SUPERCOPA DE ESPAÑA

Fede Valverde y la patada más famosa de los derbis: "Es simple, ahora tendríamos un título menos"

El uruguayo cambió su estatus en el Real Madrid a raíz de la acción sobre Morata en la Supercopa de 2020.

La patada de Valverde a Morata en la final de la Supercopa de 2020. /GETTY
La patada de Valverde a Morata en la final de la Supercopa de 2020. GETTY
Manuel Amor

Manuel Amor

Fede Valverde se reencuentra este miércoles (20:00, Movistar Plus+) con el mismo escenario que terminó de relanzar su carrera en el Real Madrid: un partido de Supercopa de España en Arabia ante el Atlético. Su patada a Morata en la prórroga de la final de 2020, por la que vio la roja, pidió perdón y provocó que le lloviesen las críticas, cambió definitivamente su estatus en el equipo blanco.

"Me he disculpado con Álvaro (Morata). No está bien hacer lo que hice, pero era lo único que me quedaba. Intenté hacer otras cosas, pero no llegaba. Aunque estoy feliz por el título, me queda esa espinita", aseguró el uruguayo ante los medios después de aquella victoria en Yeda, conseguida a penaltis y después de un 0-0 intenso en los 120 minutos. Fue un derbi a cara de perro, rácano, con actuaciones brillantes de Courtois y Oblak y alineaciones que ya parecen de otro tiempo: Jovic como delantero titular en un bando… y la entrada de Vitolo revolucionando al otro.

Con empate en el marcador, un contragolpe dejó solo a Morata ante Courtois en el 115'. Antes de que el delantero fuese a definir, Valverde le cazó por detrás con una patada dura, por detrás, al tobillo y que mereció la expulsión inmediata. Fede aceptó la roja y se convirtió en un demonio para los colchoneros, con tangana entre Savic, Correa y Carvajal y reprimendas subidas de tono de varios jugadores atléticos. Su acción fue tan violenta como necesaria para los de Zidane, que resistieron el resultado y ganaron el trofeo desde los once metros.

Valverde, con el MVP de la final.  RFEF
Valverde, con el MVP de la final. RFEF

Aquel día, todavía con cara de niño, el madridismo empezó a ver a Valverde como uno de los suyos. Zidane le felicitó públicamente después: "Hizo lo que tenía que hacer". Su final fue una exhibición de pulmones, recorrido, trabajo defensivo y solidaridad y le asentó como un pilar. El comité de expertos de la Supercopa, encabezado por el entonces seleccionador Luis Enrique, le eligió como el mejor futbolista de aquel partido y se estableció como un indiscutible para Zizou.

«Yo hubiese hecho lo mismo»

La jugada despertó una enorme polvareda en los días posteriores, en los que muchos censuraron la actitud del 'Pajarito' y su grado de agresividad. Él volvió a disculparse en Instagram ("no me enorgullece haber pegado una patada") y encontró una mano amiga donde menos lo esperaba: en Simeone. El argentino le consoló primero sobre el césped y después le elogió ante la prensa: "El premio al MVP también tiene un punto en esa jugada: Valverde ganó la final".

"Valverde ganó la final; le dije que yo hubiera hecho lo mismo en su lugar"

Cholo Simeone Entrenador del Atlético de Madrid

El Cholo desveló la frase que pronunció al oído del uruguayo cuando este salía del campo cabizbajo: "Le dije que yo también lo hubiera hecho". Son las mismas palabras que ahora salen del vestuario atlético, que ha cambiado la incomprensión por la compasión. En el lado blanco se enorgullecen del arrojo de Fede, que desde entonces liberó todo su pundonor: "Es simple; sin eso, ahora tendríamos un título menos".

El centrocampista ya se había ganado un hueco como titular, pero lejos del protagonismo y del rol que ostenta ahora. En su primera temporada, la 18-19, no salió de inicio en ningún partido importante y sumó apenas 648' en Liga, condenado al ostracismo por Lopetegui y recuperado en el tramo final por Solari. En la 19-20 recuperó toda la confianza con Zidane, que empezó a tirar de él a partir de octubre a raíz de una lesión muscular de Modric. La baja del croata le abrió las puertas del once y jamás se bajó.

En enero, con el aplauso del madridismo, levantó su segundo título con el Madrid, el primero con un papel relevante (ganó el Mundial de Clubes 2018 sin jugar ni un minuto). Después vinieron siete más, dos Ligas, una Champions, una Copa, otra Supercopa de España, una de Europa y otro Mundial, y su asentamiento definitivo como pieza básica en el presente y el futuro del club de Chamartín, recién renovado hasta 2029 y rechazados los cantos de sirena que le llegaron desde la Premier.

Un hueco garantizado

Pese a que Ancelotti ha vaciado la enfermería y tiene a todos sus centrocampistas disponibles para Arabia, Valverde tiene garantizado un sitio en el once junto a Kroos, pivote, y Bellingham, que actuará pegado a la izquierda. Entre Tchouameni, Camavinga, Modric y Ceballos se pegarán por otra de las plazas en la medular, sin haber alcanzado todavía el brillo del charrúa este curso.

El '15' empezó la temporada acostado en la banda derecha, pero ha sobresalido en los últimos partidos jugando por dentro junto a su ídolo Toni Kroos. Sea donde sea, su actuación volverá a ser vital para apear al Atleti… y sacarse la "espinita" que lleva dentro desde aquel 12 de enero que, sin saberlo ni quererlo, le cambió la vida en una Supercopa.