo pretendido, el acusado Albert Luque Martos, de acuerdo con el acusado Luis Rubiales, se desplaza a Ibiza, para conseguir con su presencia que participara en el pretendido video, personándose en el hotel donde se alojaba la jugadora y su amiga e intentando obligar a Jennifer a hablar con él, a lo que ella se negó.

El cuarto acusado es Albert Luque. El exjugador era en aquel momento el director de la Selección masculina. Él también se desplaza a Ibiza con la intención de presionar a la jugadora.

8) El acusado Albert Luque insistió por medio de WhatsApp, personalmente a Jennnifer Hermoso y a través de Ana Ecube para que Jennifer hablase con él. Finalmente, ante la rotunda negativa recibida, Albert Luque envió varios mensajes de WhatsApp a la amiga de Jennifer, insistiendo en su petición de ayuda para justificar la conducta de Luis Rubiales expresando su enfado, haciendo alusión a que a la jugadora, por su edad, le quedaban dos años de carrera y que si en este momento le ayudaba seguramente le podría conseguir un puesto en la Federación, acusando a Jennifer Hermoso de mala persona, deseándole que se encuentre muy sola en la vida y anunciándole que se alegraría si eso sucediera.

La jugadora se niega a ver a Luque y este trata de convencerla por medio de una cadena de mensajes de whatsapp a Ana Ecube, la amiga con la que Jennifer Hermoso estaba pasando sus vacaciones. Luque en sus mensajes se pone dramático: "¿No recibir al director deportivo de la RFEF española y un amigo dos minutos...? Solo le deseo en la vida que le devuelva lo que le está haciendo. Pagar a una persona injustamente, pero no se merece nada por la poca humanidad que tiene... Cada uno le da con el tiempo lo que se merece. ¿Hablar contigo? Cuando quieras".

Mientras tanto la presión política y mediática llega a las cotas más altas en Madrid. Rubiales se encuentra entre la espada y la pared. El día 24, cuando todavía está Hermoso en Ibiza, se convoca una Asamblea de la RFEF en la que, en teoría, el dirigente va a dimitir. Nada de eso ocurre. Rubiales, en una reunión previa, invita a todos los vicepresidentes menos a Pedro Rocha a dejar sus cargos. En la Asamblea llega un discurso que quedará como el del "No voy a dimitir". Rubiales se encastilla, va a dar batalla.

Esa misma tarde Víctor Francos, secretario de Estado para el Deporte, comparece ante los medios y anuncia que va a elevar el caso al TAD y a pedir la inhabilitación del dirigente. También la FIFA empieza a moverse para derrocar al presidente de la RFEF. El caso, como ya previó Echenique, llega a la Audiencia Nacional, que abre diligencias. Rubiales ya no levantará cabeza.