Rocha asume su inhabilitación y no preside la Asamblea de la RFEF: "Recibe continuas amenazas"
Como siempre, todo aprobado por mayoría en la Federación, que estuvo liderada por el secretario general, Álvaro de Miguel.

Todo aprobado, como siempre, con abrumadora mayoría en la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El clásico "apoyo del mundo del fútbol" a la gestión de su presidente se tradujo como es habitual en un aluvión de votos a favor y la ausencia casi total de voces discordantes: 76 votos a favor y cuatro abstenciones dieron luz verde a las cuentas económicas.
Sigan, sigan, aquí no ha pasado nada. En el salón Luis Aragonés, los trofeos logrados por los futbolistas intentaban esconder los escándalos de una RFEF salpicada por la operación Brody, por el caso Negreira, intervenciones policiales, la suspensión por parte de la FIFA de su anterior presidente y la inhabilitación por parte del Tribunal Administrativo del Deporte del actual, Pedro Rocha, que prefirió no acudir.
La noticia estaba precisamente en esa ausencia. Pedro Rocha no estaba, como no estuvo presentándole a Infantino el Bid Book de España para el Mundial 2030 ni celebrando el título europeo de la sub-19. No está. Y eso que en la RFEF siguen insistiendo en que, para ellos, él es el presidente a todos los efectos a pesar de la inhabilitación de dos años que pesa contra él. A pregunta de Relevo la semana pasada, confirmaron que seguía siendo su presidente. ¿Por qué? Pues porque Rocha ha pedido medidas cautelares a un juzgado "de verdad", no de la justicia deportiva, y la federación ha decidido que espera a ver qué dice el juez, antes de aplicar una sanción del TAD. Está por ver si esto es legal, aunque ellos insisten en que así es y que la jurisprudencia les avala. No lo tendrán tan claro si Rocha no aparece por ninguna parte...
"El presidente Pedro Rocha no está aquí hoy con nosotros, a pesar de su deseo de compartir inquietudes", explicaron al inicio de la Asamblea. "Ha considerado razonable aplicar el principio de prudencia, mientras se resuelve la cautelar, que esperemos sea en unos días, para poder trabajar con normalidad y eficacia en pro del fútbol español. El objetivo es evitar más ruido sobre un proceso que está a punto de resolverse, aportar serenidad y garantizar la tranquilidad y estabilidad. No voy a descubriros cómo es Pedro, porque todos conocemos la ética de la responsabilidad que predomina en él sobre sus deseos personales. Tampoco que tiene como norte colocar la institucionalidad por encima de ambiciones personales. Como se ha expuesto, por un criterio de prudencia no está hoy con nosotros. Pero también, no hay que negarlo, porque recibe continuas amenazas promovidas por personas que tienen por objeto amedrentar no solo al presidente de la RFEF, sino a todos los miembros de los órganos directivos", añadió el secretario general en el discurso que normalmente suele hacer el presidente.
En cuanto a la Asamblea, la verdad es que era lo de menos: siempre sacan todo adelante en un "mundo del fútbol" que se traduce en su parte institucional en un servilismo total al que está al mando (aunque no esté). Ayer el homenaje a la sub-19 quedó en manos, ni más ni menos, que de uno de los presidentes territoriales más discutidos y polémicos: Joan Soteras, de la Catalana. No habría nadie mejor.
El marrón de todo esto tuvo que tragárselo el nuevo secretario general, Álvaro de Miguel, al que al menos no le dieron mucho la turra con discursos a mayor gloria del líder y peloteos varios, tan frecuentes en estos eventos. Sólo 80 personas (de 140) estuvieron disponibles para votar. "¿Primer turno de palabra?": Preguntaba siempre el secretario general. Nadie respondía. Una maravilla. Todo mucho más corto, que se agradece.
"Quiero reconocer que hemos encontrado consenso con LaLiga, algo que en otras temporadas ha sido imposible", destacó De Diego, evidenciando la concordia existente entre ambas instituciones. Javier Tebas, de hecho, tenía previsto acudir a la Asamblea y sólo la decisión de Pedro Rocha de no acudir motivó que él tampoco lo hiciera.
Tras las votaciones dieron paso a explicar el proceso de preparación de la Candidatura 2030, a cargo de Fernando Sanz. A pesar del desinterés con el que Rocha asumió este proyecto y de las dificultades que ha pasado el equipo que lo ha sacado adelante, sacaron pecho de los presuntos logros de un proyecto que ha sembrado el hartazgo (y muchas veces el enfado) de sus socios de Portugal y Marruecos. De hecho aquí sí llegaron protestas (del Crevillente) por la ausencia de Valencia en la candidatura mundialista.
"Somos la tercera ciudad de España, tenemos dos aeropuertos y la capacidad demostrada de organizar. No nos merecemos que se quede fuera. Ojalá tengamos la oportunidad en UEFA (sic) en FIFA o donde sea, y que nos digan qué es lo que ha pasado con Valencia", preguntó, a pesar de que UEFA no tiene nada que ver en todo esto. "Comparto lo que ha dicho: Valencia tiene unas infraestructuras estupendas y es una pena que no hayamos podido incluirles en el Bid Book. Llevamos dos años trabajando y hay que dar una seguridad a FIFA: los contratos de la ciudad y de los estadios. No entendíamos cómo íbamos a tener un Mundial sin Valencia. El documento de compromiso del estadio era la pieza clave para que Valencia pudiera estar. Dimos una fecha tope para que llegasen, Portugal y Marruecos ya no podían esperar más. No pudimos contar con Valencia porque todos los plazos ya se habían superado", respondió María Tato, la responsable de los contactos con Valencia dentro de la RFEF. "Ampliamos el plazo a Valencia y no nos llegaron los contratos", zanjó.