COPA | ATLÉTICO DE MADRID-REAL MADRID

Luiz Pereira: "La cerveza que mejor me supo fue en el Bernabéu. Tiraron un bote para darme, lo cogí, lo abrí, fui al palo, me apoyé y me lo bebí"

En la segunda entrega de la entrevista, el brasileño habla de sus compatriotas del Real Madrid, de cómo frenarles, de sus características y de sus derbis contra el rival de la ciudad.

Momento de la entrevista con Luiz Pereira con Relevo. /RELEVO/IGNACIO MOREIRA
Momento de la entrevista con Luiz Pereira con Relevo. RELEVO/IGNACIO MOREIRA
Enrique Ortego

Enrique Ortego

En el primer tiempo de la entrevista, solo habíamos realizado un mínimo acercamiento a los derbis contra el Real Madrid. Me consta que los duelos domésticos siempre fueron su debilidad. En Palmeiras marcaba las fechas cuando jugaba contra Sao Paulo, contra Corinthians, incluso contra Santos, ciudad vecina... En el Atlético, jugar contra el Real Madrid siempre fue algo especial. De hecho, es al rival al que más se enfrentó en sus cinco temporadas en España. Hasta en 13 ocasiones, con un balance muy equilibrado. Dos victorias en los dos primeros enfrentamientos, ocho empates y tres derrotas. Retomamos la materia.

¿Cómo se le quedó el cuerpo después de la Supercopa?

Ja, ja, ja... Bien, bien. Perdimos, pero el equipo no jugó mal, el equipo compitió. Eso es lo que yo le pido a mi equipo, que compita siempre, que salga a ganar, no a especular. Un equipo como el Atleti tiene que pensar siempre en ser campeao. El otro día nos faltó un poco de atención en las marcas. Tú debes saber que Vinicius es rápido, que Rodrygo sabe regatear, que los dos van al frente a la vez. Tú tienes que tener una cobertura. En esos partidos tú buscas el 0-0 y luego buscas más.

Cuando llegó a España en 1975, ¿tardó mucho en darse cuenta de lo que significaban los partidos contra el Real Madrid?

Desde el primer día. En aquella época, ya le digo que era distinto. Eran derbis espectaculares. Era saber quién mandaba en la capital y había momentos que eran ellos y otros que éramos nosotros. Yo me siento atlético. El sentimiento que creció en mí cuando llegué sigue vivo. Nunca lo perdí. Es como en Brasil con Palmeiras. Estuve 11 años y lo gané todo menos la Libertadores.

"El mejor momento de mi carrera deportiva fue cuando ganamos la Liga del 77 en el Bernabéu. Me tiraron un bote de cerveza desde la grada. Lo cogí, lo abrí, me recosté en el poste y me lo bebí"

Luiz Pereira Exjugador del Atlético y Brasil

¿El mejor momento de su carrera deportiva fue cuando ganaron la Liga 1976-77 en el Bernabéu?

Sí (piensa). Sí. Ser campeón dentro de su casa fue importante. Además fuimos campeones anticipados, una jornada antes. Luego perdimos en casa contra el Valencia. Nos adelantamos nosotros con un gol de Rubén Cano, ¿cierto? Y empató ese grandón argentino, Roberto Martínez. Fue muy emocionante. Nuestro entrenador era Luis.

Ese día, el Bernabéu le cantaba: 'Baila, negro, baila'. Pero no se consideraba como un acto racista, al menos desde fuera, no sé cómo se lo tomaría usted...

Yo no le daba importancia... Amigo, yo no era blanco. Ahora por cualquier cosita se dice que tú eres marrón... Hay que ir a la cuestión deportiva. Hay que tomarse las cosas como vienen...

Que se lo digan a usted, que ese día le tiraron un bote de cerveza y se lo bebió. ¿Fue la mejor cerveza de su vida? Cuente, cuente...

La que mejor me supo, pero porque fuimos campeones, no por otra cosa. Tiraron un bote para darme, y yo llegué, lo cogí, lo abrí, fui al palo, me apoyé y me lo bebí... No hay fotos de ello, me parece. Los tíos me llamaron de todo menos guapo. Pero otro día, en Valencia, nos tiraban naranjas, yo cogí una, la pelé, me la comí y les di las gracias. Y otro día en Sevilla me tiraron una bota de vino, y bebí de la bota de vino. No pasaba nada...

Luiz Pereira cuenta varias anécdotas de cuando le tiraban objetos al campo. Relevo /Ignacio Moreira

¿Le da un poco de envidia que el Real Madrid tenga ahora tantos brasileños y no los tenga el Atlético, que siempre tuvo una buena tradición de compatriotas suyos?

Me gustaría que estuvieran en el Atlético porque son buenos, pero también sé que son muy caros... Pero el Atlético también tuvo su tradición de brasileños: Vavá, Ramiro, Leivinha, Dirceu. Alemao, Donato, Juninho, Baltazar, Paulo Assunçao, Diego, Mirando, Filipe Luis... Creo que unos 30. Y yo, claro. No sé cuántos fueron campeaos, pero yo sí, desde luego.

Luiz Pereira opina sobre Rodrygo y Vinicius. Relevo / Ignacio Moreira

Un día, hace más de un año, me dijo que Rodrygo le gustaba más que Vinicius. ¿Lo sigue pensando?

Sí. Rodrygo por su manera de jugar. Un jugador tiene que jugar para el equipo y no para sí. Vinicius juega para él y para la grada. Rodrygo hace una jugada y a veces en lugar de chutar a gol se la da al compañero porque está mejor colocado. Vinicius es muy bueno, pero está errado en algunas cosas. Le falla la mentalidad. Le tienen que ayudar. No puedes hacer unas cosas que no están bien y después pedir perdón, pero seguir haciendo las mismas cosas al siguiente partido. Con 18 o 20 años, ahora, ya eres un hombre, no eres un crío.

Y, ahora, en verano llega Endrick, que además es de su club de toda la vida, de Palmeiras, por lo que lo conocerá bien. ¿Es jugador para el Real Madrid?

Allí está haciendo un buen trabajo, pero hay que tener en cuenta de que viene al Real Madrid y tiene que ir despacio. No puede pensar que va a llegar aquí y va a ser el mejor de todos. Lo malo de los brasileños que llegan ahora acá, no digo en el pasado porque no pasaba, es que metan dos o tres goles y se sienten los mejores. No. Tienen que tener respeto por el equipo y los demás jugadores.

Si usted pudiera haber aconsejado al Atlético entre Endrick y Vitor Roque, que ha fichado por el Barcelona, ¿a quién hubiera recomendado?

Vitor Roque está más hecho. Estaba jugando en un equipo menor, Athletico Paraenense no es tan grande como Palmeiras, pero he visto varios partidos suyos y me ha encantado. Endrick también, pero creo que Vitor está más preparado para la Liga. A lo mejor dentro de un año o dos, me pregunta y le digo lo contrario.

Y se va como llegó. Con ese andar característico que no ha cambiado desde su etapa de futbolista y saludando a todos los que le reconocen a su paso. "Adiós" amigo.