Miguel Ángel Moyá: "Pasé de que el Atlético me metiera siete a ganar la Supercopa al Real Madrid en mi debut"
El ex portero, ahora comentarista de televisión, ganó siempre a los blancos en su etapa en el Vicente Calderón.

El fútbol guarda situaciones pintorescas e incontroladas por todas sus esquinas. Érase una vez un portero que en una misma temporada, la 2014-15, siendo guardameta del Atlético se enfrentó al Real Madrid en cuatro ocasiones y no perdió ninguna. Es más, se impuso en el doble enfrentamiento de la Supercopa, empate en el Bernabéu y victoria en el Vicente Calderón, y en los dos partidos de Liga. Pleno. Ahora que los dos clubes se vuelven a desafiar en esta misma competición, Miguel Ángel Moyá, el protagonista de la aventura, no tiene inconveniente en compartir su particular historia de aquella experiencia plagada de momentos poco comunes.
Ficha por el Atlético de Madrid, procedente del Getafe, el 4 de junio de 2014. Su debut es contra el Real Madrid, en el Bernabéu, el 19 de agosto. Tres días después en el Calderón se proclama campeón de la Supercopa. ¿A quién rezó para tener tal estreno?
A nadie. Así fue. Sorprendente, por no decir otra cosa. Tanto como que los dos equipos, con tantos años jugando esta competición, solo se hayan enfrentado en dos ocasiones y ahora sea la tercera. No pude tener un debut más afortunado. No tengo duda de que ganar el título y mi actuación personal en los dos encuentros me catapultó para poder ser titular desde el principio en un equipo en el que era un recién llegado. No había mejor forma de conseguir que Simeone no tuviera dudas sobre quien debía jugar. En los dos partidos estuve bien, no es que sufriera un asedio bestial en cuanto a paradas, pero en el Bernabéu tuve dos buenas y en el Calderón, sobre todo me acuerdo una mano que le metí a James que sale en todos los resúmenes de aquel partido. Además, puedo dejar caer que la jugada de nuestro único gol comenzó con un balón largo mío, Griezmann la peina ganando la acción a Sergio Ramos y Mandzukic remata cruzadito... Nos valió ese 1-0 para ser campeones.
"Llegué al Atletico justo después de la final de Lisboa y detecté que no solo lo tenían superado, sino que pensaban que podían volver a llegar a una final"
Ex-portero del AtléticoMoyá llegó al vestuario del Atlético justo un mes después de la derrota de Lisboa, la del gol de Sergio Ramos en el 93. ¿Qué ambiente palpó? ¿Sus nuevos compañeros seguían obsesionados con aquella derrota? ¿Se obviaba el tema? ¿Se hablaba de la posibilidad de revancha?
Detecté dos situaciones. La primera que, en el día a día, no se hablaba de la final a pesar de estar tan reciente. Ni en las conversaciones privadas, ni en las comidas, ni en las partidas de cartas, ni cuando podían salir imágenes del partido en la televisión y la teníamos encendida. Nadie se 'cagaba en la p...', por decirlo de alguna forma. Y la otra situación que detecté es que ese equipo, más allá de lo doloroso que debió de ser perder la final de esa forma, empatándote en el último minuto, creía en sí mismo, en sus posibilidades. Se había llevado un buen golpe, pero sabían que lo iban a superar. Incluso escuché que se podía volver a llegar a una final de una manera más o menos inmediata, como realmente sucedió.
Vamos, vio que lo tenían medio superado... o casi.
Sí, más bien esa sensación que la contraria. En las charlas, Simeone no nos hablaba directamente de que esa Supercopa podía ser una posibilidad de revancha, aunque fuera un título menor, pero yo notaba que estaba ahí ese ánimo de revancha deportiva y que todos pensaban que se podía ganar al Madrid y que ellos no pudieran pensar que lo de Lisboa iba a ser un factor determinante a su favor. De hecho, plantamos cara en el primer partido en el Bernabéu, se ganó el segundo y un mes después, en la tercera jornada de Liga, volvimos al Bernabéu y volvimos a ganar (1-2). Ahí también tuve un partido muy top. Yo no me podía ni imaginar que en mis tres primeros partidos contra el Madrid se me fuera a dar así. Por no añadir ya que en la segunda vuelta en el Calderón les metimos cuatro...
No me puedo creer que en las charlas previas de esos dos partidos Simeone no hiciera ninguna referencia a la final de Lisboa, al gol de Sergio, a la prórroga, al árbitro...
Pues créaselo. Lo tendría presente y se lo comentaría. Seguro que no. Ni en esos, ni en los otros que jugamos después. El momento tenía que haber sido antes de esa Supercopa del 2014, pero nada de nada. Ni una palabra. Simeone nunca se basó en el pasado. Lo que sí noté rápido es que en ese club era importante ganar al Real Madrid. Se venía de unos años, y ellos lo reconocían, en los que no eran capaces de ganarles. Pero poco a poco estaba cambiando la historia con la llegada de Simeone. Se ganó aquella Copa con el cabezazo de Miranda en el Bernabéu. No noté ya el 'cagómetro' del que se hablaba. En mi época puedo decir que íbamos a ganar y sentíamos que el Madrid nos respetaba de igual a igual. ¡Ojo! el Atleti pierde la final de Champions pero venía de ser campeón de Liga. En esos años ya teníamos nuestra jerarquía.
¿Notó cierto sentimiento de antimadridismo en ese vestuario en el que entraba...?
Digamos que en el vestuario no tanto, pero en la masa social atlética sí he detectado que puede ser así. Hablo con ellos y con otros padres, ahora que tengo a mi hijo jugando allí y algunos es verdad que prefieren que gane la Liga el Barcelona antes que al Madrid, o incluso ganar al Madrid los dos partidos de la Liga más allá de cómo quede el equipo al final.
¿Cómo es Simeone las horas o días previos de enfrentarse al Real Madrid? ¿Cambia mucho en relación a otros partidos?
Hay dos 'Simeones' en uno. De puertas para dentro es capaz de darte una charla trabajando más en los personal, en lo emocional para sacar lo mejor de cada uno y así evitar tener que estar en la charla común más excitado o gritando, pero después cuando sale al campo no tiene otra manera de vivir el partido. Él nos lo decía... Me transformo. Solo hay que verle el otro día contra el Lugo. Al minuto tres ya estaba dando saltos. Cuando fiché por el Atlético, una de mis dudas era cómo sería entrenarme con Simeone el día a día. Le miraba estando en el Getafe, por ejemplo, y pensaba cómo sería en las distancias cortas. Le veía y se metía con todos, con el árbitro, con los suyos, con el rival. Al final no fue tan traumático como esperaba, aprieta, aprieta, pero hay muchos entrenadores que también lo hacen. Lo que sí me llamó la atención es cómo vive los partidos, pero cuando pasa el tiempo y ya es tu entrenador, lo normalizas, te acostumbras. Se podía debatir con él...
"Cuando el Atlético me metió siete en el Calderón pensé que ya nunca podría fichar por ellos. Ya me habían querido el año anterior, pero yo no quise ir con el rol de suplente de Courtois"
Ex portero AtléticoClaro, es que usted venía de que la temporada anterior el Atlético le hubiera metido siete estando en el Getafe.
Sí, la mayor goleada de mi vida. Una vez con el Mallorca B, el Mataró me había metido seis, pero nunca creo que se hubiera llegado a los cinco... Es curioso que fiché justo después de ese resultado. Alguna temporada anterior ya me habían sondeado, pero como estaba Courtois, yo no quería salir del Getafe. Sabía que el rol que iba a tener en el Calderón era de suplente del belga y con 30 años pensaba que podía alargar mi carrera en el Getafe. Cuando Courtois se va porque no puede estar un tercer año cedido y el Chelsea le reclama, también se va Aranzubia y es cuando acepto ir porque creo que es el momento. Sabía que iban a fichar a un joven talento, que era Oblak, pero pensaba que tendría posibilidades de jugar. Yo había llegado al Valencia joven y sabía que para un joven jugar en estos clubes nunca es sencillo. Me basé en mi experiencia. Ya venía con la cáscara pelada... Siete me metieron con aquel gol de Diego Costa de chilena, que el club repite en sus redes sociales cada vez que se enfrenta al Getafe. Esa tarde no sabía para dónde mirar... Hay que tener en cuenta que sabía que el año anterior el Atlético había preguntado por mí e iba al Calderón pensando que me podían seguir queriendo si se iba Courtois. Pensaba que era un buen día para hacer un buen partido... y me metieron siete. Incluso llegué a pensar que si había alguna opción de ir al Atlético, ya se había esfumado.
"Mis dos primeros partidos con el Atlético fueron los más importantes de mi carrera. Nunca había jugado un derbi y además le ganamos la Supercopa al Madrid"
Ex portero del AtléticoAquel derbi de la Supercopa, además, fue el primer gran derbi de su vida. Y ya tenía 30 años.
Así fue. En el Mallorca no teníamos esa posibilidad; en Valencia, el duelo local contra el Levante no tenía tanta trascendencia, con el Getafe, tampoco. Nada que ver con lo que me encontré. Puedo atreverme a decir que esos partidos fueron los más importantes de mi carrera porque además estaba un título en juego y lo ganamos.
En la vuelta expulsaron a Simeone por darle dos collejas al cuarto árbitro y le sancionaron con ocho partidos.
Es verdad... ya ni me acordaba. Comenzamos la Liga con el Mono Burgos varios partidos y en el Bernabéu por ejemplo recuerdo la imagen de Simeone en un palco.
Aquel Atlético suyo de la Supercopa era un poco raruno. Tenía a los Juanfran, Gabi, Koke, Saúl, Godín, Miranda, el primer Griezmann, Raúl García, pero también a Ansaldi, Siqueira, Raúl Jiménez, Mandzukic...
Bueno, pero esos jugadores entonces estaban cotizados. Ansaldi era internacional argentino y venía de Rusia con cierto cartel; Siqueira había sido el lateral izquierdo sensación del Granada, que lo quería el Madrid; Raúl Jiménez era un buen delantero con cierto cartel también. Y del resto qué voy a contar, es el Atlético de las dos finales...
Su balance contra el Real Madrid era bastante bueno. No se le daba mal. 18 partidos: siete victorias, dos empates y nueve derrotas.
No está mal, no. La mejor etapa fue la del Atlético que gané tres y empaté uno y luego teniendo en cuenta de que estaba en el Mallorca, en el Getafe, en el Valencia, luego en la Real, que creo que ya no me enfrenté nunca. Con el Mallorca, les eliminamos una vez de la Copa, ganando los dos partidos y luego también ganamos uno de Liga en el Bernabéu. Con el Getafe también recuerdo una victoria en casa con goles de Varela y Barrada...