Óliver Torres: de su llegada de la mano de Julen Lopetegui, a "soldado" de Quique Sánchez Flores
El extremeño se ha despedido del club tras 5 años, en los que ha conquistado dos Europa League. "El Sevilla no tiene que venderse a ningún jugador. Estar en el Sevilla es un privilegio", ha comentado.

La salida de Óliver Torres se produce en la peor temporada del Sevilla en la historia moderna. Una salida fijada desde hace meses, cuando la dirección deportiva y el propio jugador, sabían de primera mano que no habría entendimiento para una posible continuidad. El extremeño quiere firmar su último gran contrato. Los sevillanos no han puesto demasiado interés en plantearle una posible continuidad, aunque sea a la baja.
El centrocampista, durante estos 5 años, ha vivido de todo, pero sin duda alguna Julen Lopetegui y Quique Sánchez Flores, han sido los dos entrenadores que más han confiado en él. En el caso de este último, desde su llegada a la capital hispalense, hizo del exjugador del Atlético de Madrid uno de sus hombres fuertes dentro del vestuario y de sus alineaciones.
Quique pronto evaluó a la plantilla. Incluso con la llegada de los refuerzos en el mercado de invierno. En una situación extrema, optó por apoyarse en aquellos jugadores que más confianza le dieron. Los llamó sus soldados. Futbolistas que quería al club, que mostraban dedicación y que entendían la situación que estaba viviendo la entidad. No era el momento de preocuparse por jugar al fútbol, solo por ganar y alejarse de la quema.
En ese núcleo duro estaban Lucas Ocampos, Jesús Navas, Sergio Ramos y Óliver Torres. Junto a ellos, canteranos como Isaac o Kike Salas. Por eso decidió darle continuidad a pesar de que sabía que su destino al final de temporada estaba marcado, como se ha escenificado en la despedida que ha recibido en el antepalco de Ramón Sánchez-Pizjuán. Por eso, estuvo por delante de Hannibal. Luego llegó esa inoportuna lesión en el hombro que la ha mantenido alejado de los terrenos de juego en el último tramo de la temporada.
Julen Lopetegui, su gran valedor
Óliver Torres vino al Sevilla de la mano de Julen Lopetegui. Al igual que ocurrió cuando el vasco se marchó al Oporto, en cuanto se concretó su fichaje por los sevillanos, el actual entrenador del West Ham llamó al extremeño para pedirle que se viniera con él. Así lo hizo. Durante los primeros años, fue un hombre importante en el centro del campo. Poco a poco fue perdiendo protagonismo.
La destitución de Julen no ayudó, aunque antes tuvo que vivir su experiencia más dura como jugador sevillista: Se quedó fuera de la lista de la Champions. Eso, lejos de distanciar a entrenador y jugador, endureció su carácter. Pero ya el año pasado él notó que su etapa en el Sevilla estaba terminando. De hecho, tenía en mente haber salido, pero la jugosa propuesta que le llegó de Turquía, no le atrajo. Ahora, libre, puede elegir ese último destino que le permita ser importante y además, firmar su último gran contrato.
Despedida a jugador bicentenario
Su profesionalidad, constancia y apoyo a sus compañeros son incuestionable. Óliver se marcha con más de 200 partidos y 11 goles portando la camiseta del Sevilla. Casi los mismos que disputó con el Atlético, el Villarreal y el Oporto juntos."Es un orgullo haber pasado por la historia de este club. Que cuando le cuente a mis hijos mi paso por aquí vean ese legado. Sevilla es familia. Rápido te hace sentir uno de los suyos. Por eso, Sevilla cala tanto en las personas, también la ciudad, que da vida. Estos días he estado recapitulando mis cinco años. Soy un afortunado. Ojalá que mucha gente que venga aquí se quede con ese sentimiento. El Sevilla no tiene que venderse a ningún jugador. Estar en el Sevilla es un privilegio", ha dicho ante los medios.
👋 @olitorres10 se despide del Sevilla:
— Relevo (@relevo) May 31, 2024
💬 "Sevilla es familia, según llegas te acoge. La ciudad tiene vida y da vida. He sido un afortunado".
💬 "Ojalá que mucha gente que venga aquí aprenda tanto como yo del club y de la ciudad". pic.twitter.com/biYI3ERlyR
No ha querido dar demasiadas explicaciones sobre su futuro: "A nivel de futuro, siempre digo que es incierto. Sigue siéndolo. Estoy agradecido por toda la gente que se ha interesado por mí. Estamos hablando. En poco tiempo algo sabré. Estoy ilusionado de lo que venga, de reinventarme saliendo de mi zona de confort. Sevilla me ha marcado mucho. No tengo miedo a los cambios, estoy abierto a salir de España o también seguir".
Por último, ha tenido unas palabras especiales para su amigo Joan Jordán, uno de esos jugadores con los que el club no cuenta para el futuro proyecto: "Con Jordán no soy objetivo. Para mí él representa lo que es la vida. Nunca te rindes cuando vienen mal dadas. Puede cambiar estas circunstancias por su mentalidad. Es el primero que llega a entrenar, y más duro lo hace. Su fuerza mental es un ejemplo". Se despide un jugador de equipo, que ha formado parte de otro lustro de éxitos en Nervión.