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Pedro Morilla: "La Superliga China de antes era inviable; había más nombres que lo que realmente aportaban"

El entrenador sevillano ha liderado al grupo de trabajo que se ha proclamado campeón con el Wuhan Three Towns.

Pedro Morilla, en el centro, posa con su grupo de trabajo./M.G.
Pedro Morilla, en el centro, posa con su grupo de trabajo. M.G.
Alonso Rivero
Samuel Silva

Alonso Rivero y Samuel Silva

Nunca imaginó Pedro Morilla Pineda (Sevilla, 1972) que esa aventura en China que inició en 2019, justo antes de la pandemia, terminaría con la gloria de un título. Pero la dedicación y el compromiso del entrenador y su grupo de trabajo han encontrado premio. El Wuhan Three Towns, un modesto equipo chino con apenas cuatro años de existencia, se ha proclamado campeón de la Superliga china de la mano del técnico sevillano. "Me fui para un proyecto con la selección sub 15 de China y luego acabé allí. Han sido dos años muy duros, de mucho trabajo, pero cuando salen los resultados te pones el doble de contento", dice Morilla, ya de vuelta en la capital hispalense después de muchos meses alejado de su familia.

Pedro Morilla habla del actual potencial de la Superliga china.Relevo

Tras comenzar como director deportivo para liderar un proyecto de cantera, los problemas deportivos lo llevaron a aceptar un puesto en el banquillo, el sitio que más le gusta. Fue después de haberse quedado encerrado durante meses en Wuhan por la pandemia de Covid, de regresar a Sevilla y volver en septiembre de 2020 a China para comenzar su andadura de entrenador en la China League One. "Ganamos 15 partidos seguidos y ascendimos. Todo fue muy rápido y me pidieron que me quedase para competir en la Superliga", añade Morilla, que ya en la máxima categoría sí ha estado acompañado por gente de su confianza como Roberto Ríos y José Antonio Gordillo, a los que les une un pasado en el Betis.

Han sido meses de no ver a la familia. ¿Cómo lo ha llevado?

Gracias a la tecnología estás muy en contacto, no tienes el calor humano, pero es mentalizarte de que estás trabajando, que tu familia come de eso. Estás muy concentrado en el fútbol, te hace estar más metido y vivir de manera más intensa tu profesión. No tienes otras distracciones. Mentalmente estás fuerte, hay momentos de altibajos, pero se ha llevado bien. Hablaba cinco o seis veces al día con mis hijos y mi mujer.

¿Se ha hecho más larga de lo habitual la temporada?

La liga ha sido dura. La primera fase fue en burbuja, todavía con el Covid. Luego fue abierto, pero con muchos controles. La política que han llevado hasta hace un mes ha sido de Covid 0. Si detectaban un caso se cerraban barrios y provincias hasta que descartaban con PCR que hubiera más, y no se volvía a la normalidad. En el tema futbolístico, lo más problemático ha sido en el último mes, se ha pasado de un día para otro de ese Covid 0 a no haber controles. Creo que ha sido un poco preparado por el Gobierno, buscando esa inmunidad de grupo con el contagio masivo. A la Superliga le ha tocado, casi todos los equipos han tenido muchos casos de Covid y nosotros también.

¿Pensaba que con el equipo que tenía a disposición podía ser campeón?

Cuando asciendes de categoría intentas hacer una plantilla competitiva, pero nunca te imaginas que el primer año vas a salir campeón. Si es verdad que cuando hablo con Roberto (Ríos) le digo que el equipo va a competir, que trae una buena dinámica. Se incorporaron tres extranjeros más (permiten cinco en Superliga) y fichamos a seis futbolistas chinos de nivel para esa categoría. Empezamos la Liga, volvemos a estar 14 partidos sin perder, con 13 victorias y un empate, nos metemos arriba y vemos que se puede competir con cualquiera. El equipo se lo acaba creyendo y ha sido una batalla con Shandong Taishan, que era el campeón de liga y copa del año anterior. Cuando quedan diez partidos y tienes al tercero a 16 puntos, te das cuenta de que puedes ser campeón. El objetivo era mantener la categoría, nuestro presidente hablaba de estar entre los ocho primeros, luego entre los seis, más tarde los tres y al final la obligación era de ser campeón. Ha sido duro pero muy bonito.

Pedro Morilla habla sobre la vida en China.Relevo

Para que la gente lo entienda, es como si un equipo hoy de Primera RFEF es campeón de liga en dos años.

Este equipo, cuando llego de director deportivo, comienza en cuarta división, pasa a tercera y está en esa categoría dos años. Luego ha pasado en dos años a primera siendo campeón de la tres categorías. Yo cojo al equipo en Liga One y asciendo. Es como si un equipo de Segunda B asciende y es campeón, sí.

Allí le cogió la pandemia. ¿Le costó volver después?

Es trabajo, lo que vi del club de junio hasta enero me gustó. Luego volvimos en septiembre con normalidad. Durante ese tiempo pedí permiso para entrenar en Segunda B, pero consideraron que no. Volvimos y en China ha habido normalidad. Muchos controles pero vida normal, y al final es trabajo. Hay un momento que me salen cosas antes de coger el equipo como entrenador y si no se hubiera dado ese momento de confiar en mí lo mismo hubiera salido. Tenía el mono de entrenador. En China la primera idea era entrenar, que es lo que me apasiona, volver al verde y al campo.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la vida en aquel país?

A pesar de la imagen que podemos tener, la vida está muy occidentalizada. En la política es distinto, pero la vida es parecida a la de aquí, con sus comidas y su cultura, pero parecida. Ciudades como Shangai son ciudades occidentales. En Wuhan también se vive bien, es moderna.

¿Y qué ha sido lo más negativo que se ha encontrado?

Ha habido vida normal, pero demasiados controles. PCR, QR... Todo controlado para que no se les fuera de las manos y de repente han cambiado la política. Pienso que todos es provocado, en el sentido de buscar la inmunidad de rebaño, de tanto controlar a lo que está pasando en España, que hay más libertad para vivir.

Pedro Morilla cuenta cómo ha sido la liga hasta ser campeón.Relevo

El fútbol chino tuvo un boom hace unos años, pero ahora ha bajado. ¿Cómo se ha notado desde dentro?

Ha bajado muchísimo, pero es normal, era una situación inviable. Han ganado muchísimo dinero extranjeros buenos y entrenadores. Se ha llegado a una normalidad, los futbolistas chinos son trabajables y mejorables. El objetivo es que la selección llegue a un Mundial. Primero quieren ser fuertes en Asia, donde hay selecciones potentes como se vio en el Mundial. También se ha normalizado el tema de los extranjeros, siguen yendo pero no existe tanta diferencia como antes. Había más nombres que lo que realmente aportaban dentro de su equipo. El nivel no es malo, es una liga competitiva y bajo estos parámetros creo que va a seguir creciendo.

Pero sí quedan menos estrellas de primer nivel...

Hay menos que cuando firmaron a Hulk… El único de esos que sigue es Oscar. Hay futbolistas buenos, pero no con el renombre de esos dos-tres años en los que gastaron mucho dinero en traspasos.

Usted conoce bien cómo funciona el fútbol chino. ¿Qué explicación tiene para ese cambio de planes?

Intervino el Gobierno, pusieron límites salariales cuando vieron que se les iba de las manos. Están en ese proceso. Este año ha descendido el Guangzhou Evergrande, que aquí es como si descendiera el Madrid o el Barcelona. Tenía una deuda enorme. Antes eran más las empresas las que estaban dentro de los clubes, ahora son los gobiernos de cada provincia. Están teniendo un cambio estructural en la manera de llevar la liga, se acerca más a la normalidad que antes.

Scolari, Lippi, Cannavaro... Esos son algunos nombres que han sido campeones como entrenador en China. ¿Qué le dice eso?

Me pone contento, muy contento. Me conocéis, soy un tipo normal, no me vengo arriba en los momentos buenos, pero hay mucho trabajo detrás y eres campeón de una liga importante en el mundo. Pero ya toca pensar en mañana, así es el fútbol. Lo que has hecho dos días atrás no vale. Cada día me levanto dando gracias a Dios por permitirme trabajar en lo que lo hago desde que nací.

Pedro Morilla describe cómo fue su llegada a China.Relevo

¿Cuál fue la primera imagen que le vino tras ser campeón?

Te acuerdas de tu familia, en este caso, lo primero fue de mis padres. Se fueron en circunstancias complicadas… y de la familia, tu mujer y tus hijos. Son los que han estado en la distancia, junto a tus amigos, que tengo la suerte de tener muchos y buenos. Son los que diariamente te han dado fuerzas desde la lejanía en los momentos complicados.

Ganar un título le pone en lo alto de la ola. ¿Qué planes tiene ahora?

Tengo contrato con el club, estoy agradecido, es el que me dio la oportunidad estos dos años. Estoy pendiente de posibles cosas que puedan surgir, siempre que salgamos beneficiados el club y yo. Ahora toca trabajar, ver futbolistas y potenciar el equipo. Hay que estar preparado para competir, el proceso de ser campeón es largo y de una temporada, pero lo importante es que el equipo esté listo. En el fútbol hay que aprovechar los buenos momentos, pero estoy agradecido a mi club.

¿Se imagina en el banquillo de la selección China?

Ha sonado, ahora están en el proceso de elegirlo. Es bonito que se acuerden de ti para cargos importantes. Si vienen ofertas y proyectos interesantes, el fútbol hay que aprovecharlo, pero siempre que salgan beneficiadas todas las partes.