ENTREVISTA

Paco Grande las ha visto de todos los colores en los deportes de TVE: "Si caes en esa feria, en esa hoguera de vanidades, es un sitio donde lo pasas mal"

El periodista que dirige Conexión Vintage repasa algunos de sus momentos en los deportes del ente público.

Paco Grande, tras su entrevista con Relevo./Michèle Novovitch
Paco Grande, tras su entrevista con Relevo. Michèle Novovitch
Gonzalo Cabeza
Jorge Peiró
Michèle Novovitch

Gonzalo Cabeza, Jorge Peiró y Michèle Novovitch

Paco Grande llegó a Televisión Española a finales de los años 80 y desde entonces —aunque no sin sobresaltos— ha sido uno de sus profesionales más reconocidos. Ha narrado, ha dirigido, ha dado mil vueltas, pero él se sigue considerando un reportero por encima de todo. Ahora mismo tiene un proyecto personal, Conexión Vintage, que en 13 años de emisión ha logrado ser uno de los programas más reconocibles de los deportes de TVE. Narró la última Eurocopa, suele narrar los saltos de esquí... un perfil que vale para todo aunque, como él mismo reconoce, no siempre ha resultado sencillo tenerle al lado trabajando.

Vamos a empezar por Conexión Vintage, es un proyecto muy personal y es raro encontrar proyectos personales en un lugar como Televisión Española. ¿Cómo llegaste a poder hacer algo así?

Pues ni el programa ni el título son míos. Un día, después de los Juegos de Londres 2012, me llamó Ernest Riveras. Yo sabía que estaban intentando cambiarle la cara un poco a Teledeporte y habían creado varias conexiones: Conexión motor, que lo presentaba Marc Martín, Conexión baloncesto, que lo presentaba Arsenio Cañada y entonces se les ocurrió otra conexión, que en ese momento no tenía nombre todavía, y me llamó Ernest.

La temporada anterior, por una serie de hechos que ocurrieron, yo era editor de todo y fui destituido, y entonces al inicio de esa temporada, después de los Juegos de Londres, partía de cero. Algo que a mí me gusta, me gusta porque si eres un poco espabilado... yo no sé si soy muy espabilado o no, a veces creo que sí, a veces creo que no, pero sí que soy inquieto, a mí eso me motiva porque me gusta reconstruir o construir. Bueno, me dedicaba a secuencias del deporte que había escuchado, leído, pero que no había visto, a ir al archivo, que lo tenemos allí a nuestra disposición, pedirlo y visionarlo.

Lo emití en Estudio Estadio, yo era un redactor normal de Estudio Estadio, ya no era editor. Me era difícil trabajar en un programa del que yo había sido editor justo un par de meses antes, pero así es la vida en la televisión, es una noria, como dice nuestro compañero José Miguélez. Y entonces esa sección de tres minutos llamada El Ojeador funcionó muy bien, en contra de lo que yo mismo pensaba, porque yo no estaba seguro de que la caspa, como la llamábamos allí, imágenes antiguas y tal, fuera funcionar. Ernest Riveras me dijo "oye tú esto que haces en Estudio Estadio te puedes hacer media hora". Sí, hombre, más fácil todavía y entonces echó a andar y al día siguiente me dijo Ernest "¿como lo llamarías?". Pues El Ojeador, si lo hago en Estudio Estadio pues vamos a llamar El Ojeador. Yo creo que no le no le satisfizo demasiado y habló con Carlos González, que actualmente es el director de deportes, entonces tenía cargos importantes, o era director de informativos en San Cugat, en Barcelona, o era director del centro territorial.

Ernest me dijo, "Déjame que le dé una vuelta con Carlos, que estamos en esto y mañana te digo". Y al día siguiente me dijo, "a Carlos se le ha ocurrido Conexión Vintage. ¿A ti qué te parece?" Yo dije, "no me gusta nada, pero bueno, como es un jefe y tal, pues me parece muy bien". Había tenido diferencias con jefes. Y así nació Conexión Vintage y sí que me puso en una tarea que me gustaba mucho. Estamos hablando de 2012, pero en 1991 yo ya había hecho una historia de la Copa para un programa llamado Grada cero y en 1987 había hecho un reportaje largo de la despedida de Carlos Santillana. O sea, yo ya hacía cosas de estas sin saber que iba a ser Conexión Vintage. Y así nació, dar forma a lo que yo llevaba dentro, pero no fue idea mía fue de Ernest Riveras y Carlos González.

Supongo que estás muy satisfecho con el programa.

Muchísimo, yo no me lo esperaba esto, porque esto se ha hecho siempre en cualquier televisión. Recuerdo que yo mismo en 2007 en el programa Club de fútbol, del que yo supuestamente era editor, que no lo era, pero bueno, también se me encargó por parte de Juanjo Díaz, antiguo compañero en Marca, una sección también del pasado. Yo estaba hasta un poco cansado de tanto mirar al pasado, a mí lo que me gusta es mirar hacia adelante. Pero, no sé por qué, lo repito año tras año, que confabulación de astros o de suerte o lo que sea, ha hecho que de repente empezamos a emitir en Teledeporte y que cuajara el nombre. Si llegamos a poner El Ojeador, la gente igual no lo toma como referencia, pero con el Conexión Vintage, pues sí, ha funcionado y muy orgulloso.

Pero es que el producto que tenemos, la materia prima, es impresionante. Yo cuando empecé no sabía si iba a durar un mes, un día, tres años o trece años, como llevamos ya. Yo empecé en algo que me gustaba muchísimo y empecé a ver con cierta sorpresa que a la gente le gustaba. Lejos de arrepentirme o de dudar o de tener nervios, o al revés, o de tener presión, nada, al revés, encantado de la vida. Y sigo, como digo siempre, con la misma ilusión que cuando comencé hace trece años.

Antes decías que eras editor de todo y dejaste de serlo de repente. Eso es algo que pasa mucho en TVE pero no en el resto de empresas, eso de ser un día el rey del mambo y al día siguiente estar poco menos que en un pasillo.

Sucede. Yo cuando entré de becario en 1985 ya veía casos así. Yo veía a Miguel Ors, el mítico Miguel Ors, que estaba en su casa y eso que había sido comentarista de fútbol, presentador de muchísimos programas. Yo veo ahora sus reportajes y son buenísimos. A quien no conozca a Miguel Ors, hay que tenerle un máximo respeto, fue el hombre que hizo el primer reportaje en el recién inaugurado estadio Vicente Calderón en 1966, la primera entradilla, la primera entrevista, el primer reportaje, y en 1985-1986, por cuestiones políticas, él estaba fuera de televisión, y a mí eso me parecía imposible, pero a lo largo de todos estos años lo he visto, y ahora lo he vivido yo también, y es algo que es así, no es ni malo ni bueno, es una noria.

Yo tenía, gracias a la confianza que depositaron en mí Nacho Gómez Acebo, Julián Reyes, muchos jefes, pues muchísima responsabilidad: editor de la Champions, del fútbol inglés, de Estudio Estadio... absolutamente de todo, pero se producen una serie de cuestiones y quedo destituido. Esto ocurre, Arsenio Cañada ha sido director de deportes hasta hace poco y ahora tiene que volver a buscar actividades y esto es así, los que estamos allí estamos acostumbrados. Lo que no es normal es que alguien sea director de deportes o subdirector de deportes crea que eso le va a durar mucho tiempo. De hecho, casi todos los que acceden a un cargo de responsabilidad, saben que tienes los días contados. Haces tu trabajo, pero sabiendo que llegará otra persona, que confía en otra persona y delega en otro compañero o compañera, y es así y no pasa nada.

Lo que hay que saber es reaccionar. Tú no puedes decir, 'me han destituido de esto, qué injusticia horrible, no sé qué'. No, lo que hay que hacer es empezar otra vez.

Desde fuera da la sensación de que el ambiente en TVE es muy complicado. Porque además se junta el ego que provoca la televisión.

A ver, yo te hablo con lo que yo llamaría la ley Campoamor, la famosa frase de Ramón de Campoamor, "En esta vida, en este mundo cruel, nada es verdad y nada es mentira, todo es del color del cristal con que se mira". A mí me gusta muchísimo ir a televisión española, me gusta muchísimo ir a trabajar allá en la redacción, disfruto con todo lo que hago.

El lunes grabé unas entradillas allí, al lado de Torre España, para el Vintage que sacamos el lunes y solo el hecho de quedar con el equipo, con el reportero, con su ayudante, venga prueba, venga un balance de blancos, hagamos esto o lo otro... se lo decía a ellos, que seguramente pensarían que estaba chiflado, esto es lo que me gusta y yo voy allí y yo soy feliz trabajando. No entro en si me han puesto esto, si me han puesto lo otro, si me nombran, si me destituyen, si me quitan... Si caes en esa feria, en esa hogera de vanidades, pues es un sitio en el que lo pasas mal. Si vas allí a ganarte esto, a ganarte lo otro... yo nunca he hecho eso. Ya sé que todos decimos esto, pero yo no lo he hecho [risa].

Y además te digo una cosa, cuando lo he hecho me ha salido al revés. Una vez que le dije a José Ángel, "oye José Ángel, que vamos a tener ahora los Juegos Olímpicos de Nagano 98 y que no estoy". Me dijo, "ah, pero tú querías ir". Digo, claro, si he estado en los anteriores. "Pues habérmelo dicho". Entonces, entré a pedir algo y me dijeron que no, con lo cual nunca entro. Yo no creo que valga para los despachos, por tanto no tengo que perder tiempo ahí. Quien se entregue a eso sí que lo puede pasar mal. Yo voy allí a ser feliz trabajando.

¿Has aspirado alguna vez a ser jefe deportes en TVE?

No, sinceramente no, porque eso te llega. Yo he sido director de Estudio Estadio en tres ocasiones y es que ni lo pensaba. La primera vez me llamó José Ángel de la Casa, yo estaba en la Copa América en Paraguay y me dijo "Oye, Paco Grande ¿a ti te gustaría ser el director de Estudio Estadio?". Y no me gustó, ¿sabes por qué? Porque yo me consideraba, hago mucho símil con el fútbol, jugador. Jugador, reportero que creo que es lo que yo hago bien, el reportaje, el reporterismo. Cuando me dijeron ser editor era como pasar a ser entrenador y un entrenador es un manejador de voluntades y en eso yo no sé si soy el mejor. Cuando me dijo, "¿quieres ser editor de Estudio Estadio?", con su acento de Toledo, le dije que me dejara que lo pensase. Me dijo, "¿te lo vas a tener que pensar". Sí, hombre, por lo menos un día. Y me lo pensé y es una evolución natural. Me gusta mucho hacer reportajes y tal, pero tengo que probarlo. Y entonces acepté. Igual que llegó ese nombramiento, pues nunca pensé, "hombre, de aquí a director de deportes o director adjunto". No, porque no creo que sea lo mío. Sí, es superatractivo, por el cargo, la responsabilidad... no sé cómo lo haría, nunca me lo planteé.

En aquella ocasión en la que empezaste a ser editor, Estudio Estadio era todavía un programa muy influyente ¿se notaban mucho las presiones estando allí?

En absoluto, no. Yo, como te digo, las tres veces que he sido, como todo lo que hago en Televisión Española, voy súper encantado. Lo que notas es que si luego ves que la audiencia no funciona, ahí sí que notas la presión. Pero dirigir Estudio Estadio... por favor. Pero si yo era un chaval que tenía que negociar con mi madre para una semana ver la película y otra semana ver Estudio Estadio, y si me portaba mal no me dejaba ver Estudio Estadio. Si yo llegaba a mi casa y llegaba a Torreespaña tarareando la música de Estudio Estestadio [tararea]. Entonces pasar a dirigirlo... Otra cosa es manejar un equipo de gente, manejar un equipo de realizadores, ayudantes de realización, redactores, eso ya es una tarea en la que yo a veces he cometido más de un error, pero por eso hablé con Nacho Calvo, que él sí tenía experiencia en un programa llamado Vía Olímpica, en dirigir equipos, para que en lo que yo pudiera fallar que él me echara una mano. Uno era un poco el poli bueno y otro el poli malo, pero ninguna presión interna.

A veces no íbamos bien de audiencia y nos metíamos en una sala allí de juntas, a ver qué podíamos hacer y llegaba José Ángel de la Casa, siempre con su humor castellano manchego, y decía "bueno, gabinete de crisis, gabinete de crisis". José Ángel, que tenemos que ver que tal... "Dejaros de hostias, con perdón, aquí no hay que cambiar nada, la gente lo que quiere ver son los goles". Me lo dijo el difunto Antonio Jiménez muy amigo de periodistas veteranos. "Paco Grande, déjate de líos, la gente quiere ver los goles y punto". Yo intentaba hacer entrevistas, reportajes, no sé qué y al final te das cuenta que en esa época, en muchas épocas, ahora es otro mundo, la gente quería ver los goles y punto, y nada más.

Ahora los goles son una cosa secundaria, ahora se habla más del árbitro.

Bueno, es que ahora es otra historia. Ahora tenemos gente que ve los goles en el estadio en directo, tenemos redes sociales, tenemos TikTok, tenemos YouTube, tenemos muchas más televisiones. Ya no es igual que antes. Pero yo no me rendiría, yo trabajaría, pensaría en la gente que no puede acceder a las redes sociales, que tampoco vemos 17 televisiones a la vez, que no todo el mundo puede pagar canales de pago y que tienen en TVE una referencia, sabiendo que la televisión en lineal cada vez se ve menos y se ve de otra forma.

Pero no me rendiría y alabo lo que hace Rosana Romero, como directora de deportes, manteniendo Estudio Estadio, pero peleando por buscar el formato que requieren estos tiempos, que no es una tarea fácil. De antemano te digo que tertulia no, por lo menos sé lo que yo no querría, y luego pensaría, pero no renunciaría a un Estudio Estadio como no renunciamos a un telediario, como no renunciamos a un Informe Semanal, como espero no renuncien a un Conexión Vintage, Como no renunciamos a Relevo, Vocento, ABC... Cuando tú tienes una mancheta, cuando tienes una marca, lo que tienes que hacer es saber el contenido, pero no a la marca. Estudio Estadio es una marca desde 1973, no 1972. 25 de marzo de 1973, que fue cuando llegó Pedro Ruiz. ¿Y por qué renunciar a esa gran marca de 42 años? Lo que hay que hacer es el contenido, buscarlo.

Paco Grande habla de los prográmas 'El Rondo' y 'Clu de Fútbol'. Relevo

La marca tiene 42 años, pero no han sido ininterrumpidos. En la época de El Rondo dejó de emitirse. Entiendo por lo que dices que es un formato que no te gusta.

Eso fue un invento de Alfonso Arús y Pedro Barthe ya se lo ofreció a José Ángel de la Casa en 2005 o 2006, porque se hacía o bien como Forza Barça o bien como El Rondo dedicado al Barça en Cataluña. José Ángel de la Casa lo rechazó, pero cuando llegó Pedro Barthe en 2006 sí que lo puso en marcha, a través de la productora de Alfonso Arús y se llamaba El Rondo de Estudio Estadio. Era un programa de productora de Alfonso Arús en el que los presentadores eran Rivero, Quique Guasch y Lourdes García Campos y tenían una serie de contertulios, entre ellos Roberto Gómez, y fue un programa que efectivamente era tertulia, cañera, porque para mí y respeto total a Pedrerol y a todos los compañeros siempre, el creador de estos formatos es Alfonso Arus por un lado en la tele y en la radio el queridísimo Pedro Pablo Parrado, antes que José Ramón de la Morena, ese formato de tertulias, gente hablando... En la tele fue Alfonso Arús. Pedrerol ha seguido esa línea, juntándolo con una línea de El Tomate. Es así porque además él lo dijo allí en Torrespaña.

Era una época en la que Ramón Calderón y Florentino estaban ahí peleando por la presidencia del Madrid y tal y cual y el programa apostó por Ramón Calderón. Y bueno, yo en esa época terminaba mi segunda época de editor de Estudio Estadio, llegó Padre Barthe, me lo explicó, que quería hacer eso otro y que yo iba a hacer pues otras cosas y empecé a hacer balonmano, y me fui a la Vuelta Ciclista, hice muchísimas cosas. Yo entendí ese cambio, además yo tenía ganas, habían sido cinco años en el programa y está bien cambiar de vez en cuando.

No, no me gustó, porque no es lo que yo soy. Yo me considero un reportero por encima de todo y lo de las opiniones y tal creo que es un género de la radio. Ese fue el programa que luego al final pues Florentino Pérez quizás no estuvo muy de acuerdo con él [ríe].

En uno de sus famosos audios dice que han conseguido suprimirlo, de hecho. En esa época entra como jefe de deporte Juanjo Díaz, que fue importante en esa batalla de la que estabas hablando entre Calderón y Florentino Pérez. ¿Cómo se maneja la llegada de alguien de fuera, especialmente con este tipo de connotaciones?

Vinieron dos. El director de deportes era Javier Tola, que venía de la COPE. Venía por Luis Fernández [el presidente de RTVE en aquel tiempo]. Manolo Lama dijo "¿Javier Tola? pero si este era uno que me firmaba a mí los vales de taxis en la COPE". Con el estilo de Manolo Lama. Fue director de deportes. Y por otro lado, efectivamente, por el de Florentino, vino Juanjo Díaz, que hacía tiempo que no tenía una buena época en Marca, y se juntaron los dos casi sin conocerse.

No empezamos bien. Un director de deportes que no conoce a su director adjunto, pues no empezamos bien. Entonces Javier Tola venía a negociar, era experto, muy bueno además, negociando derechos de televisión y se dedicó a lo suyo.

Y Juanjo Díaz se metió a saco en eliminar El Rondo de Estudio Estadio y en crear Club de Fútbol. Y entonces Club de Fútbol nació en 2007, pensaron en varios presentadores y eligieron a Pedrerol. Y Pedrerol se trajo a Hugo Gatti, porque era cuando Hugo Gatti empezó a escribir en el AS, un poco también en la sombra de Florentino. Y para editor me eligen a mí, que yo creo que el menos indicado para ser el editor era yo, pero si me eligieron... bueno, yo escuché. Pero aquello era...

Arrancar un proyecto nuevo informativo es muy complicado. Arrancar un programa nuevo en la tele no es fácil, necesitas tiempo, el primer, el segundo, hasta el primer mes, el programa se va haciendo solo. Yo trataba de explicar aquello, pero allí todo el mundo tenía prisa. Juanjo, que quería hacer un programa noble dedicado al fútbol, un programa maravilloso. Pedrerol, que no quería comentar colas, quería hacer, pues eso, lo que ha hecho después, El Chiringuito, y además lo dijo en una reunión. Había también redactores que habían traído de Radio Marca, que no conocían el mundo de la tele. Yo me veía allí y dije, "Paco Grande, ¿Dónde te has metido? ¿Dónde te has metido?" Intentaba poner la experiencia que yo tenía, porque si me han llamado, voy a dar lo que pueda. Yo creo que lo que yo decía, entraba por un lado y salía por otro. Duré dos semanas, dimití, y me dediqué a hacer balonmano y ya me desentendí.

Eso es lo que yo hice. Lo que tenía que haber hecho, si hubiera sido quizá más inteligente, o lo que hay que hacer cuando llegan jefes nuevos, es aguantar el tsunami personal, el tsunami de cambios. Porque todos los jefes, normal, llegan con ganas de hacer cosas nuevas, de cambiar, nos miran mal a los que estamos allí, porque te ven como un enemigo. Tú tienes que dar calma y expresar que estás para ayudar y yo con mi posicionamiento claramente daba la impresión de que estaba... no para entorpecer, pero no soy una persona que vaya a hacer exactamente lo que me digan si no estoy de acuerdo.

Y Juanjo Díaz me decía una serie de cosas, con un criterio que respeto, pero que no era nada televisivo. "Esto es infunable Juanjo, esto no podemos hacerlo". "Siempre aquí estáis acostumbrados...". Si no te lo digo y dejo que nos estrellemos con el paso del tiempo, cuando veas esto, me lo reconocerás. Si hubiera sido inteligente, hubiera intentado ahí bailar el agua, llevarle bien, no sé qué, y cuando se calman las aguas acabas triunfando.

Lo que hay que hacer cuando llegan jefes nuevos o jefas nuevas es tener paciencia, tener calma, dar confianza, porque la gente, aunque llega a un puesto importante, llega también asustada. Ostras, Televisión Española, reuniones, que si Prado del Rey, que si no sé qué, y sale ahí la redacción y en lugar de ver caras de gente trabajando ve monstruos que parece que se la van a echar encima. Tienes que calmarte tú, tienes que dar calma. La llegada te puede beneficiar. A mí me ha beneficiado en muchas ocasiones, en muchas ocasiones. Casi todas. En otras me ha perjudicado. Entonces, si te beneficia o te perjudica, tener calma y dejar que todo se sedimente y al final estarás en tu sitio seguro. Pero si vas a ir protestando malo

Eres un caso raro, sigues en TVE aunque a tu edad normalmente ya os jubilan.

Hombre, yo he tenido muchísima suerte, porque yo ya tenía que estar viviendo como en los flippers antiguos, en mi última partida, y a mi me han salido tres partidas más. Por suerte, ha cambiado la ley, entonces podemos seguir, y no he tenido ninguna duda. Hay otros compañeros o compañeras que me dicen, "pero hombre, yo estoy deseando irme y tal". Pero yo... si me gusta mucho lo que hago, físicamente, voy a tocar madera, me encuentro bien, creo que por experiencia puedo aportar muchísimo, aunque no lo parezca, pero yo sé que es así, he conseguido calmarme, dominarme. Creo que caigo simpático en la redacción y creo que tengo mucho que aportar todavía. Bueno ya sé que esto lo decimos todos, pero nuestro trabajo termina y empieza cada día. Pues sí, quiero seguir.

Acabas de decir que has conseguido calmarte, lo cual quiere decir que no ha sido siempre así ¿Has tenido muchas broncas en la redacción?

He tenido muchas broncas. Podría quedar muy bien aquí políticamente, pero no, he tenido muchas broncas, me he alterado en muchas ocasiones, seguramente la gente que he tenido a mí alrededor no lo ha entendido. Pero era simplemente por la presión que yo mismo me metía en mi trabajo, la presión de hacerlo bien, intentar tener ajustada la base de datos de los esquiadores porque tengo una transmisión, irme a hacer los saltos, comentar partidos de fútbol... Esa exigencia cuando las cosas no me iban como yo quería, me hacían cerrarme dentro, dentro, dentro y a la mínima saltaba. Saltaba con cualquier cosa, con cualquier situación, pero como también he dicho en muchas ocasiones, ahí se queda, es un [grita] pero ya está, ya está, no vas a matar a nadie y luego pides perdón o luego al día siguiente rectificas y ya está. Lo comparo otra vez con el fútbol, con el deporte. ¿Cuántas veces en el deporte de alta competición hay piques, hay bronca entre deportistas, hombres y mujeres? Y siguen y no pasa nada. Pues esto es igual. Yo no soy fácil, pero tampoco soy un ogro. Lo que pasa es que vivo intensamente lo nuestro. Y nada más.

Paco Grande habla para Relevo de sus broncas en la redacción. Relevo

Hace un rato me decías que pasaron cosas por las que te quitaron de ser editor. En su momento aquí entrevistamos a Julián Reyes, que nos contó su versión de aquel partido en el que no se emitieron los pitos al himno nacional ¿Cómo lo recuerdas tú? Aquello tuvo mucha repercusión.

Muy sencillo. Había un control en Valencia y teníamos un control aquí en Torrespaña. Era una época fuerte, porque Julián Reyes y Ricardo Castellano, sobre todo Julián Reyes, me nombró supereditor, pero no era yo el editor aquí en Madrid, ni tampoco era el editor allí. Julián Reyes era el responsable allí, pero creo que estaba en el palco maquillado para entrevistar al rey. Por tanto, o entrevistas, o editas y diriges.

Entonces Julían Reyes mandó un guión a Ricardo Castellano y Ricardo Castellano me lo pasó a mí el mismo día. "¿Esto lo ha enviado Julián?". "Pues sí, ¿por qué?". "No, para que lo edites tú" Yo le dije que él era el editor, era el director adjunto. "No, no, no, pero edítalo tú, edítalo tú". Primer error mío, no tuve que aceptarlo, porque yo no puedo editar lo que no he preparado yo. Pero bueno, venga, me meto con el tema. Y entonces lo reviso y lo paso a nuestra hoja de cálculo Inews, que te calcula los tiempos. No una hoja de Word donde pone "Rivero da paso a tal, un minuto, colas, 30 segundos, llega el rey". Eso es ficticio, porque luego el rey llega tarde, el presentador se enrolla, las colas duran más y los tiempos se van arrastrando.

Había dos publicidades, una del BBVA en Bilbao y otra publicidad más que iba por delante y había que ajustar todo eso a la llegada del rey y los himnos, más la entrevista y la publicidad salir a una hora determinada. Yo paso todo eso al INews y me da que si respetamos todo eso no llegamos a los himnos y yo se lo digo a Ricardo Castellano y se lo digo primero, por suerte, a Lourdes García Campos. "Oye, he pasado esto en el Inews y como hagamos esto no llegamos ni locos, nos comemos los himnos". Y entonces se le dije a Ricardo, Ricardo, "si hacemos esto, algo tiene que ir fuera". "No, no, tú haz eso, que Julián sabe". Julián sabe, pero al final la gente se pasa y con esto no llegamos a los himnos.

Bueno, y empezamos, y en el momento en el que había que dar paso a la publicidad, aquí está mi segundo error, había un realizador, un ayudante de realización y Julia Luna también para vigilar las señales. Y el director de producción y el director Ricardo Castellano estaban en el control. O sea, que éramos un montón en el control para vigilar aquello. Bueno, pues resulta que al compañero que estaba allí en la torre BBVA en Bilbao, de publicidad, no le llegaba el audio. Y yo cogí, bajé la cabeza y me puse a llamarle. Cuando levanté la cabeza, dije, "nos hemos comido los himnos".

Había mucha gente en el estudio, pero parece que nadie seguía los monitores. Yo estaba centrado en la publicidad. Cuando levanto, yo ya sabía que... fatal. Y entonces luego se hizo ahí un apaño con una grabación que se emitió en el descanso y todo parecía una manipulación, pero luego nos dijeron que desde Valencia una compañera de realización que había allí estaba diciendo, "pinchad los himnos, pinchad los himnos". Ahí en el control a mí nadie me dijo nada, porque sino vamos a los himnos, yo lo que tenía que haber hecho es haber dicho, pues "a tal hora vamos a los himnos y si no entra la publicidad, pues lo siento mucho". Porque, efectivamente, el rey llegó más tarde, la entrevista fue más larga, las colas fueron más largas, llegamos tarde a la torre BBVA y mientras estábamos en un lado estaba pasando lo otro.

Estábamos con la señal multi por un lado y con la señal particular del BBVA y estaba pasando lo de los himnos. Eso fue lo que pasó y entonces ellos intentaron cargarme a mí el tema, que había sido yo el responsable. Me abrieron un expediente, yo me defendí, contraté a mi abogado, Lourdes vino para testificar que yo le había dicho eso y entonces el tribunal declaró que yo era totalmente inocente y culpables Julián Reyes, 15 días de empleo y sueldo y Ricardo Castellanos, 15 días de empleo y sueldo.

Si ahora dicen que fue no sé qué, bueno, vale. Pero aquí lo que vale es quién fue sancionado.

Paco Grande habla del incidente con los pitos del himno nacional y Julian Reyes. Relevo

¿Cómo fueron las semanas posteriores a eso?

Hombre, se pasa muy mal. Se pasa muy mal porque das mil vueltas a lo que hiciste, lo que no hiciste, lo que tenías que haber hecho. Es algo que es durísimo. No se lo deseo a nadie. Sobre todo cuando te abren expediente, está la fase de información, en la que testificas, tuve que pasar ante un tribunal. Allí había compañeros que me preguntaban y tal, pero además con su fiscal, con mi abogado que yo pagué 800 euros para que me defendiera. Y el teórico fiscal, otro realizador "ya pero tú, ¿por qué tomaste esta decisión?". Yo dije en todo momento lo mismo que te digo ahora. Si me hubieran empurado a mí, tenían que haber empurado a todos, porque allí había, te repito, un realizador, ayudante, mezclador, director de producción, director de deportes, ¿y el único al que van a culpabilizar porque no se ha dado cuenta es al editor que no quería ser editor y que avisó de que íbamos a llegar tarde?. Hombre, se pasa mal. Y cuando ya se reúne todo lo del expediente y estás ahí esperando dos, tres semanas, a ver cuál es la decisión, muy mal, porque el castigo podía ser dos meses de empleo y sueldo, traslado a otro centro territorial o despido.

En un juicio lo normal es no volver a ver al resto de la gente del tribunal, pero aquí todo quedaba en casa ¿te pasó factura después?

Pues muy fácil. Julián Reyes tenía sus partidarios y entonces te miraban mal, te miraban mal. Julián Reyes, te repito que le sancionaron con dos semanas de empleo y sueldo, eso es una decisión de Recursos Humanos de Televisión Española, yo ahí no tengo nada que ver. Todos aquellos que él había colocado te miraban mal y él después en la vuelta pues también intentó vengarse a su manera. Cuando yo empecé a ir al Dakar, él tuvo otra época en la que volvió como jefe de informativos. Tengo que decir que, con una confianza que agradeceré siempre, me nombró editor absolutamente de todo. Seguramente no era para tanto, pero tengo que agradecerle eso. Pero luego, a raíz de todo aquello, quizá él se sintió traicionado en su confianza y Nacho Gómez Acebo, otro director, en 2010, intentó ponernos a trabajar juntos.

Y yo dije, hombre, si hemos tenido ese lío, no me pongas a... "No, no, así os entendéis y tal". No había entendimiento. Y en el Dakar, en el 2017, él volvía a ser otra vez jefe de informativos y yo estaba allí con Ashley Pla, el cámara de toda la vida. Hubo un corrimiento de tierras en el Dakar, entre Bolivia y Salta, en el Valle de Jujuy, que siempre pasa cuando El Niño pasa por encima, hubo corrimiento de tierras, 120 muertos.

Y digamos que, con una intención informativa que yo nunca entendí, pues Julián Reyes dijo a su editor que no contactara con nosotros, que lo hacían desde allí. Hombre, estar en el Dakar y no entrar en directo... Y dijeron que es que no querían molestarnos por la diferencia horaria con Argentina, Bolivia y demás. Bueno, yo me enteré de eso y llamé a Carmen Sastre, la editora del telediario, explicándole que yo estaba allí para informar. Eso de que había diferencia horaria y que lo resolvía Sauca desde Madrid con unas colas no me parecía informativo, yo tampoco entré en detalle. Dije, "no sé por qué se habrá tomado esta decisión, pero aquí, que sepas Carmen, estamos dos". "Ah, me habían dicho que no, que estabais durmiendo y tal" ¿Durmiendo cuando hay 120 muertos, vamos a estar aquí?

Hay una cosa curiosa, en aquel Dakar, con Julián Reyes, jefe de deportes de informativos, entre semanas no hicimos nada, ¿tú te imaginas una empresa que manda a dos al Dakar y no mete nada en los telediarios de la gente que está allí y todo se hace aquí? Pero el fin de semana, que estaba Arsenio Cañada y que tenía su criterio, sí que nos daban bola. Entonces salíamos el sábado y el domingo y no salíamos entre semana. ¿Por qué? ¿Criterio informativo?, será eso.