FÚTBOL

Un partido de cuarta regional catalana termina con seis rojas después de que el árbitro se negara a dar la mano a un jugador

El colegiado suspendió el Castellnou-Artés en el minuto 62 del encuentro.

Campo de fútbol del Castellnou. /CASTELLNOU UE
Campo de fútbol del Castellnou. CASTELLNOU UE
Marc Mosull

Marc Mosull

El que por casualidad consulte el acta del Castellnou UE A – Artés FC A que se jugó el pasado sábado en el grupo 16 de la cuarta catalana, la última categoría del sistema de competiciones de la comunidad autónoma, se sorprenderá al ver hasta seis expulsados en el conjunto visitante, antepenúltimo en la tabla, y la suspensión del encuentro en el minuto 62. En ese momento, el Castellnou, cuarto clasificado, vencía por 2-0.

Si bien el Artés vio tres tarjetas amarillas durante el primer tiempo, algunos de los presentes en el campo reconocen a Relevo que no hubo tensión desmedida entre ambos equipos ni acciones violentas en el verde. Lo que sí existió fue un cierto clima de hostilidad verbal hacia un jovencísimo árbitro con protestas excesivamente airadas por parte de los visitantes, lo que provocó que el colegiado advirtiera durante el descanso de una posible suspensión del encuentro en el caso de que el curso del partido siguiera por los mismos derroteros.

El segundo tiempo arrancó mucho más tranquilo. Pero en el 61', se desencadenaron los acontecimientos que terminaron con la suspensión del encuentro. En ese minuto, el colegiado mostró una tarjeta amarilla a un jugador del Artés por una entrada que el conjunto visitante consideró que no era merecedora de tal castigo. La amonestación provocó nuevamente las protestas por parte del equipo que jugaba fuera de casa.

Una sustitución, el detonante de la suspensión del partido

Un minuto más tarde, en el 62', el entrenador visitante realizó un cambio, y de camino a la caseta, el futbolista sustituido, tendió la mano al colegiado, que no se la quiso dar porque, tal y como comentó el propio árbitro tras el partido, el jugador le estaba insultando antes de intentar saludarle. Ante tal negativa, y según algunos de los presentes, el defensor del Artés le dio dos "palmaditas" en el pecho al trencilla, que le mostró la tarjeta roja por la desconsideración. Desde el Artés lo niegan: "Nuestro jugador le reprobó al árbitro que no le cogiera la mano, pero no le dio ninguna palmada. Creo que ni tan siquiera le tocó".

Fue en ese momento cuando se armó el barullo y los jugadores visitantes, excesivamente alterados, rodearon al árbitro para pedirle explicaciones en un tono fuera de sitio y a base de insultos, según reflejó el propio colegiado en el anexo del acta del encuentro. Futbolistas y cuerpo técnico local intercedieron en las protestas para evitar que la cosa fuera a mayores, y, afortunadamente, la sangre no llegó al río. El trencilla, solo -en cuarta catalana no hay liniers-, decidió suspender el partido en aquel mismo instante.

El caso es que, según revelan fuentes del conjunto visitante, el colegiado "solo mostró una tarjeta roja sobre el césped". Y cuando entró en su vestuario, realizó el acta y reflejó la expulsión de otros cuatro jugadores y el delegado del equipo. "Escribió lo que quiso. Si expulsó hasta al portero, que estaba en el otro costado del campo. Además, con lo rápido que sucedió, se acordaba exactamente de todo lo que habían dicho", comentan con ironía desde el Artés.

Al haber cinco futbolistas expulsados que justo antes de la suspensión estaban encima del césped, el partido no se va a reprender porque el reglamento establece que el número mínimo de jugadores por equipo debe ser de siete. Todo hace indicar, pues, que la Federación Catalana de Fútbol otorgará los tres puntos al Castellnou.